Legisladores del PVEM siguen intereses particulares y no tienen vinculación con el electorado, acusa investigador

22/07/2013 - 12:03 am
Legisladores del PVEM. Foto: Cuartoscuro
Legisladores del PVEM. Foto: Cuartoscuro.

Ciudad de México, 22 de julio (SinEmbargo).- Desde el 2003, el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) ha sostenido una alianza político-electoral con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) que ha fortalecido a los pevemistas, principalmente en el Congreso de la Unión, en donde cada tres años ha crecido su número de Diputados y Senadores, y ha logrado consolidar su agenda parlamentaria.

El Verde se ha convertido en un  compañero incondicional de los priistas.

Desde el 2009, el PVEM ha abierto espacios propios a la llamada telebancada, legisladores vinculados a los intereses de las dos empresas televisoras dominantes: Televisa y TV Azteca. Ejemplo de ello son Ninfa Salinas Sada, hija de Ricardo Salinas Pliego, dueño de Televisión Azteca, quien ha sido Diputada federal y Senadora por este partido.

Para el maestro en ciencia política, Sergio Bárcena, estas alianzas han sido un “negocio favorable” para el Partido Verde y su oportunidad para consolidarse como partido político.

“Le ha redituado en el sentido de que le permite impulsar algunos temas que son prioritarios para el partido, que le dan identidad y el propio PRI también le apoya, así que ha sido un negocio favorable en términos legislativos, pero no en términos de cartera de Gobierno”, apuntó el Profesor del Departamento de Estudios Jurídicos y Sociales, del Tecnológico de Monterrey, campus Ciudad de México.

ALIADO INCONDICIONAL DEL PRI

En las votaciones de la presente legislatura en la Cámara de Diputados, el Partido Verde ha dejado en claro su posición de respaldar las reformas más importantes planteadas por el Presidente Enrique Peña Nieto, mediante el Pacto por México.

Incluso desde antes que Peña Nieto llegara al poder, el Verde se asumió como aliado incondicional del PRI en el Congreso. Ha respaldado en todas las votaciones que le interesan al partido tricolor.

Así fue el 8 de noviembre de 2012, cuando se discutieron en la Cámara de Diputados las modificaciones realizadas por el Senado a la Reforma Laboral. La cámara alta había adicionado la transparencia sindical en la minuta de reforma a la Ley Federal del Trabajo.

Aunque ese día el Partido Acción Nacional (PAN) votó en bloque junto con la izquierda para avalar los cambios de la colegisladora, sólo pudieron reunir 237 votos. Por su parte, el PRI sumó a sus 213 votos, los del Verde que le proporcionó 27, Nueva Alianza, otros 10, y junto con 8 votos de panistas reunieron 257 votos, suficientes para rechazar las modificaciones.

El Verde votó de forma similar en la reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, para crear una “súper” Secretaría de Gobernación, en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2013 y la reforma a la Ley de Amparo.

También apoyó al PRI en la discusión para evitar quitar el fuero al Presidente de la República. El 5 de marzo de este año, el Verde sumó los 22 votos de sus legisladores presentes a los 184 priistas, para rechazar la posibilidad de que el primer mandatario fuera juzgado en tribunales en caso de cometer algún ilícito, en la reforma constitucional en materia de inmunidad de servidores públicos.

Misma historia en las reformas Educativa y de Telecomunicaciones emanadas del Pacto por México. En ambas modificaciones constitucionales, el Verde aportó la totalidad de sus Diputados presentes a los proyectos que, obviamente, contaron con el respaldo unánime del PRI.

Pero el Verde no sólo ha avalado las reformas de Peña Nieto, también votó a favor de la reformas al artículo 27 constitucional, en materia de propiedad para extranjeros. La cual fue propuesta por el coordinador de los Diputados priistas, Manlio Fabio Beltrones, y fue rechazada por la oposición, quienes vieron un beneficio particular para el líder de los legisladores del tricolor.

AMISTADES REDITUABLES

Desde su inicio, el Partido Verde ha necesitado aliarse con los grandes, porque, primero, su preocupación fue mantener el registro como partido político, y segundo,  consolidarse como fuerza electoral.

“En 1986 que es cuando surgió el Partido Verde de México (PVM); para la elección de 1988 decidieron apoyar a Cuauhtémoc Cárdenas (como parte del Frente Democrático Nacional), porque no tenían la fuerza para  competir en elecciones federales. Entonces apoyaron a Cárdenas a cambio de que incluya en su agenda algún tema suyo”, preció el especialista Sergio Bárcena, Profesor del Departamento de Estudios Jurídicos y Sociales del Tecnológico de Monterrey, campus Ciudad de México.

El partido ha sido controlado por una sola familia desde 1991, año en que el PVEM obtuvo el registro condicionado. En esta década el Verde participó en algunas elecciones de manera individual sin los resultados esperados.

Por lo que en el año 2000, el Verde participó en alianza con el PAN en la elección presidencial, apoyando como candidato a Vicente Fox Quesada. El triunfo electoral le permitió al Verde tener más espacios en el Congreso de la Unión, no así en la cartera de gobierno, por lo que rompió su alianza con el PAN y buscó refugió con el PRI.

“La supervivencia del Partido Verde, que es un partido como decía Luis Javier Garrido: un partido bonsái, ha estado siempre ligada al apoyo, primero de otros grupos  y segundo de otros partidos. Y es que es difícil mantener el registro en México”, aseguró Sergio Bárcena.

En la elección presidencial del 2006, el PVEM postuló a Bernardo de la Garza como su candidato. Posteriormente, su abanderado declinó a favor de Roberto Madrazo, candidato del Revolucionario Institucional. Aunque la alianza cayó al tercer lugar de las preferencias electorales, el Verde nuevamente sobrevivió y se fortaleció en el Congreso.

“Para poder sobrevivir, los partidos chicos y en este caso el Verde, tienen que convertirse en partidos aliancistas para formar coaliciones, que el mismo Verde busca que sean de Gobierno. Pero en realidad, el gran beneficio que obtiene el Verde es cuando hay un Gobierno sin mayoría, como en el Congreso, pues allí es donde saca ventaja”, afirmó el maestro en ciencia política.

La Senadora Ninfa Salinas Sada. Foto: Cuartoscuro.
La Senadora Ninfa Salinas Sada. Foto: Cuartoscuro.

LA TELEBANCADA

Un caso notable de la presente legislatura es el número de diputados y senadores ligados a las empresa dominantes en telecomunicaciones, son personalidades que en algún momento trabajaron para Televisa o Televisión Azteca y que ahora tienen una curul o un escaño cobijados, principalmente, por el Partido Verde.

El caso más visible es el de la antes Diputada federal y hoy Senadora Ninfa Salinas Sada, hija del dueño de Tv Azteca. En el Senado también tienen un escaño Gerardo Flores, quien la legislatura pasada fue Presidente de la Comisión de Radio, Televisión y Cinematografía de la Cámara de Diputados, y que trabajó en la Comisión Federal de Telecomunicaciones y el departamento jurídico de Televisa.

También tiene un lugar el Senador Luis Armando Melgar, quien trabajó como Presidente de la Fundación Azteca en el estado de Chiapas ( 2011); fue Director General de Proyecto 40 ( 2006); Director General de Afore Azteca (2002-2006); y Secretario del Comité Editorial de Noticias de TV Azteca (2001).

En la Cámara de Diputados, tienen una curul por lo menos 7 de los 28 legisladores que integran la bancada: Federico González Luna Bueno, Presidente de la Comisión de Radio y Televisión, quien participó en el equipo redactor de la Ley federal en la materia, la llamada “ley Televisa”.

También se puede vincular a la “telebancada” a Mónica García de la Fuente, Rubén Acosta Montoya, Antonio Cuéllar Stefan, Laura Ximena Martel Cantú, Javier Orozco Gómez y Carla Alicia Padilla Ramos.

“La telebancada está puesta, no como una alianza, sino como una búsqueda de las propias cúpulas empresariales, de los medios en este caso, para defender sus propios intereses y ¿cómo se logra eso?, bueno, hay una vía que es la representación proporcional, que es allí donde se colocan espacios y donde se dan las negociaciones que generan cuotas y se dan esos espacios”, afirmó Sergio Bárcenas, Profesor del Departamento de Estudios Jurídicos y Sociales del Tecnológico de Monterrey, campus Ciudad de México.

Así que más que una alianza electoral, el Verde ha posicionado a estos personajes dentro de sus grupos parlamentarios. El año pasado cuando se conformaban los acuerdos necesarios para colocar a estos legisladores en las listas plurinominales, el entonces Senador Arturo Escobar y Vega, hoy líder de los diputados del Verde justificó la integración de la Telebancada.

“En mi partido hay representación de diversos sectores: magisterial, obrero, el sector partidista, y hay sector de telecomunicaciones, no existe razón por la cual no deban estar representados”, aseguró Escobar el 23 de marzo de 2012.

Sin embargo, para Sergio Bárcena, sí hay un conflicto, por lo menos de intereses, en la conformación de un grupo de legisladores tan ligados  aun sector en particular.

“El gran peligro que hay allí es la representación de poderes facciosos, es decir, estas personas están respondiendo a intereses muy particulares y no tienen un vínculo directo con electorados más amplios, que es lo ideal, que un representante federal legisle para la nación y no para intereses ni locales ni sectoriales”, concluyó.

MÁS ESCÁNDALOS QUE RESULTADOS

Pese a que en esta legislatura el Partido Verde ha impulsado temas propios de su agenda como son: el cuidado del medio ambiente, la participación ciudadana y el fortalecimiento de los programas gubernamentales para el sector juvenil, han sido más notorios, en medios de comunicación, los escándalos de algunos de sus legisladores.

En febrero de este año, el Senador Jorge Emilio González Martínez, mejor conocido como el “Niño Verde”, a pesar de tener 41 años de edad, fue detenido por el programa “alcoholímetro” por conducir en estado de ebriedad.

Según testigos, el Legislador intentó escudarse en su condición de Senador de la República para zafarse de su detención administrativa en el Centro de Sanciones Administrativas y de Integración Social, conocido popularmente como “El Torito”, aquí en la Ciudad de México.

Tras su salida, admitió que cometió un error al tomarse unos tequilas y manejar su automóvil sobre la avenida Paseo de la Reforma.

“Me agarró el operativo que es un muy buen operativo, por cierto, en la Ciudad de México. Había tomado unos tequilas, y como cualquier ciudadano fui a cumplir la falta administrativa”, reconoció.

En junio de este año, la Procuraduría General de Justicia del Estado de Chiapas (PGJE) detuvo a Omar Fernando Rosales Toledano, presunto asesino de Viridiana Flores Ramírez, una joven de 21 años, cuyo cuerpo fue hallado en San Cristóbal de las Casas.

Rosales Toledano fue identificado como secretario particular del Senador pevemista Luis Armando Melgar, o por lo menos cercano al legislador. El Senador del Verde negó la relación y se deslindó de las acusaciones de los padres de la víctima, quienes lo acusaron de utilizar sus influencias para que el joven evadiera a la justicia.

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