“Hemos insistido a la parte estadounidense en que el Mar de China Meridional no es un problema en nuestras relaciones y no debería convertirse en uno”, dijo un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Lu Kang, en una rueda de prensa en Pekín.

El portavoz defendió las construcciones que se llevan a cabo en territorios como las islas Spratly (llamadas Nansha por China) que Pekín reclama como propios, aunque países vecinos como Filipinas y Vietnam también reivindican su soberanía.

Las declaraciones de Lu coinciden con el inicio oficial de la séptima ronda del diálogo estratégico y económico entre EU y China que se celebrará hoy y mañana en la capital estadounidense.

Las autoridades de EU anunciaron este lunes que esperan aumentar la cooperación con China en un amplio abanico de temas, entre los que se incluye el cambio climático, y acercar posturas en cuestiones en las que mantienen desacuerdos como las fronteras marítimas, la ciberseguridad o los derechos humanos.

Preguntado al respecto, Lu señaló que estos encuentros sirven para trasladar a alto nivel las preocupaciones que existen por ambas partes y añadió que China y EU “tienen muy buenos canales de comunicación”.

“La ciberseguridad es una cuestión que afronta la comunidad internacional al completo y requiere que lleve a cabo cooperación efectiva basada en el entendimiento y el respeto mutuos”, dijo el portavoz chino.

Lu explicó que es “natural” que China y EU no estén de acuerdo en algunos asuntos “por el incremento de los intereses sobrepuestos” de ambas potencias y matizó que sus intereses comunes “superan ampliamente las diferencias”.

“Tenemos el consenso de que deberíamos expandir el diálogo y los intercambios, gestionar las diferencias, esforzarnos en explorar formas de profundizar nuestra cooperación de beneficio mutuo y abordar conjuntamente los retos globales”, afirmó el portavoz de la diplomacia china.

Las autoridades chinas han declarado en los últimos días que las reuniones de Washington deberían servir, además de para prepara la visita del presidente chino, Xi Jinping, a EU de septiembre, para “construir un nuevo modelo de relación entre las grandes potencias”.