Caracas, 24 Oct (Notimex).- Mujeres, hombres y niños sobreviven desde hace tres años en refugios improvisados carentes de servicios básicos. Muchos han enfermado, sin embargo, mantienen la fe y siguen esperando con estoicismo la vivienda que les prometió el gobierno.
“Nadie vive así por gusto. El problema es que no tenemos dónde ir”, dijo a Notimex Margarita Farías, habitante de un campamento (refugio) construido por 30 familias damnificadas en la populosa parroquia San Agustín, al sur de Caracas.
El ingeniero Miguel Méndez, experto en urbanismo, sostiene que la escasez de materiales de construcción y la improvisación impidieron al gobierno cumplir su compromiso de entregar este año las viviendas ofrecidas a los venezolanos de bajos recursos.
“El programa Gran Misión Vivienda Venezuela, ahora denominado Gran Misión Hugo Chávez, solo construyó este año 25 mil viviendas, es decir, 20 por ciento de las casas contempladas para 2014, sin embargo continúan ofreciendo casas a más personas”, denunció.
Precisó que esto ha traído como consecuencia que el número de viviendas a construir en nada corresponda con la cantidad de personas censadas que aspiran ser beneficiadas, grupo al cual se han incorporado ciudadanos con vivienda y que desean hacer negocios.
Marina Huérfano, también “refugiada” de San Agustín, dijo que sobreviven en carpas desde hace tres años. “Improvisamos un techo de zinc para cubrirnos de la lluvia, no tenemos agua ni retretes por eso orinamos en tobos y defecamos en bolsas”, aseguró.
Refirió que el edificio que se encuentra frente a sus carpas y el cual ayudaron a construir fue entregado a otros adjudicatarios, a pesar de que ellas fueron censadas y las autoridades del Ministerio de la Vivienda corroboraron que efectivamente carecían de casa.
“Llegué aquí, con mis cuatro hijos menores de edad, porque vivía en un galpón arrimada y me botaron. En el campamento hay personas de la tercera edad, gente enferma, hay un niño que sufre de ataques de epilepsia”, señaló.
Méndez aclaró que el problema se complica porque muchas casas construidas en terrenos inestables y con materiales de pésima calidad por supuestos ingenieros asiáticos, debieron ser demolidas, por constituir un riesgo para las personas que las habitaran.
“Asimismo ante la imposibilidad de construir nuevas viviendas, el gobierno optó por fomentar invasiones a edificaciones privadas sin concluir, bautizándolas con el nombre de `ciudades socialistas´, ordenando su ocupación”.
Recalcó que estas edificaciones fueron declaradas inhabitables desde hace algún tiempo por las autoridades municipales, tal es el caso del edificio Teresa (de 38 pisos) y el conjunto residencial Terrazas de El Mirador, en el municipio Petare, vecino a Caracas.
“En lo que va de revolución se han suscitado más de 10 planes de construcción de viviendas y el déficit sigue siendo alto, se calcula en dos millones 750 mil, por lo que el gobierno debe entender que sus políticas de vivienda fracasaron”, afirmó.
Farías y Huérfano, al igual que otros 70 damnificados, continúan exhibiendo sus miserias a quienes se desplazan por la autopista del Este y esperan tener algún día el techo propio prometido, pues solo así abandonarían el campamento.
