Corrupción y reglamentos laxos alientan el mercado ilegal de cigarros en México, acusan

24/11/2015 - 12:02 am

La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), informó que este año se detectaron 23 nuevas marcas de cigarros ilegales ¿Por qué tienen tanto éxito en nuestro país?

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El mercado ilegal de cigarros crece en México, porque simplemente no hay nadie que lo detenga, acusa el corporativo Seneca.Foto: Shutterstock

Ciudad de México, 24 de noviembre (SinEmbargo).– La venta de cigarros ilegales ha aumentado en los últimos años, sin embargo el Gobierno federal no ha reforzado las medidas de seguridad necesarias para frenar su comercialización, lo que causa daños a la salud ya que consumidores los prefieren por su bajo precio, acusaron productores y expertos en salud.

El pasado 3 de noviembre, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) dio a conocer la incautación de 46 millones de cigarros ilegales decomisados en 7 aduanas del país, lo que causó una pérdida al erario público de 40 millones de pesos.

“El mercado ilegal crece porque no tiene nada que lo detenga. Ese mercado está canibalizando el segmento medio que era el freno para la entrada de los cigarros que hoy se  venden a precios menores”, comentó a SinEmbargo Pedro Cervera, director comercial del Corporativo Seneca en México y Latinoamérica.

En mayo de este año Euromonitor Internatinonal informó que el consumo de cigarros legalmente comercializados en México disminuyó 35 por ciento de 2005 a 2013, al pasar de 45 mil 889 a 29 mil 897 millones de unidades anuales y detalló que la compra de cigarrillos ilegales repuntó 7.5 por ciento durante este periodo.

El medidor internacional estimó que la mercancía ilícita representó alrededor de 14.5 por ciento del volumen del mercado total, mismo que ascendió a 36 mil 057 millones de unidades en 2013.

En tanto, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), de la Secretaría de Salud, dio a conocer que alrededor de 200 marcas de cigarrillos no cumplían con las normas sanitarias, lo que podría representar importantes riesgos para la salud y emitió una serie de recomendaciones y alertas para evitar su venta, sin embargo en septiembre de 2015 volvió a publicar la lista de los cigarrillos de dudosa procedencia que entran al país y anunció que detectó 23 nuevas marcas de cigarros “pirata”.

En ese sentido, Pedro Cervera explicó que existe un problema de comunicación entre las autoridades del Gobierno federal, el órgano de seguridad y los consumidores, ya que pese a que se dan a conocer estas listas no hay acciones contundentes.

“Hay que tener claras las marcas que sí cumplen y cuáles no. Si en verdad nos informamos de cuáles son las leyes, la autoridad podría hacer mejor su trabajo”, afirmó.

Detalló el mercado ilegal siempre está rotando marcas porque no pueden mantenerse en el mercado ya sea por los impuestos y porque como no hay calidad en los cigarrillos no existe una comercialización que sea retributiva.

Por su parte, Gerardo López Becerra, presidente de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo de la Ciudad de México (Canacope), dijo a este medio que en los últimos tres años se han incautado al rededor de 560 millones de cigarros ilegales en toda la República, mientras que en febrero de este año la Alianza Contra Productos Ilegales dijo que tan sólo en el Distrito Federal, la Procuraduría General de la República (PGR) decomisó un millón de cigarrillos sin registro que se vendían en distintos puntos de la capital del país, pero sobre todo en las estaciones del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro.

“Vemos que en Tepito, Taxqueña y Pantitlán son las estaciones donde más está circulando este producto. El problema del tabaco ilegal es que no pasa por las certificaciones, es viejo y seco, lo que tiene un mayor impacto en la salud, sobre todo en los jóvenes que lo consumen por su precio bajo y su cercanía; es decir, que lo tienen muy al alcance de sus manos como en puestos ambulantes”, agregó el presidente de Canacope.

LA ENTRADA AL MERCADO ILEGAL

De acuerdo con el director de Seneca, las regulaciones en materia de publicidad, y los impuestos que se han posicionado sobre las marcas legales tiene que ver, en cierta medida, con la entrada del comercio informal.

Pedro Cervera explicó que con la publicación de la Ley Antitabaco del 2008, donde se estableció la prohibición de las tabacaleras de promocionar sus marcas, “sí disminuyó la cantidad de los nuevos consumidores y hubo una contracción en el mercado, pero también tuvo efectos colaterales”.

Dijo que la disposición legal produjo que sólo las grandes marcas quedaran en el mercado y desplazaron a las pequeñas y las emergentes “las que establecían en cierta forma un freno a los cigarros ilegales porque los consumidores las elegían por sus menores costos”.

Asimismo, en 2010 se estableció el Impuesto Especial en Productos y Servicios (IEPS) en cigarros y se puso un gravamen fijo de 8.20 pesos por cajetilla y un 160 por ciento del IEPS variable.

El director comercial detalló que antes de esta legislación, el mercado tenía una producción aproximada de 4.3 billones de cigarros mensuales, “pero con la entrada del IEPS, en tan sólo seis meses el mercado se contrajo a 3 billones, es decir que un billón de cigarrillos son los que se están sustituyendo por el mercado ilegal”.

“Las marcas sin filtro eran marcas muy baratas, a esas marcas se les impuso el impuesto fijo y variable, lo que generó que el sector bajo de de la industria desapareciera. Al desaparecer por completo se abrió un nicho de mercado inmenso para las marcas ilegales, anteriormente ese segmento de marcas sin filtro era la barrera de protección contra las marcas que no tiene permisos”, explicó.

Argumentó que las personas de bajo poder adquisitivo “no les quedó otra opción que comprar ilegal en lugar de una marca registrada con todas las regulaciones sanitarias”.

Al respecto, el presidente de la Canacope explicó que “los cigarros ‘pirata’ son atractivos para la población porque pagan menos y porque una marca registrada llega a vender entre 30 y 45 pesos, contra 10 pesos que cuestan las ilegales”.

Dijo que sí hay un problema en las aduanas las cuales deberían ser reforzadas con medidas más estrictas sin embargo dijo que “no es un problema únicamente de cigarros que entran del Centro América, Europa, China o de la india, es en general, y cuando vemos que entran tantos productos…definitivamente hay corrupción en las aduanas”.

Por su parte, la Cofepris anunció a través de su comunicado en septiembre pasado que los cigarros producidos en el extranjero, deben introducirse a México con un permiso previo de importación, el cual es expedido por la dependencia, previa revisión del cumplimiento de los requisitos legales.

Asimismo, el organismo alertó que los cigarros ilegales no cumplen con la legislación y normatividad sanitaria aplicable en esta materia y recordó que la venta y comercialización de cigarros sueltos y agranel o por unidad está totalmente prohibida.

En ese sentido, el representante de la Cámara de Comercio, agregó que “es una asunto que tiene que atenderse tanto con operativos en los puntos de distribución y medidas rigurosas en las aduanas”.

DAÑOS A LA SALUD

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En México se pierden 66 mil vidas al año por el consumo de tabaco: FIC. Foto: Shutterstock

De acuerdo con la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios  los ingredientes con que se elaboran este tipo de cigarros son desconocidos, lo que incrementa la posibilidad de que concentren compuestos químicos “potencialmente tóxicos para la salud y distintos a los de la planta de tabaco”.

El año pasado la Organización Mundial de la Salud (OMS) alretó que cada año en el mundo seis millones de personas mueren por causa del consumo de cigarro, lo que equivale a una muerte cada 5 segundos.

El organismo internacional advirtió que de no tomarse una acción inmediata, morirán anualmente ocho millones en el 2030, el 80 por ciento de ellas en países de ingresos bajos.

Al respecto, Erick Antonio Ochoa, director de políticas públicas de la Fundación Interamericana del Corazón (FIC), comentó a sin embargo que en México no existen estudios que determinen con precisión los componentes de los cigarrillos ilegales, a diferencia de otros países, pero aseguró que este tipo de producto daña al igual que los cigarros comunes “ambos matan y representan una pérdida de productividad”.

Asimismo, explicó que este país requiere mayor “agresividad” de las políticas que controlan el consumo de tabaco ya que “hay que dimensionar cuando se habla de ilegalidad, porque cuando se habla de contrabando no se contempla toda la red de distribución”.

En ese sentido, detalló que los menores de edad en este país son los más vulnerables al consumo de tabaco porque no hay una ley rigurosa en este aspecto, además que “es más fácil encontrar que te vendan un cigarro suelto en un crucero a encontrar a veces que te vendan agua”.

El experto de la FIC recordó que el tabaco es el responsable del 80 por ciento de las enfermedades de cáncer de pulmón, además de que una de cada dos personas muere por infartos que también llegan a estar relacionados con el consumo de tabaco.

Comentó que fumar también ocasiona otro tipo de problemas a la salud como cáncer de boca, tráquea, laringe y hasta hígado.

Asimismo, dijo que al año se pierden 66 mil vidas por el consumo de tabaco, lo que representa el 10 por ciento del total de las muertes que hay en México “una cifra mayor que las muertes que causa el alcohol, por ejemplo. Es un problema grave”, aseveró.

 “Si se refuerzan las medidas recomendadas por el convenio marco de la OMS para el control de tabaco, que es primero y único tratado internacional que existe, y las recomendaciones de espacios libres de humo, impuestos más altos, y aunado a ello, los gobiernos instrumentan el Protocolo sobre Comercio Ilícito sobre Productos de Tabaco, que se hizo en la última reunión, se tendrían buenos resultados”, agregó.

Sin embargo Antonio Ochoa destacó que México no fue signatario de este protocolo por lo que “se deben fortalecer los programas, es deber del gobierno y de la sociedad civil para disminuir la adición que mata al 10 por ciento de los mexicanos”.

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