ENTREVISTA | Todo aquello que ocurrió antes, sigue acompañándonos siempre: David Miklos

01/07/2017 - 12:04 am

La pampa imposible es la primera novela de David Miklos publicada bajo el sello Literatura Random House y trata sobre la vida con pérdidas, ausencias, en un relato que el autor ha considerado una marca en su carrera.

Ciudad de México, 1 de julio (SinEmbargo).- Dice David Miklos que mucho le llama la atención la narrativa sudamericana, sobre todo la argentina. Por esa “pampa imposible”, por ese país en donde nació el protagonista que aunque no lo dice uno cree que es la nación de Jorge Luis Borges.

¿Cómo el desierto de Daniel Sada, como es ese descampado argentino, nos uniremos los latinoamericanos en esa pampa imposible, sin elementos culturales, rodeados de un paisaje que fuera al mismo tiempo un no lugar?

David Miklos siempre habla de los no lugares, pero en esta historia el intento de recuperar los fragmentos de una vida construida con pérdidas, ausencias, pero también con el amor de una familia en la que un hombre busca una evasiva caja negra que le permita tener acceso a la quintaesencia de su origen.

Un hombre joven está en casa con su mujer. Mientras ella pela almendras, él lee la noticia de la desaparición de un avión en pleno vuelo. Su memoria, entonces, se abre a dos momentos de su pasado. Revisita la casa en la que pasaba el verano con su familia ahora ausente, y rememora las últimas vacaciones en las que todos estuvieron juntos y cuenta el último tramo de su infancia tardía en Montebello, el suburbio en el que siempre vivió.

Una novela que cierra un ciclo en David Miklos. Foto: Especial

El antes para David Miklos tiene una simultaneidad tremenda, pasa aquí y allá al mismo tiempo que el presente, condicionando la literatura.

–¿Cómo es esta novela?

–Creo que con este libro busqué dialogar de manera o muy directa, pero desde otro punto, con La piel muerta, mi primer libro. Mientras que en La piel muerta el personaje era la voz, en La pampa imposible hice que una misma voz, un mismo protagonista, se adaptara a distintos tiempos. Son tres tiempos que van llevando las cosas de manera simultánea y quería como jugar un poco a cómo funciona la memoria. Cómo todo aquello que ocurrió antes, lo recordemos o no, sigue acompañándonos siempre. Nosotros vamos creciendo y el recuerdo va creciendo con nosotros. El recuerdo de cuando éramos niños es un recuerdo adulto. El protagonista es un personaje que está varado en el presente, de alguna forma inmóvil, como trabado por así decirlo y a partir de un evento fortuito, el accidente de un avión, se le destapa la memoria. Hay dos recuerdos muy importantes de su vida que tienen que ver con desapariciones. Descubre que hay una caja negra y quiere encontrarla, qué mensaje se dejó él mismo en el pasado, la infancia distante en la estancia, en un lugar que no dice que es Argentina pero que tiene que ver con ese país y luego en Montebello, en una ciudad que podría ser México. Por un lado es un personaje que sufre la pérdida de su padre y la transformación de un yo infantil y luego la pérdida real de Laura, en un avionazo. Desde el presente, el personaje tiene una información que quiere desentrañarla.

–¿Qué lugar hay con esa cosa de arena, de hipismo, que construiste en No tendrás rostro?

Siempre estoy inventando no lugares, que tendrían que ser una cosa, pero son otra. Una negación del lugar en sí mismo. En No tendrás rostro hay un lugar que se viene abajo, la humanidad está completamente diezmada, la humanidad vuelve a fundarse en esos tres personajes. Aquí, esa casa está destruida en el presente, ese terreno idílico de los padres, sobre todo en el padre, y sin embargo ese verano es el último que él pasa ahí, descubre que no tiene nada ahí. El protagonista desea viajar allí, no va a encontrar nada, pero necesita saber. Estamos como muy hechos a la idea de que la memoria está en nosotros y no es cierto. Hay muchas cosas de nuestra memoria que están depositadas en otras partes, en lugares físicos, en objetos que hemos guardado, en textos olvidados y que cuando volvemos a leerlos la memoria entra en acción.

–¿Quién es el hombre frente a la memoria?

–Creo que justamente lo que busco mostrar es que así como en la música suceden muchas cosas al tiempo. Nosotros podemos separar las cosas y creo que con el tiempo pasa lo mismo, traté de hacer eso en La pampa imposible, con fragmentos muy cortos de tiempo, para que el lector viajara en forma simultánea. El pasado está ahí todo el tiempo, lo vamos acarreando hacia el futuro, aunque tratemos de velarlo.

–La new age vive diciendo que dejemos el pasado…

–En Blade Runner estos replicantes que son como adultos, mucho más perfectos que los seres humanos, tienen que implantarles un pasado, porque de otro modo no funciona. El replicante que protagoniza Sean Young entra en crisis cuando descubre que sus recuerdos son implantados. Creo que los recuerdos que nosotros tenemos se dividen en no, los reales y los que hemos inventado. Cuando escribí La piel muerta, está dedicada a mi madre, ella la leyó y se tardó su tiempo, un día me invitó a tomar un café, me dijo: ya leí tu libro y no sé cómo hiciste, pero recordé a mi madre Anna. No sé si sabes que mi madre dio en adopción a un hermano mío y la verdad es que no conocía la historia. Esto fue hace 12 años, el domingo pasado estaba reunida la familia y mi madre saca una serie de documentos que fue a buscar a Francia sobre su infancia. Y de pronto mi hermana voltea a ver y dice que no conocía la historia del hermano dado en adopción. Es eso la memoria, son estafetas que se van pasando.

En la novela se rescata la voz de La piel muerta. Foto: SinEmbargo

–¿En qué momento encontraste la voz de la novela?

–A mí lo que más me cuesta de sentarme a escribir es dar con la voz. Hace muchos años, en el 2001, ya tenía una idea de La piel muerta y estaba en Trieste, Italia y me subí en un tren hacia Venecia y luego a Londres y empecé a escribir. Desde entonces, no he parado. Lo que ha pasado con el transcurrir del tiempo es que esa voz se ha ido domesticando.

–Esa voz ocurre aquí mediante la simultaneidad

–Sí, pero es esa, es la voz de La piel muerta. Ayer decía en la presentación del libro era que esta era mi nueva primera novela. Es un punto de llegada y se comunica con el punto de partida.

–¿También porque hay un cierre con el padre y con la madre?

–Sí, tal vez. La madre en esa separación como que bloquea. No hay vuelta para atrás, yo voy hacia delante, se dice.

–¿Por qué La pampa imposible, te llama la atención Argentina?

–Sí, totalmente. Creo que la mejor literatura en español se ha hecho en Argentina y desde hace bastante tiempo. Desde Antonio Di Benedetto, que para mí es fundamental con Zama, un escritor desplazado que escribe sobre Paraguay y la literatura de frontera mientras él vive en Mendoza. Ni siquiera está en Buenos Aires. Por supuesto, Juan José Saer o pienso ahora en Selva Almada o pienso en Patricio Pron. Andrés Neuman, un desplazado, un escritor que se queda a vivir donde murieron los padres, en Málaga. Toda mi formación literaria se hizo durante el exilio argentino en México, todos los amigos de mi madre la mayoría eran argentinos, de Córdoba. Un antiguo amigo de mi madre, Eduardo Remedi, que murió el año pasado ya, dejaba muchos libros en la casa. Y luego yo los leía. Para mí él es mi padre literario.

–La literatura mexicana también le debe a la literatura gringa…

–Es verdad. Le debemos mucho al norte y le debemos mucho al sur. Las mejores traducciones en esas épocas se hacían en Argentina y llegaban aquí, mucho después se hicieron en España. Yo pienso mucho en lo que hace Coetzee, el Premio Nobel, y él dice, olvídense del eje Nueva York-Londres-Barcelona, hay que construir un nuevo eje y pensar en un eje del hemisferio sur. Todos los años lleva escritores tanto de Sudáfrica como de Australia a Argentina. Ese es el eje, dice.

Mónica Maristain
Es editora, periodista y escritora. Nació en Argentina y desde el 2000 reside en México. Ha escrito para distintos medios nacionales e internacionales, entre ellos la revista Playboy, de la que fue editora en jefe para Latinoamérica. Actualmente es editora de Cultura y Espectáculos en SinEmbargo.mx. Tiene 12 libros publicados.
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