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Martín Moreno-Durán

02/10/2019 - 12:05 am

De cómo perdió Sheinbaum el control de CdMx

Durante los días violentos en la CdMx – anarquistas, feministas y diversos grupos de choque destruyendo inmuebles, atacando de manera abierta a comercios y a empleados, vandalizando la puerta principal de Palacio Nacional, agrediendo físicamente a policías y a periodistas y actuando con salvajismo urbano bajo un manto de impunidad -, Sheinbaum volvió a desaparecer de la escena gubernamental.

“La CdMx ha sido, desde el año 2000, el bastión político de López Obrador, cuando a golpe de votos ganó la Jefatura de Gobierno, mientras Vicente Fox llegaba a Los Pinos”. Foto: Galo Cañas, Cuartoscuro

+ Sin programas sociales, sin fuerza de seguridad

+ Simple encargada del despacho

– Yo no voy a contradecir al Presidente…-, ha dicho Claudia Sheinbaum a la hora de tomar las decisiones claves y de fondo para la Ciudad de México. Cierto: quien decide lo más importante para la capital del país, se llama Andrés Manuel López Obrador. Sheinbaum ejerce funciones más parecidas a una encargada del despacho que a una Jefa de Gobierno.

Ese evidente vacío de autoridad desde la jefatura de Gobierno, comienza a causar estragos en la funcionalidad de la CdMx. La falta de personalidad propia de Sheinbaum – de quien tengo personalmente una buena opinión, pero cuya eficacia no se ha reflejado para el bien de la ciudad -, se ha manifestado en actitudes frívolas y con un tufo de irresponsabilidad. Va un ejemplo:

Durante los días violentos en la CdMx – anarquistas, feministas y diversos grupos de choque destruyendo inmuebles, atacando de manera abierta a comercios y a empleados, vandalizando la puerta principal de Palacio Nacional, agrediendo físicamente a policías y a periodistas y actuando con salvajismo urbano bajo un manto de impunidad -, Sheinbaum volvió a desaparecer de la escena gubernamental. Sin liderazgo presente, en ningún momento salió a las calles para realizar recorridos y lanzar así el mensaje de que la autoridad estaba viva y actuante y que allí se encontraba para responder. No ocurrió así. Sheinbaum prefirió tuitear comunicados desde su oficina.

El domingo pasado, aún con la violencia palpitando en el centro de la CdMx, ante la emergencia en la Feria de Chapultepec donde fallecieron dos personas y todavía frescos los desmanes ocurridos en Glorieta de Insurgentes y Paseo de la Reforma, Sheinbaum optó por el adorno vía TW: invitar a los ciudadanos a un #ViernesDeKaraoke en el kiosko de la Alameda Central para conmemorar a José José.

¿En qué momento perdió Claudia Sheinbaum el control de la CdMx? ¿Qué eventos comprueban y contribuyen a su cada vez más notorio empequeñecimiento político ante la agrandada figura de López Obrador?

Echemos un vistazo a tres momentos en los que Claudia Sheinbaum cedió, en la praxis política, la jefatura de Gobierno a AMLO y debilitó su propia figura y trayectoria política:

SIN PROGRAMAS SOCIALES. Desde el arranque de la mal llamada Cuarta Transformación, Sheinbaum permitió que AMLO manejara directamente los recursos y beneficios de los tres programas emblema y puntas de lanza del Gobierno de la CdMx: Pensión Universal de Adultos Mayores, Becas “Prepa Sí” y Apoyo a Personas con Discapacidad, que suman un padrón de 815 mil beneficiarios y manejan un presupuesto global por 9 mil 623 millones de pesos. El Gobierno de Sheinbaum únicamente manejará Uniformes y Útiles Escolares. Y ya. Debilitada, Sheinbaum se limita a justificar por qué se dejó arrebatar esos programas y permitió que AMLO se los apropiara. La explicación de fondo, es una: son recursos que otorgarán votos electorales para 2021 y los necesita el Presidente para su proyecto político-ideológico-electoral.

SIN GRANADEROS. Guste o no reconocer, y más allá del argumento comodino de que “no somos un Gobierno que reprima” para evitar, así, el desgaste político a la hora de intentar garantizar la seguridad de comercios y habitantes de la CdMx durante marchas y manifestaciones, la desaparición del Cuerpo de Granaderos le ha hecho un agujero negro a la capital en su seguridad, permitiendo que cualquier grupo violento – llámense anarcos, feministas, de la CNTE u otro más – haga y deshaga, literalmente, lo que se le pegue la gana con la ciudad, bajo un ritmo violento e impune. Hoy por hoy, la CdMx está a la deriva en cuestiones de seguridad. Los granaderos eran el principal dique de contención de grupos violentos, y hoy ya no están porque Sheinbaum nos vendió el discurso de que los granaderos “se utilizaban para reprimir”. No, señora. Meter en orden a violentos y proteger a ciudadanos pacíficos no es “reprimir”, sino garantizar la obligación constitucional que la autoridad capitalina tiene al respecto. Desaparecer a los Granaderos fue un error mayúsculo que hoy todos, sin excepción, estamos pagando.

SIN LIDERAZGO. Claudia Sheinbaum decidió no incomodar a AMLO y le dejó el control de la CdMx. Se entiende que le sería poco rentable pelearse con el Presidente. No es por ahí el asunto. No. Sería suicida políticamente que siquiera lo intentara. Empero, sí está obligada por ley – más allá de conveniencias y estrategias políticas-, a garantizar la seguridad de los capitalinos, de aquellos que votaron y quienes no votaron por ella en julio de 2018. La política de AMLO en la CdMx es permitir que los vándalos ataquen sin que nadie los enfrente, por temor a ser calificado de “represor”, y ante ello, Sheinbaum cierra la boca y agacha la cabeza. Cómo estarán las cosas que López Obrador pidió a los ciudadanos, el lunes pasado en su mañanera, que este 2 de octubre integren “cordones ciudadanos de seguridad” (¿?) para enfrentar a los grupos violentos. Es decir: asúmanse como autodefensas y defiéndanse como puedan. Todo ello ocurre ante la manifiesta ausencia de liderazgo de Sheinbaum.

*****

Las cifras reprueban a Sheinbaum en el renglón de seguridad:

Los secuestros aumentaron en 550 por ciento; las extorsiones, en 127 por ciento, y los homicidios en 48 por ciento, según Semáforo Delictivo.

La CdMx ha sido, desde el año 2000, el bastión político de López Obrador, cuando a golpe de votos ganó la Jefatura de Gobierno, mientras Vicente Fox llegaba a Los Pinos. Esa hegemonía política se ha mantenido durante 19 años.

Pero el ejercicio del poder – ya lo sabemos – desgasta y derrota.

AMLO es hoy, al mismo tiempo, Presidente y Jefe de Gobierno capitalino.

Y Claudia Sheinbaum así lo ha permitido.

Sin duda.

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Martín Moreno-Durán
Periodista. Escritor. Conductor radiofónico. Autor de los libros: Por la mano del padre. Paulette, lo que no se dijo. Abuso del poder en México. Los demonios del sindicalismo mexicano. El Derrumbe Retrato de un México fallido. El Caso Wallace. 1/Julio/2018: Cambio Radical o Dictadura Perfecta, y de la novela Días de ira.

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