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Guatemala, 3 sep (EFE).- El juez Miguel Ángel Gálvez ordenó hoy la prisión provisional del ex Presidente de Guatemala Otto Pérez Molina, acusado de liderar una red de corrupción conocido como “La Línea”.

“Esta es únicamente prisión provisional y no preventiva”, aclaró Gálvez en la primera audiencia del caso y ordenó el traslado a una cárcel en el Cuartel Militar Matamoros, en la capital, de Pérez Molina, quien hoy dejó de ser presidente de Guatemala luego de que el Congreso aceptara su dimisión.

El juez explicó que la medida de arresto provisional obedece al peligro de fuga y busca garantizar tanto la vida de Pérez Molina como que mañana continúe la audiencia de primera declaración del imputado.

El abogado del ex mandatario, César Calderón, trató de impedir la prisión provisional al interponer un recurso, por considerar que se violaba la presunción de inocencia, pero el juez lo rechazó.

“La prisión provisional es para garantizar la seguridad de Pérez Molina”, enfatizó el Juez, que convocó para mañana la continuidad de la audiencia.

La Fiscalía imputó este jueves a Pérez Molina los delitos de asociación ilícita, cohecho pasivo y caso especial de defraudación aduanera.

Pérez Molina es acusado por la Fiscalía y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), un organismo de la ONU, de dirigir una red de corrupción en el ente recaudador de impuestos en los que habría incurrido entre el 8 de mayo de 2014 y el 16 de abril pasado, en complicidad con al menos 28 personas, incluida Roxana Baldetti, quien renunció a la Vicepresidencia en mayo pasado y cumple arresto preventivo por el caso.

El oficial de la Policía Nacional Civil (PNC, Julio Cordón), fue delegado por el juez para trasladar a Pérez Molina al cuartel Matamoros.

Pérez Molina se presentó de forma voluntaria al juzgado esta mañana, cuando aún era presidente de Guatemala, pero este mismo jueves el Congreso aceptó la renuncia al cargo que presentó en horas de la madrugada para someterse a la Justicia.

Durante más de tres horas el fiscal del Ministerio Público (MP), José Morales, ha presentado en la audiencia escuchas telefónicas y fotografías de integrantes de la organización, desmantelada el 16 de abril pasado con el apoyo de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (Cicig).

En la mayoría de escuchas ha salido a relucir el nombre de Juan Carlos Monzón, prófugo de la justicia y exsecretario privado de la exvicepresidenta Roxana Baldetti, como el supuesto jefe de la organización.

En una de ellas un integrante de la red señala que le entregaron 2,3 millones de quetzales (más de 298.700 dólares), “lo que es un platal”.

En una conversación entre Monzón, identificado como “JC”, en noviembre de 2014 con el entonces jefe de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), Carlos Muñoz, ahora detenido, el prófugo de la justicia le dice al funcionario que él es el “dueño absoluto de la tienda”.

“Hoy voy a dormir tranquilo”, le responde Muñoz.

Esa escucha, dijo el fiscal, “demuestra el poder de dar instrucciones” que tenía la red.

En otra escucha también con un miembro de la organización, Monzón le inquiere que si es cierto que por instrucciones del presidente y la vicepresidenta sacaron una mercadería del puerto, pero responde que “son mentiras”.

Durante el receso, el juez Gálvez explicó que Pérez Molina puede salir de la sala debido a que se presentó de forma voluntaria para enfrentar a la justicia.

A su retorno, tocará el turno de exposición a la Cicig, como querellante adherida en el proceso, y también a la defensa de Pérez Molina.

Con base en los argumentos de las partes, Gálvez deberá decidir si deja o no en prisión preventiva a Pérez Molina.

SI ME HUBIERA QUERIDO IR, LO HUBIERA HECHO

Durante la comparecencia, el ex Presidente aseguró a los periodistas en el Juzgado B de Mayor Riesgo: “Si me hubiera querido ir del país lo habría podido hacer. Incluso hace dos días o el mismo día de ayer. Pero siempre lo dije: voy a respetar el debido proceso y voy a dar la cara”.

“No estamos dispuestos a salir huyendo ni corriendo. Estamos dispuestos a asumir la responsabilidad para aclarar esta situación”, agregó el exgobernante y general retirado, quien fue enviado a prisión provisional por el juzgado.

El ya expresidente se acercó a los medios tras la audiencia y ratificó nuevamente su inocencia, desvinculándose de las más de 35 escuchas telefónicas presentadas por el Ministerio Público (MP) en su contra durante la diligencia judicial, incluida una en la que le da órdenes al exdirector del ente recaudador de impuestos.

Las pruebas exhibidas, dijo Pérez Molina, “no tienen consistencia” y algunas de las supuestas evidencias que lo comprometen “están basadas únicamente en las escuchas”.

“Eso lo hablaré mañana con el juez, cuando me toque hablar, para hacerle saber con todo respeto cuáles son los puntos de vista para que él tenga argumentos suficientes para poder discernir entre lo que presentó el MP y lo que yo aclare”, agregó Pérez Molina.

Pérez Molina, de 64 años, fue ingresado este jueves en una cárcel que funciona en el cuartel militar Matamoros, en la capital, como ordenó el juez Miguel Ángel Gálvez.

Un tumulto de personas apostadas en la ruta gritaba “si se pudo” al paso del vehículo que transportó a Pérez Molina desde la Torre de Tribunales hasta el cuartel militar.

“Corrupto”, fueron otras de las consignas, mientras la Policía se abría paso para ingresar al exmandatario a la instalación.