Obama dura menos de 24 horas pero se lleva mensaje de Peña Nieto: terminó la “era de oro” de EU en México

04/05/2013 - 12:05 am
Obama avión
El adiós. Foto: Antonio Cruz, SinEmbargo

Ciudad de México, 4 de mayo (SinEmbargo).– Iban ya en el avión presidencial, en el famoso Air Force One, cuando el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, hizo un balance de la cumbre con el Presidente mexicano Peña Nieto.

“El Presidente [Barack Obama] cree firmemente que esta fue una visita muy positiva, que permitió a los líderes de los dos países hablar sobre una variedad [de temas] de maneras en las que estamos cooperando como país”, dijo.

La nueva relación, dio a entender Carney, “es más grande que nuestra alianza en seguridad”. Estados Unidos, agregó, “no va a dictar al gobierno [de Peña] cómo estructura su respuesta a la violencia que amenaza a la seguridad de México”.

“Obviamente tuvimos una muy fuerte relación de cooperación para lidiar con estos asuntos de seguridad y estoy seguro que el presidente Peña Nieto aprovechará ese progreso y éxito”, abundó.

Barack Obama duró menos de 24 horas en suelo mexicano. En su primer encuentro con su homólogo Peña Nieto, ambos acordaron una agenda multitemática enfocada en el comercio. Apenas tocaron el tema de migración y narcotráfico, en donde, según distintas fuentes, los mexicanos han decidido alejar a los estadounidenses.

El mandatario estadounidense se llevó un mensaje: que en seguridad, México ha cambiado sus prioridades y no incluye a Washington.

En la reunión del pasado jueves en Palacio Nacional, el mandatario estadounidense fue tajante. “El tema más importante en esta visita en la relación Estados Unidos-México es el comercio”, dijo.

Antes, Peña Nieto había dicho que su prioridad era generar seguridad a los mexicanos.

Los estadounidenses pusieron un gran esfuerzo, durante seis años de la administración de Felipe Calderón Hinojosa, en empujar a México la captura de los capos. Fue el inicio del peor periodo de inseguridad en el país.

Ese día, los mandatarios acordaron impulsar una mayor integración económica, y anunciaron reuniones de primer nivel entre ambos gobiernos, un grupo de diálogo, para potenciar la relación económica y comercial entre ambos países.

Y ayer, ante  jóvenes que presentes en el Museo Nacional de Antropología, Obama pidió dejar de lado “viejos estereotipos” en la relación bilateral.

“Es momento de dejar de lado a los que solo ven el México ‘de la violencia’, así como a los que piensan que Estados Unidos trata de ‘imponerse’ en la relación bilateral.

“Veo a un México que está tomando el lugar que le corresponde en el mundo”, dijo. “Un ‘nuevo México’ está emergiendo. En el que los ciudadanos se están plantando contra la violencia y la impunidad”, continuó.

Los diarios de EU, The New York Times y los Angeles Times, destacaron la falta de profundidad en los dos temas primordiales en la agenda bilateral.

El viernes, el rotativo de Nueva York publicó que Obama y Peña evitaron comprometerse mutuamente en dos temas bilaterales muy delicados: reforma migratoria y la lucha contra el narcotráfico.

“En una hora de conferencia de prensa luego de una reunión privada, Obama y Peña Nieto repetidamente desviaban su conversación pública de los temas de seguridad y problemas fronterizos que por mucho tiempo han dominado ese tipo de reuniones de alto nivel, para enfocarse mejor en la vasta relación económica entre ambas naciones”, escribió.

Por su parte, Los Angeles Times coincidió en que a pesar de que el tema de la seguridad salió a relucir en la reunión del jueves, Obama evitó profundizar en él insistiendo que en el diseño de la estrategia de cooperación la última palabra la tendrá el gobierno mexicano.

“Obama y su colega mexicano Enrique Peña Nieto buscaron enfatizar una sociedad comprometida con el crecimiento económico, intercambios educativos y fortalecer la frontera, minimizando la posición dominante que el combate a los cárteles de las drogas ocupó en años recientes”, publicó.

MIGRACIÓN 

Ayer, en un discurso más comprensivo, el Presidente de Estados Unidos reconoció que su país se ha fortalecido con las “contribuciones extraordinarias” de los inmigrantes de México y de los estadounidenses de origen mexicano, que “enriquecen” a ciudades como la suya, Chicago.

“Sin el gran apoyo de los hispanos, incluyendo muchos mexicano-americanos, yo no estaría ante ustedes hoy como presidente de Estados Unidos”, declaró entre aplausos.

El sistema de inmigración que existe hoy en Estados Unidos “no refleja nuestros valores”, afirmó al defender la necesidad de aprobar una reforma migratoria y su decisión de suspender el año pasado las deportaciones de cientos de miles de jóvenes que llegaron indocumentados a su país cuando eran niños.

“Por encima de todo”, la reforma migratoria que estudia actualmente el Senado estadounidense “da a millones de indocumentados una vía para ganarse la ciudadanía y soy optimista sobre que, después de años de intentos, finalmente la vamos a sacar adelante”, aseguró Obama.

La seguridad fronteriza debe seguir fortaleciéndose, a su juicio, pero la solución “a largo plazo” para el problema de la inmigración ilegal es “un México próspero y que crece, que crea más puestos de trabajo y oportunidades”.

Por su parte, Andrés Manuel López Obrador, presidente del Consejo Nacional del Morena, pidió a Barack Obama que cumpla con su compromiso de la Reforma Migratoria, para así garantizar el derecho universal a la vida de millones de personas que se encuentran en esa situación legal.

Por medio de un “informe básico”,  que publicó por Twitter, el político tabasqueño manifestó al mandatario estadounidense un decálogo con respecto a la actual situación política, social y económica de México.

El jueves, Peña Nieto dijo que fueron acordadas acciones conjuntas para tener una frontera segura, que beneficien al tránsito de personas y de bienes, así como un mecanismo facilitador del desarrollo de pequeñas y medianas empresas.

NARCOTRÁFICO 

Sobre la cooperación en materia de narcotráfico, el Presidente Enrique Peña Nieto fue claro: “La nueva estrategia tiene como prioridad reducir la violencia”.

“Es una tarea irrenunciable del Estado mexicano combatir el crimen organizado y la violencia y son parte de una misma estrategia con el gobierno del Presidente Obama”, dijo.

Por su parte Obama dijo que no creía que la legalización de las drogas “sea la respuesta” contra la violencia y “tanto sufrimiento” en México.

Pero reiteró su compromiso con “reformas de sentido común” en Estados Unidos para que las armas no caigan en manos de personas peligrosas y salvar así vidas en ambos países.

“Mientras tanto, vamos a seguir aumentando la presión sobre los traficantes de armas que traen armas ilegales a México”, prometió.

Barak Obama manifestó su apoyo a Peña Nieto por reducir la violencia en el país. El mandatario estadounidense asumió su responsabilidad en la reducción de la demanda de drogas y en la ventas de armas que terminan en México.

“Lo que le dije al Presidente Peña Nieto es que apoyamos el trabajo de México para reducir la violencia y el narcotráfico” y aceptó la responsabilidad de EU en perseguir el delito y atacar el consumo.

en Sinembargo al Aire

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