Bitácora de un debutante. Día 26…

04/06/2012 - 12:00 am


Hice cuatro veces Matemáticas I en la prepa, sin embargo puedo decir que ya casi no me acuerdo de nada. ¿Cómo era eso de >,< , =? ¿Cómo era eso de los conjuntos? Que si un número o una familia de números estaba incluida en otro conjunto, etcétera. Me acuerdo del conjunto vacío como término, pero no me acuerdo bien qué significaba, sí puedo aseverar era un conjunto que no contenía nada; de eso estoy seguro. Con estos conocimientos matemáticos que demuestro y que son casi nulos, quiero hacer un ejercicio de lógica matemática.

Hubo 131 alumnos de la Ibero en el famoso video que dio paso a la génesis del #Yosoy132.

Decir #Yosoy132 significa que todos los que se adhieran a dicho movimiento constituyen el grupo o masa de números que es mayor > a 131. (¿Se pone así o al revés?)

Recapitulemos, en la protesta de la Ibero además de las pancartas de “Atenco no se olvida” y “La Ibero no te quiere”, había algunas otras de apoyo, que según recuerdo una decía “Contigo hasta los Pinos”. Pasado el evento de la Ibero, el PRI acusa a los manifestantes de no ser estudiantes, sino porros o acarreados. Televisa edita las imágenes de los hechos y presenta una imagen distorsionada de lo que fue aquello; le dice al gran público que la presentación de Peña Nieto en la Ibero fue un éxito, muestra las pancartas de apoyo y menciona que quizá hubo algunos incidentes menores.

Los jóvenes siendo cobardemente descalificados con infundios por parte de destacados priistas y notando el claro sesgo y parcialidad de Televisa, se exasperan con justa razón y al día siguiente dan la cara para defenderse y más importante aún, señalar lo infundado de las acusaciones y lo falso de la información televisiva. A éstos jóvenes luego comienzan a añadírseles muchos más y de ahí nace la idea de #Yosoy132.

Volviendo a las matemáticas, dijimos que todo lo que está por encima de 131 es mayor a él y esto bien puede extenderse hasta el infinito o hasta que se agote la población juvenil mexicana, población mexicana o en última caso mundial; sería imposible llegar al infinito. Entonces, ¿en qué conjunto podemos inscribir a los que aquél mismo día apoyaban a Peña Nieto? Me imagino que la respuesta ya la tienen ustedes, y no es otra que “en los números negativos, profesor” y yo digo “muy bien muchachos”.

Se ha vuelto tanto el furor juvenil y sobre todo adulto ya desde la ciudadanía o la crítica especializada, que no sé si alguien lo haya notado: volvimos a los que no están en el #132 y en la corriente dominante, “números negativos”.

Y el riesgo me parece que no es menor; apoyar a Peña Nieto es válido y se está negando a esa parte de la juventud que puede tener sus razones y convicciones para hacerlo. La amenaza es iluminar a una parte de la juventud y ensalzarla y a la otra condenarla a las tinieblas y hacernos creer que por no estar en un conjunto numérico particular, entonces NO PERTENECEN a la juventud. Se está polarizando lo que está bien y lo que está mal en términos juveniles y ciudadanos. Marchar y agitar pancartas está bien, lo otro supondrá entonces ser un apático, un abnegado, oscurantista, un anciano prematuro o quizá a algún joven le dirán “Judas”, o peor aún en la escala de valores juvenil: “priista”.

Exhorto desde este espacio a la posibilidad de disentir y la posibilidad de la no adherencia a los movimientos particulares por juveniles, apartidistas y genuinos que estos sean. Enfocar a unos jóvenes es quitar de escena a otros tantos, y eso es un lujo que no podemos permitirnos.

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