Investigación

El monopolio del PRI en Edomex usa pobreza y asistencialismo: especialistas

07/07/2016 - 12:05 am

“El Estado de los contrastes”, así define un investigador al Estado de México. En la tierra del actual Presidente de la República son comunes las colonias que tienen una zona para ricos y otra para los muy pobres, sólo divididos por unas cuantas calles pero con una realidad que es, por completo, diferente; que tiene grandes territorios industriales, de los principales del país, y por otro lado pueblos donde comunidades indígenas apenas sobreviven a la pobreza.

Foto: Cuartoscuro
El Estado de México es la entidad del país donde el número de pobres crece con mayor rapidez. Foto: Cuartoscuro

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Ciudad de México, 7 de julio (SinEmbargo).– A pesar de la riqueza que el Estado de México tiene, al ser una región en la que comulgan grandes zonas industriales, múltiples actividades económicas y el mayor número de habitantes del país, las personas en condiciones de pobreza aumentan año con año, de acuerdo con las cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

Los últimos resultados presentados por este organismo, hasta el cierre de 2014, revelan que el Estado de México fue la entidad del país que generó más pobres. Hoy está dentro de las 10 entidades con el mayor número de habitantes en pobreza y pobreza extrema a nivel nacional. Actualmente hay un total de 8 millones 269 mil 852 pobres, y de las ocho carencias medibles por el Coneval la población mexiquense presenta seis: rezago educativo, seguridad social, servicios de salud, calidad y espacios de vivienda, servicios básicos en la vivienda y la alimentación. En lo que respecta a los ingresos, más de un millón de personas pasaron a estar por debajo de la línea de bienestar mínimo.

Sólo el 17.4 por ciento de la población no es pobre y no es vulnerable a serlo. Tanto la población con ingreso inferior a la línea de bienestar como la población con ingreso inferior a la línea de bienestar mínimo han aumentado 22.96 por ciento y 79.46 por ciento, respectivamente, en seis años; es decir, el incremento de las personas en situación de pobreza extrema es la que se ha recrudecido en ese periodo.

Por otro lado, la entidad es la que más aporta al Producto Interno Bruto (PIB) Nacional, después de la Ciudad de México, con 9.3 por ciento del total.

El Estado de México es la entidad más poblada del país; en 2016 se contabilizaron 17 millones 026 mil 314 habitantes. En él, habitan 724 personas por kilómetro cuadrado, cuando a nivel nacional el número es de 61 personas por kilómetro cuadrado. Es una entidad formada en gran parte por migrantes, el 38.8 por ciento de sus pobladores nació en otro estado.

Eso es el Estado de México: un territorio de contrastes, dice Enrique Moreno Sánchez, académico de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) y miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SIN), en entrevista con SinEmbargo.

El especialista explica que en la entidad existen varios elementos que provocan la persistencia en los altos índices de pobreza y el poco bienestar con el que los mexiquenses viven: Está, por un lado, la falta de identidad de quienes habitan más cerca de la Ciudad de México y, por el otro, el poco conocimiento que se tiene de comunidades de origen indígena que aún habitan ahí.

La Ley de Derechos y Cultura Indígena del Estado de México reconoce la existencia de cinco pueblos originarios: Matlatzinca, Mazahua, Nahua, Otomí y Tlahuica. A raíz de movimientos migratorios, en la región también habitan 25 mil mixtecos, 14 mil mazatecos, 12 mil zapotecos, 9 mil totonacos y 6 mil mixes, la mayoría provenientes de estados como Guerrero, Hidalgo, Oaxaca y Veracruz.

Pero Moreno Sánchez menciona una causa más: el poder que ahí ha cimentado, durante más de 80 años, el Partido Revolucionario Institucional (PRI).

“Lo que el PRI ha hecho en el Estado de México es tomar decisiones en función de intereses políticos y eso no puede estar por encima de las necesidades de la mayoría de las personas; no puedes gobernar a partir de cierto interés político, ni sólo para medir cuánto vas a ofrecer con la gente para saber cuánto obtendrás […] No se puede vivir bajo el sistema del asistencialismo toda la vida”, comenta el académico.

POBREZA Y CARENCIAS A LA ALZA

Los cinco municipios más pobres del Estado de México tienen hasta al 84.1 por ciento de su población en pobreza. Son Zumpahuacán, San José del Rincón, Sultepec, Ixtapan del Oro y Luvianos.

En contraste, los cinco municipios “más ricos” de la entidad tienen sólo al 22 por ciento de sus pobladores en condiciones de pobreza. Esos ayutamientos son Coacalco de Berriozábal, Cuautitlán, Cuautitlán Izcalli, Metepec y Atizapán de Zaragoza, que si bien son los lugares donde menos se padece ese indicador, son sitios en que en los últimos años se han acumulado otros problemas graves: la violencia y la inseguridad.

“El Estado de México es de contrastes. Tenemos altos índices de pobreza y marginación, pero también zonas que son consideradas caras. Hay municipios que tienen un índice de calidad de vida estable, bueno, y otros no, como Nezahualcóyotl o Ecatepec, donde la pobreza y la marginación aún es elevada. Hay otros municipios como San José del Rincón o Ixtapan del Oro donde los índices de pobreza y marginación son elevados. En la periferia de la gran ciudad [la Ciudad de México] hay esta problemática […] Hay avances, pero no son los deseados. Han aumentado los servicios para reducir esta marginación, pero también el número de gente pobre se ha incrementado”, agrega el investigador.

Más ejemplos de esta situación son Ecatepec de Morelos, que tiene casi el 40 por ciento de su población en condiciones de pobreza, y  Nezahualcóyotl, con el mismo rango; les siguen Toluca, capital del estado, que tiene el 41 por ciento, y Chimalhuacán, con un 62 por ciento de sus habitantes en condiciones de pobreza.

A POBREZA COMO HERRAMIENTA POLÍTICA

El Gobernador Eruviel Ávila durante un evento con comunidades indígenas. Foto: Cuartoscuro
El Gobernador Eruviel Ávila durante un evento realizado con comunidades indígenas. Foto: Cuartoscuro

Según cifras del Coneval, el 41.5 por ciento de la población mexiquense tenía en sus viviendas algún nivel de hacinamiento; el 41.2 por ciento de la población ocupada percibía un ingreso de hasta 2 salarios mínimos y el 16.2 por ciento de la población mayor de 15 años no tenía la primaria completa.

En 2005, en el último año del Gobierno de Enrique Peña Nieto en esa entidad, sólo dos de cada 10 jóvenes recién egresados de la educación superior lograban emplearse.

El Índice de Desarrollo Humano Municipal en México (PNUD), concluyó que “El nivel de desarrollo humano del Estado de México se calcula mediante los logros de la entidad, en salud (0.826), educación (0.696) e ingreso (0.710), alcanzados en relación con los parámetros observados a nivel internacional. El resultado global para el desarrollo es un IDH de 0.742 en 2010, que es comparable con el nivel de desarrollo de países como República Islámica de Irán y Dominica.

“Si se compara el desempeño de los municipios con mayor y menor desarrollo, es posible reconocer que en el Estado de México coexisten condiciones de desarrollo similares a las de Qatar y Ghana”.

Del total de la población mexiquense, 12 millones 495 mil 225 están en edad de trabajar, pero sólo 7 millones 008 mil 772, tienen un trabajo, según cifras de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS). La principal actividad de ocupación es el comercio y en la industria manufacturera.

El grueso de la Población Económicamente Activa, gana de 1 a 5 salarios mínimos y la tasa de informalidad se mantiene en el rango de 55 a 60 por ciento desde 2005.

El ingreso promedio de la población ocupada es de 6 mil 008 pesos para los hombres y de 4 mil 633 pesos para mujeres.

Moreno Sánchez, sostuvo que en el Estado de México, una región con grandes atrasos, se le ha dado mucha importancia a la parte política pero no a los problemas de la sociedad.

“No se puede vivir dando despensas, gorras, camisetas, ayudas mensuales. Es necesario que cambie el diseño institucional, ya que un partido puede tener buenas ideas, pero hay mucha distancia en la traducción de los beneficios que la sociedad espera, que es la superación de la pobreza, la marginación y mejores índices de desarrollo humano”.

Agregó que el Estado de México no puede perder el control en decisiones tan importantes como la seguridad, la procuración y la impartición de justicia, “se le está yendo de las manos”.

“Mientras no haya decisiones que involucren el control, al desafío de organizar un nuevo orden de gobierno que permita una estrategia política a largo plazo, no temporal, seguiremos con los problemas que hoy se tienen”, puntualizó.

Daniela Barragán
Es periodista por la UNAM, con especialidad en política por la Carlos Septién. Los últimos años los ha dedicado al periodismo de datos, con énfasis en temas de pobreza, desigualdad, transparencia y género.
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