Sin obligación legal, el Estado sólo combate el hambre para la “foto bonita”: expertos; la Cruzada es precaria, dicen

09/05/2014 - 12:05 am
En Chalco, Estado de México, donde se inauguró el Programa Nacional de Solidaridad (Pronasol) durante la administración de Carlos Salinas de Gortari, EPN continúa uno de los proyectos más ambiciosos en el combate a la pobreza: la Cruzada contra el Hambre. Foto: Cuartoscuro
Expertos exigen al gobierno federal derecho a la alimentación para todos los mexicanos. Foto: Cuartoscuro

Ciudad de México, 9 de mayo (SinEmbargo).– Mientras no haya una legislación secundaria de la reforma constitucional del Derecho a la Alimentación, el combate a la pobreza alimentaria y la Cruzada contra el Hambre serán ineficaces para revertir la crisis de nutrición y desarrollo humano en México, denunciaron expertos en política social.

También consideraron que actualmente el mayor problema de la población en América Latina es el contraste de la distribución de la riqueza. Cuestionaron que en México viven 54 millones de personas en pobreza y con hambre, mientras el país ha alimentado que Carlos Slim Helú, un mexicano, sea uno de los tres hombres más ricos del mundo.

El director de Gestión Social (Gesoc), Alejandro González Arreola, aseguró que una legislación ayudaría a generar mejores condiciones de exigibilidad sobre resultados de los programas sociales, pero también a fijar criterios para las distintas dependencias encargadas del combate a la pobreza y al hambre.

“El reconocimiento al Derecho a la Alimentación es muy importante, tiene que ver con el cumplimiento constitucional. Con eso puedes abrir instancias legales y es importante porque establece los requisitos programáticos y de presupuesto, suficientemente comprensivos de cobertura en términos de programas eficientes para combatir lo que deben combatir [hambre y pobreza]”, aseguró el analista.

La falta de legislación secundaria también incide en la implementación del programa social estrella del gobierno de Enrique Peña Nieto, expresó por su parte el director de Oxfam México, Carlos Zarco Mera.

“Es una contradicción muy abierta que por un lado se da un programa como la Cruzada Nacional contra el Hambre, que puede tener una relevancia muy importante como un programa de gobierno, pero por otro no se hace nada por acelerar las leyes secundarias sobre el Derecho a la Alimentación”, dijo.

Advirtió que mientras no haya leyes secundarias esa ley sólo funciona para la “foto bonita”, pero no tiene ninguna efectividad ni en los programas gubernamentales, ni en el presupuesto federal, ni en las secretarías federales.

“Han pasado tres años sin una ley que diga cómo el gobierno y otros entes vamos a coordinarnos contra el hambre, es un síntoma muy fuerte de la disfuncionalidad de nuestras instituciones. Sería más retórica que algo efectivo para garantizar el derecho a la alimentación”, expuso el director de Oxfam.

Asimismo recordó que hace dos meses la organización fue invitada a un foro con diputados y senadores donde se trató el tema del derecho a la alimentación y él aprovechó para preguntarles las razones de la demora de la ley secundaria.

“Las respuestas fueron vagas: ‘hay que ponernos de acuerdo’, ‘es una cuestión de voluntad’. Pensamos que con la presión global que hay de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), hay un gran ambiente y México tiene todo para ser un ejemplo, pero los datos que tenemos es que hay pocos compromisos claros para garantizar el Derecho a la Alimentación en el país”.

Para los especialistas,  los resultados de la Cruzada Contra el Hambre aún no se ve ni se verán próximamente debido a que el proyecto tiene un proyecto de implementación que no está dando los resultados correctos.

“La cruzada está muy precaria en coordinación temática, de esfuerzo presupuestal y territorial, sigue estando en una etapa. Yo vería muy difícil  que para este año hubiera resultados, la focalización no es tan clara y no da todavía resultados muy satisfactorios”, dijo el director de Gesoc.

El director de la asociación civil explicó que hace falta un padrón único del programa, con lo que sería más fácil coordinar las coberturas y ver los resultados de los esfuerzos.

“El último reporte ellos han ofrecido datos de que se han logrado que 3 millones de personas mejoran su acceso a la alimentación, pero yo te diría que es muy temprano para tener evaluaciones”, detalló, por su parte, Zarco.

Ambos especialistas consideraron que en cuanto se apruebe la ley secundaria sobre el Derecho a la Alimentación, se podría mejorar y consolidar la Cruzada contra el Hambre y otros programas sociales.

“La vulnerabilidad social es lacerante y es imperdonable la proporción de personas [en condición de pobreza], sigue siendo muy alta pero tenemos los programas, el presupuesto y las condiciones económicas. Requerimos mejorar lo que tenemos, enfocarlo mejor, replantearlo y afinarlo, y lo veo viable”, dijo González.

Zarco agregó: “Nosotros como Oxfam estamos planteándole a la Cruzada la posibilidad de incorporar a la sociedad civil como factor de acompañamiento efectivo, para apoyar el fortalecimiento de producción de alimentos locales.

“En ‘Oportunidades’ se ha detectado  que el dinero que reciben las familias se utiliza para comprar comida chatarra en lugar de incentivar el consumo de alimentos en el huerto familiar que se ha probado, es una manera efectiva de mejorar la nutrición. Hay mucho potencial, pero estamos viendo muchos problemas de operación y de eficiencia a la hora de implementar acciones concretas”.

Hambre
En Latinoamérica crece la desigualdad social y México es muestra de ello, expone Oxfam. Foto: Cuartoscuro

CONTRASTE DE LA POBREZA

De acuerdo con datos publicados por Oxfam, durante la conferencia regional para América Latina y el Caribe, celebrada en Santiago de Chile, en América Latina hay 164 millones de pobres, 68 millones son indigentes y 47 millones sufren hambre.

Zarco explicó que México y Brasil son los dos campeones latinoamericanos de la pobreza, y en nuestro país son 54 millones de personas bajo esa condición, aunque ambos países tienen programas para combatirla, por lo que la cifra se ha reducido.

Sin embargo, destacó, aun cuando se ha registrado una disminución de la pobreza, también la desigualdad ha comenzado a crecer en México y en el resto de América Latina.

“Los poquitos avances que se dan vía política social y estas ayudas que se dan a gente con esta situación económica se están quedando rezagados y está haciendo que la riqueza que se genera esté muy mal distribuida y los índices de desigualdad sean ridículos. América Latina es la región número uno en desigualdad, nosotros sacamos un informe de cómo está la desigualdad en el mundo y en la región y son datos escandalosos de cómo estamos inhibiendo las posibilidades de desarrollo económico y superación de la pobreza a través de desigualdad”, advirtió.

Un ejemplo de esa desigualdad es que hay varios latinoamericanos entre los hombres más ricos del mundo, uno de ellos el mexicano Carlos Slim Helú, y en contraste millones de personas viven con hambre en la región.

“Esos poquitos se llevan casi el 50 por ciento de ingresos de la región, mientras 164 millones viven en increíble pobreza, entonces la brecha es enorme y cada vez se convierte más en el gran tema de América Latina. La Cepal, por ejemplo, propone la importancia de pactos nacionales por la igualdad, porque seguir esta tendencia de desigualdad no sólo es un tema de más hambre sino de mayor descomposición social, mayor debilitamiento de las democracias y de las instituciones que se supone que están para garantizar los derechos de la población.

“La desigualdad está en el corazón del debate y es el gran objetivo de cualquier política económica y social que quiera superar realmente la pobreza y la desigualdad”, explicó.

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