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FridaGuerrera

09/06/2018 - 12:02 am

Karina, olvidada por la insensibilidad gubernamental

Una niña de 13 años fue reportada como desaparecida en Oaxaca el 28 de abril de 2016 por su madre, una mujer de origen indígena, originaria de Candelaria Mixe, agencia municipal del municipio de Zacatepec Mixe, en la Sierra Norte de Oaxaca.

Karina, víctima de feminicidio en Oaxaca. Foto: Especial

El pasado 13 de julio de 2016, escribí mi primera columna sobre este caso: Una mujer fue encontrada violada y asesinada en el kilómetro 66+500 de la carretera México – Puebla, a la altura del municipio poblano de Santa Rita Tlahuapan. Las autoridades dieron por hecho que la mujer tenía aproximadamente 28 años. También dieron por hecho, al encontrar papel de baño y condones, que se trataba de una prostituta. Sin más investigación, el cuerpo mancillado de esta joven fue inhumado el 9 de abril de 2016, tres días después de su hallazgo, en una fosa común en el panteón municipal de Santa Rita Tlahuapan.

El único registro de la mujer era el siguiente: vestía blusa negra sin mangas y con encaje rojo en el cuello, brasier morado, pantalón de mezclilla color gris, calzón azul rey y sandalias rosas. Fue estrangulada, violada y abandonada en una cobija azul.

La desconocida 6 para las autoridades poblanas; el feminicidio 25 en Puebla en 2016; el feminicidio 302 en el país en ese mismo año de nuestro doloroso compendio. Su identidad la descubrí muy tarde.

Una niña de 13 años fue reportada como desaparecida en Oaxaca el 28 de abril de 2016 por su madre, una mujer de origen indígena, originaria de Candelaria Mixe, agencia municipal del municipio de Zacatepec Mixe, en la Sierra Norte de Oaxaca.

A finales de junio, luego de que el colaborador cotejara a las mujeres desaparecidas y las no identificadas de feminicidios, nos percatamos de que la ropa antes descrita, era muy similar a la de esa niña indígena desaparecida desde el 5 de abril de 2016 en esa entidad.

La mujer a la que se le señaló como una joven de 28 a 30 años, era en realidad Karina Reyes Crescencio. Sí, la misma niña desaparecida en Oaxaca, a la que su madre tardó 22 días en reportar porque ni siquiera sabía cómo hacerlo. La mujer no habla bien el español, no sabe leer ni escribir, y mucho menos cómo poner una denuncia o siquiera tomar el camión indicado para llegar a Ciudad Judicial para reportar la ausencia.

A más de dos años del feminicidio de esta niña, las fiscalías del Estado de Oaxaca y Puebla siguen sin dar respuesta a Elsa, la madre de la menor, una mujer que no rebasa el metro y medio de estatura; una madre que lo único que pedía era que su hija fuera regresada a su pueblo para ser enterrada con su hermana y padre, quienes unos años antes habían perdido la vida, una por enfermedad que nunca le explicaron a Elsa, y su esposo porque “tomaba” mucho.

Durante más de dos años, las autoridades de ambos estados han hecho caso omiso de este aberrante crimen.

Las preguntas se acumulan a pesar del tiempo: ¿Por qué?, ¿por ser indígena?, ¿por qué sabía que su madre, ocupada en el diario sobrevivir con el resto de sus hijos, no sabe cómo exigir justicia?, ¿por ser una más?, ¿por qué pensaron que al arrojarla a una fosa común nadie la buscaría?

Durante siete meses desde FridaGuerrera, nos dedicamos a reclamar para que las autoridades poblanas y oaxaqueñas regresaran el cuerpo de Karina a su madre. La exhumación y traslado del mismo se llevó a cabo el 9 de noviembre de 2016.

Finalmente, su madre, de ahora 37 años, tuvo frente a ella la caja donde se encontraban los restos de su hija, nacida el 5 de mayo de 2002 en uno de esos lugares que abraza la naturaleza, lleno de árboles, lluvia y magia.

El contexto

En 2011, la familia de Karina inmigró de su pueblo para instalarse en Pueblo Nuevo, Agencia Municipal, muy cerca de la capital de Oaxaca, buscando nuevas oportunidades de vida. Ahí, Elsa comenzó laborar como trabajadora doméstica, lavando y planchando ajeno. Su esposo, albañil de oficio, murió un par de años más tarde, esto provocó que Karina trabajará además de estudiar español y la primaria en la Agencia Municipal.

La pequeña laboraba en el restaurant de “Doña Carmen”, limpiando mesas, trastes y barriendo el lugar.

Hasta ahí llegaban infinidad de comensales, sobre todo traileros. Uno de ellos, de nombre Mariano, fue el que según declarantes se llevó a Karina, aquel 5 de abril de 2016. Tal vez drogada o borracha, porque la niña, como señalaron algunos de estos testigos, no se veía bien cuando abordó ese tráiler rojo.

Nadie supo más de ella.

El feminicida de Karina, sigue libre, tal vez agazapado ahora en un nuevo lugar, esperando para atacar a su siguiente víctima. Si es que no lo ha hecho ya.

A nadie le interesa dar con él, no se han generado los oficios necesarios para solicitar los resultados de la necropsia, ni siquiera han definido qué fiscalía tomará la investigación.

Karina no puede y no debe ser olvidada en los miles de casos de feminicidio que azotan a este país de la vergüenza. Karina no debe ser archivada en una carpeta no resuelta. Karina merece justicia y que quien se atrevió a lastimarla ser castigado.

También, las autoridades están obligadas a no permitir que este sujeto nuevamente viole, asesine y deseche como basura a una niña más, en el país donde el mensaje es claro para sujetos como Mariano: puedes asesinar, secuestrar, violar, arrojar como papel a una niña y difícilmente serás castigado.

Karina era una niña mixe que conoció a quien aprovecho la situación y se la llevó. No buscó ser asesinada, no provocó que este sujeto la violara. Tampoco les sugirió a las autoridades que no hicieran lo que deben, investigar y detener a quien la lastimó.

Desde este espacio pedimos, exigimos a las autoridades de Puebla y Oaxaca que detengan al feminicida de Karina, de lo contrario tenemos la certeza de que lo volverá a hacer. Y eso, como sociedad, no podemos permitirlo.

¿Quieres contar una historia de feminicidio, desaparición, o intento de feminicidio? ¡Búscame, ayúdame a visualizarlas!

@FridaGuerrera

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FridaGuerrera
Nació en la Ciudad de México el 15 de mayo de 1970 Terapeuta especialista en Desarrollo Infantil y Diplomada en Terapia Familiar Sistémica. Hasta 2006. Periodista freelance desde 2006, fotógrafa, columnista, iniciadora de medios alternativos en redes digitales en ese año, cubrió en Oaxaca el conflicto magisterial y de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca, vivió durante once años en Oaxaca, recorriendo los 570 municipios de esa entidad. Creadora de la Columna Rota desde 2007, Directora de FridaGuerrera.blogspot.mx el cual tiene diez años como medio informativo. Columinista de diversos medios de comunicación, NssOaxaca, Ciudadanía Express, Kaos En la Red, Indymedia México, AgenciaJM, Revista FrojimMX, AfondoEdomex, Presente Diario, Ciudad Tijuana Info, VICE en Español, Colaboradora semanal de Pamela Cerdeira en A Todo Terreno en MVS. Ex colaboradora de Julio Hernández López, en la JornadaTV y AstilleroTv. Ex Colaboradora de CIMAC noticias, Noticias Voz e Imagen de Oaxaca, iniciadora del proyecto periodístico RíoOaxaca. Activista pro defensa de Derechos Humanos en México. Premio Nacional Carlos Montemayor 2010. Sin títulos universitarios, pero con mucho compromiso por tratar de evitar que sigan siendo arrancadas de nuestras vidas, quitando cifras de feminicidio y poniendo sus rostros.

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