El precio de la austeridad

09/10/2022 - 12:00 am

Hay muchas cosas que no entiendo en esta vida, una de ellas es por qué deberíamos de confiar en que las empresas que explotan a los animales pueden ser juez y parte en la vigilancia y regulación de sus prácticas. ¿No hemos visto una y otra vez que se aprovechan del poder que les da sus monopolios en el mercado?

Hace unos días, el gobierno anunció como medida antiinflacionaria una licencia que exime a empresas como Bachoco, San Juan, Sukarne, Sigma Alimentos y Tuny de realizar trámites y verificaciones para importación ante SENASICA y COFEPRIS, esto bajo el argumento de evitar el encarecimiento de productos que pertenecen a la canasta básica.

Es preocupante observar cómo el gobierno prefiere hacer una omisión de sus propias medidas regulatorias porque las dependencias que lo conforman son ineficientes. El gobierno expresa que van a evitarles “el viacrucis” de pasar por dichas oficinas. Esta ineficiencia es inexcusable, los sistemas que no funcionan o que no sirven para su fin simplemente deben cambiar. Sin embargo, hay personas en nuestro gobierno que no quieren que las cosas cambien. Esta falta de voluntad de quienes operan instituciones de gobierno favorece a los grupos de interés que tienen dominado y frenado el avance, no sólo para el bienestar animal, sino también para la salud de las personas.

Esta medida antiinflacionaria les está dando un poder desmedido a empresas que de por sí ya dominan sus respectivos mercados. Foto: Sinergia Animal

Esta medida antiinflacionaria les está dando un poder desmedido a empresas que de por sí ya dominan sus respectivos mercados, y que por lo tanto tienen amplio control sobre el precio y las condiciones de compra y venta de sus productos. Recordemos que la finalidad de estas empresas es la de crear riqueza para sus accionistas, sin que la salud de las personas, el sufrimiento de los animales ni la depredación del medio ambiente sean factores preponderantes.

Como resultado de las medidas de austeridad de gobierno, tanto SENASICA como COFEPRIS no cuentan con el personal, ni recursos necesarios para llevar a cabo su labor de regular y verificar cómo llevan a cabo sus procesos sanitarios. No sé ustedes, pero por más bajos que sean los precios para la canasta básica, no puedo celebrar que habrá una libre entrada a nuestro país de insumos que pueden crear otras pandemias y enfermedades, vulnerando adicionalmente a los animales y al planeta. Sin salud no hay nada, y estamos a nada de que esta austeridad anule la vigilancia y la supervisión de por sí ya insuficiente que se debe dar a las empresas que dominan sus mercados.

Ayúdanos a defender a los animales de la ineficiencia y falta de voluntad del gobierno, firma nuestra petición de la campaña Toca Regular. Tu firma nos brinda la fortaleza para demostrar que a los mexicanos nos importa esta situación tan seria.

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