La creadora reconoció que la situación tanto en México como en otros países no es fácil, por lo que tuvo que buscar patrocinadores para poder montar su exposición “Libros desbordados”.
México, 10 de enero (EFE).- La fotógrafa mexicano-francesa Lorena Velázquez criticó este viernes, en declaraciones a Efe, la falta de apoyo a la cultura en México y que la actual administración federal “ha limitado mucho en sus recursos”.
“Con la nueva política cultural no tuve el apoyo financiero de parte del Gobierno mexicano”, denunció la artista, que tuvo que buscar patrocinadores para poder montar la exposición “Libros desbordados”, instalada hasta el 31 de enero en el Instituto Cultural de México en Francia, ubicado en París.
Velázquez también reclamó, entre otras medidas, una mayor protección social o un mejor sistema de jubilaciones para los creadores, a la vez que puso en valor el buen nivel de los artistas que existen en México y, más específicamente, en el campo de la fotografía.
Sin embargo, la creadora reconoció que la situación tanto en México como en otros países no es fácil.
“En la actualidad vivimos en un mundo sumamente complejo y ha sido muy difícil hacer esta exposición (Libros desbordados)”, señaló la artista, quien recordó la complicada situación que también está atravesando la capital francesa debido a las protestas en contra de la reforma de las pensiones planteada por el Gobierno de Emmanuel Macron.
Pero, a pesar de ello, “Libros desbordados” se ha podido montar, siendo una profunda admiración por la naturaleza el eje principal de la iniciativa.
La exposición, en la que se presentan seis libros realizados por Lorena Velázquez, se define por su gran originalidad, ya que la museografía y la curaduría fueron realizadas desde México por Luis Rodríguez.
Este profesional “se valió de la tecnología y la maquetación 4D para conocer el espacio sin poner un pie en él”, explicaron desde la organización de la iniciativa.
Velázquez explora en sus obras los límites entre naturaleza y cuerpo humano, al mismo tiempo que expone los “escenarios posibles de un mundo destruido por la raza humana”, en el que los animales, la vegetación y los seres vivos “han perdido su esencia”, describieron los curadores de “Libros desbordados”.
