La curva en Acapulco logró alcanzar una fase de descenso luego de que en un fin de semana se registrara una saturación por casos de la COVID-19.
Ciudad de México, 10 de junio (SinEmbargo).– Hace casi tres semanas, autoridades de salud enfrentaron “una dificultad” en Acapulco, Guerrero, cuando se alcanzó un punto de saturación por los contagios de la COVID-19, informó esta noche Hugo López-Gatell Ramírez, titular de la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud.
“En Acapulco, Guerrero, tuvimos una dificultad hace 2 semanas, casi 3 semanas, en especial en un fin de semana en el que llegamos a un punto de saturación. Tuvimos que intervenir de manera muy intensa. Gracias nuevamente a las fuerzas armadas, tanto a la Defensa como a la Marina, se amplió la capacidad”, explicó el funcionario durante la conferencia en Palacio Nacional.
“Gracias al Insabi que contribuyó a ayudar. Gracias a la filantropía, incluyendo a la fundación Teletón. Esto (la curva) ya tuvo una buena respuesta, ya hay una fase de descenso”, añadió.
“En terapia intensiva fue donde tuvimos la dificultad, sí rebasó en su momento, pero ahorita con capacidad renovada”, agregó el funcionario.
Esta semana se informó que las 70 fosas para personas fallecidas por la COVID-19 del panteón El Palmar de Acapulco ya fueron ocupadas y maquinaria del Ayuntamiento trabaja en la conclusión de las 300 proyectadas para víctimas de la pandemia de bajos recursos económicos.
El director de Maquinaria Pesada, Ponciano Bustos Sánchez, informó que se trabaja en la demolición del cerro que se encuentra a un costado del área donde se cavaron las primeras tumbas.
Dijo que se retirarán más de 5 mil metros cúbicos de tierra para aplanar el terreno y construir las fosas restantes con las que sumarían 300 espacios. En el lugar se observó que tres máquinas retroexcavadoras y cuatro camiones de volteo trabajan cerca de las fosas ocupadas.
–Con información de El Sur.
