México

Inmobiliarias se comerán también la Barranca de Tarango, pulmón de la CdMx, alertan ciudadanos

10/10/2017 - 10:00 pm

Cuando se construyó la Supervía Poniente, para evitar una especulación inmobiliaria, la Barranca de Tarango –el único pulmón que le queda al poniente de la Ciudad de México– fue decretada como Área de Valor Ambiental en 2009. Sin embargo, en junio de este año el Gobierno de Miguel Ángel Mancera denominó a la zona en la Gaceta Oficial como un Sistema de Actuación por Cooperación (SAC) argumentando que tiene un altísimo potencial para el desarrollo inmobiliario.

En el marco del derrumbe de edificios habitacionales nuevos en la capital del país tras los sismos, miles de colonos de la Delegación Álvaro Obregón y Martha Delgado Peralta, la ex Secretaria de Medio Ambiente de la Ciudad de México, exigen la derogación de este acuerdo porque su infraestructura de transporte e hidráulica está en riesgo.

Ciudad de México, 10 de octubre (SinEmbargo).– La Barranca de Tarango, la única que queda sin urbanizar al poniente de la Ciudad de México, está bajo el acecho de las desarrolladoras inmobiliarias luego de que en junio el Gobierno de la Ciudad de México determinó que la zona sea un Sistema de Actuación por Cooperación (SAC) a pesar de que en 2009 fue decretada como un Área de Valor Ambiental (AVA), advirtió Martha Delgado Peralta, integrante de la Fundación Pensar y la ex Secretaria de Medio Ambiente de la capital (2006-2012).

Esta barranca de 270 hectáreas se ubica en la Delegación Álvaro Obregón, al sur de la ciudad, y tiene una importancia estratégica para la recarga del acuífero capitalino, además de recibir la migración de flora y fauna expulsada por el boom inmobiliario. Durante la gestión de Marcelo Ebrard Causcabón se construyó la Supervía Poniente para conectar Santa Fe con el Anillo Periférico, por lo que para evitar que se generara una especulación mobiliaria, esta zona fue decretada como Área de Valor Ambiental destinada únicamente para actividades de conservación, restauración ecológica y actividades sin un alto impacto ambiental.

Después del derrumbe de edificios habitacionales seminuevos tras el sismo del 19 de septiembre, la Procuraduría General de Justicia (PGJ) de la Ciudad de México abrió 156 carpetas de investigación para determinar responsables con base en dictámenes. Ingenieros de la Universidad de Stanford revelaron que casi dos tercios de los 44 edificios que se derrumbaron en la capital fueron diseñados con el método de construcción denominado losa plana, con el cual los pisos son sostenidos por columnas de cemento. Esa técnica está prohibida en partes de Estados Unidos, Chile y Nueva Zelanda, reportó la agencia estadounidense Associated Press.

En este contexto, la ambientalista Martha Delgado dijo en entrevista con SinEmbargo que “la exigencia directamente al Jefe de Gobierno [Miguel Ángel Mancera Espinosa] es la derogación inmediata de este Sistema de Actuación por Cooperación y el respeto al decreto de 2009 de Área de Valor Ambiental. Es penoso que actúen como si no existiera el decreto o como si el área fuera compatible con el desarrollo urbano”.

Ante ello llamó a los legisladores y a la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT) de la Ciudad de México a sumarse a la demanda, ya que este asunto “viola gravemente” el derecho de los habitantes de la Ciudad de México a un ambiente sano.

VECINOS EN RIESGO

En la Barranca de Tarango habitan entre 10 y 20 mil viviendas. Los vecinos en riesgo interpusieron el 1 de septiembre una acción pública ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo para derogar el acuerdo y en la plataforma Change.org hay una petición con más de 7 mil firmas que exigen al Jefe de Gobierno que no desaparezca su “pulmón”.

Si se logran instalar edificios y comercios –aún no hay identificadas empresas interesadas– los obreguenses perderán la posibilidad de tener áreas verdes públicas y su infraestructura de transporte e hidráulica se verá comprometida por la llegada de 20 mil viviendas más pese a que no tiene la capacidad para ese uso, afirmó Delgado Peralta.

El 30 de junio de este año el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México publicó en la Gaceta Oficial un acuerdo para que la Barranca de Tarango sea considerada para un Sistema de Actuación por Cooperación argumentando que es una zona que la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) ha identificado con un altísimo potencial para el desarrollo inmobiliario.

“Le cambia totalmente el sentido y la vocación al Área de Valor Ambiental convirtiendo una zona que tiene un alto porcentaje de propiedad pública y algunos predios privados con uso de suelo de área verde en un terreno en donde van a poderse construir edificios, comercios y servicios donde no hay una infraestructura adecuada”, acusó la especialista en sustentabilidad.

Además, la integrante de la Fundación Pensar enfatizó que los Sistemas de Actuación por Cooperación “están bastante mal regulados”. En su definición están pensados para desarrollarse en predios que deban ser reciclados por su uso industrial; en predios altamente deterioridados; o cuando son áreas con infraestructura subutilizada (menos de la necesaria). En el caso de la Barranca de Tarango, dijo, ninguna de las tres causales está presente.

MOVIMIENTO DE LOS VECINOS

Miles de vecinos de la Delegación Álvaro Obregón rechazan la instalación de un basurero en su zona. Foto: Cuartoscuro.

El Movimiento Soy Obregonense se ha manifestado reiteradamente contra el intento de urbanización de la Barranca de Tarango, así como contra la instalación del Centro de Transferencia de Residuos Sólidos Urbanos (un basurero) en la Delegación sureña Álvaro Obregón por temor a que genere gases contaminantes, malos olores, fauna nociva, ruido y tráfico.

“Todo parece indicar que los asesores de [Miguel Ángel] Mancera no saben sobre la importancia ecológica que tiene la Barranca de Tarango, misma que ya había sido reconocida en 2009 o el cartel inmobiliario le ofreció una muy buena cantidad para urbanizar el último pulmón y parque vivo de la zona poniente de la Ciudad de México”, escribió Carlos Nader, miembro y vecino del movimiento.

El 25 de septiembre denunció que en la colonia Lomas de las Águilas estaban talando árboles, por lo que los colonos han montado guardias. “¿Ya dan por hecho el #SACÁlvaroObregón? ¿Por qué ya están talando árboles en la Loma de Tarango? Queremos más oxígeno, no más edificios”, tuiteó Nader.

La Secretaría de Medio Ambiente local aclaró que la tala es derivada de un programa de trabajo denominado “Mejoramiento, Rehabilitación, Restauración, Conservación y Mantenimiento de las Áreas de Valor Ambiental (AVA)”.

Además de luchar contra el boom inmobiliario, miles de vecinos se están organizando contra la instalación del Centro de Transferencia de Residuos Sólidos Urbanos (basurero) en la Avenida Cinco de Mayo ubicada en la colonia Merced Gómez.

En agosto marcharon, en septiembre clausuraron una construcción de un edifcio y por ahora tienen instalado un campamento en las calles de la delegación Álvaro Obregón a manera de presión para que el proyecto del gobierno capitalino sea cancelado.

Es una causa totalmente ciudadana y de vecinos que viven, transitan, consumen, juegan, comercian, conviven y estudian en la zona, aclaran en sus redes sociales.

Dulce Olvera
Reportera de temas de crisis climática, derechos humanos y economía. Egresada de la FCPyS de la UNAM.
en Sinembargo al Aire

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