VANGUARDIA DE SALTILLO

Coahuila: un joven quema la casa de la chica que le gusta porque le impedían verla

11/03/2017 - 1:10 pm

Diego Domínguez, presunto responsable de quemar la casa, decidió echar gasolina y prender con fuego el domicilio de los padres de la chica que le gusta, pues estos no le permitían verla: el señor Tiburcio Velázquez, de 70 años y su esposa María del Refugio López, ambos de oficio empacadores, temen por su vida y aseguran que el agresor enamorado ya tiene demanda por parte de ellos, pues se la ha pasado haciéndoles la vida imposible.

La casa de las víctimas fue incendiada con gasolina. Foto: vanguardia

Por Efrén Maldonado

Ciudad de México, 11 de marzo (SinEmbargo/Vanguardia).- Un joven de 18 años llamado Diego Domínguez roció gasolina en un domicilio de la calle Nicolás Regules de la colonia Ojo de Agua, Coahuila, porque los padres de la chica que le gusta no le permitían verla.

Fue a las 04:30 de la madrugada de este sábado cuando se reportó el incendio al Sistema Estatal de Emergencias, trasladándose de inmediato los cuerpos de emergencia quienes realizaron las maniobras correspondientes, por fortuna no se reportaron personas lesionadas.

“Fue Diego y unos Güercos, tiene una banda él, tiene una banda y los echa por delante. Ya había dicho que iba a venir a quemar la casa porque nos quiere ver muertos; hace mucho que vinieron y me quemaron el triciclo, por la niña porque a la niña no la dejamos salir”, dijo María del Refugio López

Tal parece que el malandrín responsable de estos hechos está enamorado de una de las hijas de el matrimonio afectado. Ellos tenían un ahorro de 70 mil pesos que lograron por alrededor de 3 años; ya que se estaban preparando para cuando ya no pudieran trabajar.

El señor Tiburcio Velázquez, de 70 años y su esposa María del Refugio López, ambos de oficio empacadores, temen por su vida y aseguran que Diego Domínguez ya tiene demanda por parte de ellos, pues se la ha pasado haciéndoles la vida imposible.

La casa es humilde, está en la calle Nicolás Regules y Morelos, en donde han vivido desde todo su vida. Por fortuna y dejando de lado los daños materiales y las pérdidas monetarias, ellos se encuentran bien y nadie resultó lesionado; pero se sienten impotentes y aseguran que eso no se quedará así.

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