Perros “estigma”: la violencia es contra ellos

12/10/2015 - 12:00 am

No existen los perros que son, por sí solos, agresivos. Existen razas que cargan con este estigma, pero expertos consultados por SinEmbargo desmienten la versión.

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¡Pero qué perro tan violento!… Foto: Shutterstock

Ciudad de México, 12 de octubre (SinEmbargo).– Existen algunas razas de perros que han sido constantemente señaladas como agresivas, y “peligrosas” es el adjetivo que suele utilizarse comúnmente para referirse a ellas.

Distintas variedades de tierrier como el american pitbull o el staffordshire; el dogo argentino; los rotweiler; doberman y algunos miembros de la familia de los mastines son constantemente señalados. Con anterioridad, hasta los bulldog y san bernardo llevaron esta etiqueta.

En la actualidad, algunos países han legislado para prohibir o regular la tenencia de algunas de ellas e incluso se ha obligado a propietarios a sacrificar a sus mascotas… pero ¿es cierto que estos son animales simple y llanamente agresivos?

Darwin Angulo, experto en conducta y adiestramiento canino consultado por SinEmbargo, explica que estas son concepciones erróneas, pues la tendencia que tienen todas las razas a ser agresivas es la misma: “Es cierto que ésta depende de algunos factores [como la función zootécnica del animal] pero la agresividad es principalmente inculcada: cuando un animal es cachorro y no es socializado correctamente desarrollará ciertos miedos e inseguridad, mismos que los harán agresivos”.

Según el experto, la crianza es un determinante para garantizar que cualquier perro, independientemente de su raza, conviva en armonía con los otros, sean personas o animales. Gerardo Huertas Arias, maestro en biología y miembro de la asociación internacional Protección Animal mundial, coincide y señala que la responsabilidad en la tenencia de las mascotas es imprescindible:

“Debido a que algunas razas fueron creadas para pelear o que tienen una tendencia mayor a ser dominantes, las personas que se hacen de algunos perros deben hacerlo conscientes de la responsabilidad que implica y los mecanismos de seguridad a desarrollar”.

De acuerdo con Huertas, para evitar accidentes, debe enseñársele a los niños cómo tratar con todos los perros, no importa su raza. Foto: Shutterstock
De acuerdo con Huertas, para evitar accidentes, debe enseñársele a los niños cómo tratar con todos los perros, no importa su raza. Foto: Shutterstock

“Debe existir un gran nivel de responsabilidad por parte de los dueños y una cultura de educación de los perros para que las mascotas no generen violencia –complementa Darwin Angulo– Es crucial que los dueños aprendan a comunicarse con sus perros e implementen técnicas positivas en el trato, no a base de gritos y golpes”.

En la comunicación y educación del animal, la actitud del propietario es importante. De acuerdo con un estudio publicado por Applied Animal Behaviour Science, y citado por Muy Interesante, “la conducta agresiva del perro se debe en mayor medida a la conducta agresiva del dueño”.

Esta investigación encontró que, independientemente de la raza, el grado de agresividad de una mascota era determinada por el carácter de su propietario y que, además, “los perros entrenados con castigo y refuerzo negativo tenían el doble de probabilidades de gruñir o morder a los extraños y tres veces más probabilidades de ser hostiles hacia los miembros de la familia”, explica la revista.

Las técnicas negativas en el trato de un animal, explica Darwin Angulo, consisten en creer que gritando, golpeando o agrediendo es como un perro entenderá. “Entonces el perro desarrollará temor y, dependiendo de su carácter, se volverá agresivo o demasiado sumiso”.

El adiestrador explica que lo “peligroso” que pueda resultar para los humanos el ataque de algún animal depende de diversas características de la raza, pero no de la raza misma: “por supuesto que un perro inseguro, nervioso y por ende agresivo de raza Yorkie [perros pequeños] no te causará el mismo daño que un pastor alemán. Cuando nosotros hablamos de lo ‘peligrosos’ que son consideramos, por ejemplo, su tamaño: mientras mayor sea el tamaño de cabeza y ancho del hocico, más fuerza de mordida tendrá”.

“Y por eso es importante –complementa el biólogo Huertas– desarrollar mecanismos de seguridad en los casos en que sea necesario. Si tienes un animal para guardia y protección éste debe saber cuáles son ‘las reglas del juego’ y a quién hay que obedecer. En el mundo canino estas reglas son necesarias. Ellos deben tener un “alfa” a quien obedecer.

“Pero, si se trata de un animal de compañía se tratará de un animal muy dulce. Yo conozco perros pitbull, por ejemplo, que son de lo más dulce del mundo. Las personas no deben olvidar que la genética y la herencia no son siempre las determinantes para su agresividad, sino que lo es, en mayor medida, la forma en que los crían”…

“Todos los perros son perfectamente sociables y, si desde cachorros enseña a estar en casa y en familia, no tendrán mayor problema”, concluye el adiestrador Angulo.

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“Conozco perros pitbull que son de lo más dulce del mundo” Foto: Shutterstock

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