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Disnea por COVID-19: ¿Qué es? ¿Cómo reconocerla y tratarla? ¿Cuáles son sus posibles secuelas?

12/11/2020 - 10:40 am

La falta de aire es uno de los síntomas más comunes de la COVID-19 y un factor importante de riesgo para los pacientes que la sufren durante la enfermedad.

Ciudad de México, 12 de noviembre (AS México).- Los pacientes de COVID-19 que ingresan con disnea, además de fiebre o tos, son los que tienen un peor pronóstico de la enfermedad, según ha explicado el médico internista Manuel Rubio-Rivas, miembro de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) y primer firmante de un estudio realizado en España sobre este tema. La disnea, o falta de aire, es uno de los síntomas más comunes, por eso es importante saber cómo reconocerla y cómo tratarla, así como las secuelas que puede dejar.

CÓMO RECONOCERLA

La disnea se produce cuando una persona siente dificultad o incomodidad a la hora de respirar, así como la sensación de no estar recibiendo suficiente aire. Se produce cuando el corazón es incapaz de bombear suficiente sangre para suministrar oxígeno al cuerpo. Esta patología es muy subjetiva, ya que no todas las personas respiran de la misma forma, pero el individuo puede identificarla al sentir ahogo o falta de aire mientras realiza un determinado ejercicio o actividad que antes toleraba bien.

Los pacientes con insuficiencia cardiaca pueden manifestar también ortopnea o dificultad para respirar cuando está tumbado, así como cansancio o fatiga muscular debido a que el corazón no bombea la cantidad necesaria de sangre. De igual forma, pueden aparecer hinchazones, sobre todo en las piernas, motivadas por la retención de agua y sal. Otros pacientes pueden reducir su capacidad para eliminar orina y sufrir oliguria. A menudo va acompañada también por nicturia, el aumento de la diuresis por la noche. Por último, puede manifestarse mediante plenitud gástrica, molestias intestinales, hinchazón abdominal, dolor en el lado derecho del abdomen, congestión de las venas del cuello, palpitaciones, mareos, síncopes, falta de apetito o incluso anorexia.

DIAGNÓSTICO

En el momento en que sintamos falta de aire o algún otro síntoma es importante mantener la calma y tratar de relajarnos para ver si disminuye el malestar, ya que, en muchas ocasiones, la disnea está provocada por estrés o ansiedad. En caso de que perduren los síntomas, especialmente con motivo de la pandemia, acudiremos al médico para comprobar si está provocada por la COVID-19. Especialmente si coincide con otros síntomas propios del virus como la fiebre o la tos.

Para realizar un diagnóstico preciso, se realizará un examen físico completo en el que se evaluarán de manera minuciosa, los pulmones, el corazón y las vías respiratorias altas. Los exámenes de diagnóstico que pueden realizarse son: pruebas de sangre, medición de la saturación de oxígeno en la sangre, ECG y ecocardiografía, radiografía del tórax, pruebas de la función pulmonar, prueba de esfuerzo o tomografía de tórax.

Los exámenes de diagnóstico que pueden realizarse son: pruebas de sangre, medición de la saturación de oxígeno en la sangre, ECG y ecocardiografía, radiografía del tórax, pruebas de la función pulmonar, prueba de esfuerzo o tomografía de tórax. Imagen ilustrativa. Foto: EFE

TRATAMIENTO Y POSIBLES SECUELAS

Una vez diagnosticada la disnea, se administrará un tratamiento determinado en función de la causa que lo provoque y su gravedad. En la mayoría de los casos se realiza un tratamiento causal en casa. Pero, si es grave, el tratamiento puede incluir terapia con oxígeno a través de una cánula nasal o mediante una máscara que se coloca sobre la nariz y la boca; traqueotomía, que es un orificio creado quirúrgicamente que atraviesa la parte frontal del cuello y llega a la tráquea; un ventilador para llevar el aire a los pulmones y sacar el dióxido de carbono; fluidos por vía intravenosa para mejorar el flujo sanguíneo en todo el cuerpo y otros tratamientos respiratorios, como ventilación con presión positiva no invasiva.

Es importante tratar bien esta patología para evitar futuras complicaciones respiratorias. Especialmente con motivo de la pandemia, ya que la disnea es en sí misma, además de síntoma, una de las secuelas que deja la COVID-19 en nuestro organismo, ya que el virus ataca a los pulmones.

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