Ciudad de México, 13 de diciembre(SinEmbargo).- Además de ser herramientas para manipular el mundo físico, las manos también son herramientas de percepción de los informes de sensaciones como la temperatura, la textura y del dolor mismo. Debido a esto, la dificultad de construir una máquina que pueda percibir la gran cantidad de información táctil y, de igual manera, reportarla al cerebro se ha convertido en el obstáculo a vencer en el desarrollo de prótesis.
En los últimos años los avances en las diferentes prótesis han ido en aumento, desde el control mental hasta el cableado de las fibras nerviosas. Ahora, un grupo de investigadores del Cleveland Veterans Affairs Medical Center y de la Case Western Reserve University dieron un paso más hacia estos apéndices tecnológicos sensibles al desarrollar una prótesis que le otorga al usuario el sentido del tacto.
Ahora, este equipo espera desarrollar un dispositivo que mejore de forma rápida y sustancial las funciones después de la lesión cerebral en humanos, sobre todo si se toma en cuenta que –tan sólo en Estados Unidos– no existe un tratamiento comercial para los 1.5 millones de personas, incluyendo soldados de Afganistán e Irak, que sufren lesiones cerebrales traumáticas (TBI, por sus siglas en inglés) o las cerca de 800 mil víctimas de accidente cerebrovascular que sufren debilidad o parálisis al año.
La nueva prótesis es un paso hacia la creación de este bucle de retroalimentación, lográndolo a través de una nueva interfaz, que conecta 20 puntos específicos de la prótesis, mientras se estimulan los nervios periféricos gracias a unos electrodos que tienen un tamaño de siete milímetros, los cuales son implantados en el paciente. De esta manera, el resultado es hacer posible el espectro de la sensación en estas extremidades, publicó Uno Cero.
Randolph J. Nudo, profesor de Fisiología Molecular e Integrativa en la Universidad de Kansas y Pedram Mohseni, profesor de Ingeniería Eléctrica e Informática en la Case Western Reserve, probaron la prótesis en un modelo de rata con lesión cerebral y mapearon el cerebro del roedor, con lo que desarrollaron un modelo en el que las partes anterior y posterior del cerebro que controlan las extremidades anteriores de la rata se desconectan.
Por otra parte, en una prueba hecha a dos personas se comprobó que los implantes pueden funcionar perfectamente durante 18 meses. Lo que se busca es alguna forma de expandir ese tiempo, pues otras tecnologías que han demostrado permitir la sensibilidad, tienen un tiempo de vida mucho más reducido.
“A veces se siente como si estuviera tocando un rodamiento de bolas, otras veces como si estuviera rozando contra las bolas de algodón, papel de lija, o el pelo“, dijo Igor Spetic quien perdiera su mano en un accidente de trabajo.
De esta manera, con la implementación de la forma sensorial en las prótesis, los investigadores esperan que los usuarios puedan completar tareas más complejas de las que pueden hacer con los modelos actuales.
La investigación sobre el cerebro demostró que, durante los periodos de crecimiento, las neuronas que se comunican regularmente desarrollan y consolidan las conexiones. Mientras tanto, Mohseni y Nudo dijeron que necesitan más estudios sistemáticos para determinar qué ocurre en el cerebro que conduce a la restauración de la función y si hay una ventana de tiempo óptimo luego de la lesión en la que se debe implantar el dispositivo para restaurar la función.