Un joven australiano de ascendencia aborigen decidió dejar un mensaje a unas mujeres que se encontraban a su lado y que minutos atrás hacían comentarios racistas sobre los indígenas.
Ciudad de México, 14 de septiembre (SinEmbargo/LaOpinión).- Si todos actuaran como Jared Wall ante un abuso o comportamiento racista; quizá se podría, poco a poco, acabar con los prejuicios y comentarios vejatorios que se dirigen a determinados grupos sociales.
Este joven australiano, de ascendencia aborigen, no se quedó de brazos cruzados al escuchar a dos mujeres sentadas a su lado en un restaurante en Perth, Australia, haciendo comentarios racistas sobre los indígenas.
Pero Wall, en lugar de increparlas y entrar en confrontación a favor de las personas aborígenes australianas -una minoría muy maltratada en el país-, optó por una lección más ingeniosa. El muchacho las invitó al té que ambas consumían y, de paso, acompañó la compra con un mensaje en el recibo: “¡Disfruten el té! Cortesía de los dos aborígenes sentados a su lado en la mesa número 26”.
El joven, que se encontraba en el restaurante con su pareja y sus dos hijas, dio todo un ejemplo de bondad y tolerancia.Tras publicar su experiencia en Facebook, la historia se hizo viral con cientos de mensajes de apoyo. La publicación ya ha recibido más de 26,000 likes y se ha compartido más de 2,700 veces.
“Hoy comí fuera. La comida estuvo genial, pero para nuestra desgracia escuchamos sin querer a dos señoras mayores, sentadas junto a nosotros, charlando sobre los aborígenes. La conversación fue, como mínimo, ofensiva, lanzando generalizaciones de cualquier manera. Podría haber comenzado una diatriba sobre el abuso, pero no habría ayudado. En cambio, hice algo agradable. Les invité a té y les dejé una pequeña nota en el recibo. Tal vez estas señoras serán un poco más sensatas y se lo pensarán antes de hablar. ¡Con suerte no habrá una próxima vez!”.
