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Color verde negocio

El PVEM es rey del oportunismo. Sin ideología, lo mismo va de PAN a PRI que a Morena

15/09/2022 - 12:05 am

Tres partidos políticos le han dado vida al Verde Ecologista de México a través de alianzas. Así ha sobrevivido desde el año 2000 porque por sus propuestas ambientales no ha brillado. Los partidos fuertes, cada uno en su momento, lo han mantenido y al momento el Verde ha logrado colocar gobernadores y contar con un número constante de legisladores.

Ciudad de México, 15 de septiembre (SinEmbargo).- Durante 29 años, el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) ha dedicado más tiempo en acordar alianzas con otros partidos, que en propuestas en beneficio del medio ambiente. En la historia de este partido, fundado por Jorge González Torres, esa ha sido la constante: acercarse a los partidos grandes para figurar a nivel nacional.

Luego de su primer intento fallido por obtener su registro, en 1986, reapareció en 1993 y la estrategia fue clara: se alió con el candidato del Partido Acción Nacional (PAN), Vicente Fox Quesada, en su candidatura presidencial. No fue fortuito, ya que se trataba del favorito según las encuestas. Fox ganó con 15 millones 989 mil 636 votos y significó para el Verde el salto a la estabilidad.

Seis años después decidió apoyar al Partido de la Revolución Institucional (PRI), con su candidato Roberto Madrazo, que quedó en tercer lugar con 9 millones 301 mil 441. Decidió aguantar una elección más y le atinó, ya que en 2012, con Enrique Peña Nieto obtuvo su segunda elección presidencial exitosa. La coalición obtuvo 19 millones 158 mil 592 votos.

La tercera no fue la vencida: se quedó con el PRI y José Antonio Meade —un candidato no priista— que obtuvo el tercer lugar y 9 millones 289 mil 583 votos.

Pero en ese momento actuó rápido y giró a la izquierda. Su nuevo pacto fue con el partido ganador y desde 2019, el Verde es aliado del partido Morena.

Todos los movimientos le han valido al Verde la constancia en sus números. Están por debajo de él, y más cerca de perder el registro, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el Partido del Trabajo (PT).

En las elecciones intermedias, los votos para el Verde han ido en aumento, ya que de 2003 a 2021 —ya con el cobijo pleno de Morena— la cantidad ha crecido un 151 por ciento.

Pese a los buenos números, el Partido del tucán ha dejado su alianza con Morena cuando no ve beneficio, así sucedió en San Luis Potosí donde se fue con su candidato Ricardo Gallardo, que ganó, y así ha dicho que lo hará en 2023 en el Estado de México, en donde no respaldará a la candidata de la 4T, Delfina Gómez.

Esos votos se traducen también en una cantidad constante de senadores y diputados. En la Cámara de Senadores arrancó con 2 representantes y hoy cuenta con siete. En San Lázaro en 2012 tiene actualmente 40 representantes, que es la cantidad más alta desde su fundación.

De hecho, las figuras del partido han gozado de los espacios plurinominales, es decir, que llegan por la cantidad de votos que recibe el partido en general en las cámaras aunque han resultado ser los más faltistas.

Una investigación publicada en SinEmbargo en enero de 2019 reveló que Jorge Emilio González Martínez, mejor conocido como “El Niño Verde”, por ejemplo, hijo del fundador fue el que más inasistencias tuvo: faltó a 40 de 44 votaciones.

Tres meses después, el político pidió licencia total e indefinida para ausentarse.

LOS ESTADOS VERDES

“El cinismo rampante de los verdes los ha hecho célebres”, escribió en 2019 Santiago Nieto Castillo —quien se perfila a ser el Fiscal en Hidalgo y que además forma parte del equipo de transición de Américo Villarreal en Tamaulipas— en referencia al Partido Verde que aprendió a mover sus fichas.

Sabe que representa cerca de 3 millones de votos y para cualquier candidato es algo a lo que no pueden resistirse. Han logrado que algunos de sus militantes ocupen cargos en dependencias federales, como sucedió con David León Romero, cercano a Manuel Velasco Velasco Coello y autor de los videos en donde se ve a los hermanos del Presidente López Obrador recibir dinero, una situación que le valió su salida del Gobierno federal.

Aún así las victorias importantes que ha cosechado el Verde son las dos gubernaturas que ha obtenido: Chiapas, en 2021, y San Luis Potosí, en 2021, en medio de una fractura del bloque de la 4T, que al final terminó por respaldar a Ricardo Gallardo.

El primer triunfo histórico se dio en 2012, de la mano de Manuel Velasco Velasco Coello, quien fue elegido Gobernador de Chiapas con el 67 por ciento de los votos para la alianza del Verde y el PRI; fue la primera vez que ese partido fue a la cabeza.

Los candidatos a la presidencia y gobierno de Chiapas, Enrique Peña Nieto y Manuel Velasco en julio 2012. Foto: Cuartoscuro.

La decisión no fue fortuita, ya que se trataba del nieto del priista Manuel Velasco Suárez, exgobernador de Chiapas, entre 1970 y 1976. Velasco carga hoy en día con fama de corrupto y manipulador y se le señala de contar con videos y audios para chantejear a personas.

Además su gestión marcada por irregularidades millonarias, como quedó evidenciado con las supuestas operaciones simuladas por 500 millones de pesos que investigó el Servicio de Administración Tributaria (SAT) en la actual administración, como reveló en junio de 2021 el diario Reforma.

En mayo de este 2022, en un audio difundido por el Presidente Nacional del PRI, se escucha a Manuel Velasco decirle a Alejandro Moreno Cárdenas que era portador de una amenaza del Presidente Andrés Manuel López Obrador.

Moreno Cárdenas aseguró que esa grabación la hizo por razones de seguridad. El Senador Velasco parece, en la llamada, muy familiar, un amigo muy cercano, cuando le dice con palabras clave que el mensaje de López Obrador se lo entregó en persona Adán Augusto López Hernández, Secretario de Gobernación.

El Presidente lo negó todo.

En 2021, vino la segunda entidad para el Verde —en alianza con el PT— y fue San Luis Potosí.

José Ricardo Gallardo Cardona, Gobernador del estado de San Luis Potosí. Foto: Especial

Su candidato José Ricardo Gallardo Cardona, experredista, ganó con el 76 por ciento de los votos.

La razón por la que no se concretó la alianza con Morena, como sí ocurrió en otras entidades, fue porque no hubo coincidencias en la candidatura de Gallardo, sobre el que pesan acusaciones de presuntas operaciones con recursos de procedencia ilícita.

En septiembre, ya como Gobernador electo, la UIF formuló ante la Fiscalía General de la República (FGR) una demanda en contra de 20 personas morales y 19 personas físicas que, “bajo la dirección” de José Ricardo Gallardo Cardona y de su padre, Ricardo Gallardo Juárez, “ejecutaron un elaborado esquema mediante el cual se desviaron cantidades millonarias de recursos” de los municipios de Soledad de Graciano Sánchez y San Luis Potosí, dio a conocer el periodista de La Jornada, Julio Hernández López.

La denuncia detalla que el desvío de recursos públicos asciende a un monto de “al menos 724.6 millones de pesos”.

En el oficio 110/276/2020, la UIF describe el entramado de las operaciones que generaron una “alerta”. Además, detalla la discrepancia entre la declaración patrimonial de Gallardo Cardona y sus fuentes reportadas de ingresos, en donde se menciona que hay “datos” que vinculan a los Gallardo “en la ejecución de un esquema que originó el desvío millonario de recursos de los municipios que respectivamente presidieron”.

Ahora, en la antesala de la elección a Gobernador del Estado de México, el dirigente estatal del Verde en esta entidad, José Alberto Couttolenc, dijo en declaraciones a la prensa que prevén ir en esta contienda solos al asegurar que la definición de su aspirante no será por medio de la dirigencia nacional sino a través de una consulta a su base.

Este proceso será clave para el movimiento de la 4T, que hace seis años quedó en un segundo lugar, precisamente con Delfina Gómez, en esta entidad, en la cual busca asegurar un triunfo, en una entidad que nunca ha conocido un Gobierno que no sea del PRI.

Daniela Barragán
Es periodista por la UNAM, con especialidad en política por la Carlos Septién. Los últimos años los ha dedicado al periodismo de datos, con énfasis en temas de pobreza, desigualdad, transparencia y género.
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