Un millón de somalíes abandonaron su país por la violencia y la hambruna

17/07/2012 - 7:58 am

Ginebra, 17 jul (EFE).- Un millón de somalíes han abandonado su país huyendo de la violencia y de la hambruna, según las últimas cifras registradas por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

El millón de refugiados somalíes se alcanzó la semana pasada, puntualizó la agencia de la ONU, que recordó que estas personas abandonan su país tanto para huir del conflicto interno como de la hambruna que sufre la nación tras años de sequía.

De hecho, más de 2,5 millones de somalíes siguen en estado de emergencia humanitaria un año después de que las Naciones Unidas declararan el estado de hambruna en ese país del Cuerno de África, el 20 de julio de 2011.

Además de los refugiados, en el interior de Somalia hay 1,3 millones de personas que tuvieron que abandonar sus hogares y son desplazados internos en su propio país.

Esto significa que un tercio de la población somalí se ha visto forzada a dejar su casa y buscar refugio en otro lugar.

La mayor parte de los refugiados somalíes se encuentran en el campamento de Dadaab, en Kenia, que acoge a 465.000 personas, un colectivo, que según denunció recientemente un grupo de ONGs presentes en el terreno, podrían verse afectados por la falta de fondos para proveer servicios básicos.

A pesar de haber alcanzado el millón de refugiados, el ACNUR asume que si bien el flujo de somalís que cruzan la frontera se mantiene, el número ha disminuido significativamente respecto al año pasado.

Durante los primeros seis meses de este año, 30.000 personas huyeron de Somalia, mientras que en el mismo periodo del año anterior este flujo ascendió a 137.000.

Somalia vive en un estado de guerra civil y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré, lo que dejó al país sin un gobierno medianamente efectivo y en manos de milicias islamistas, señores de la guerra que responden a los intereses de un clan determinado y bandas de delincuentes armados.

No obstante, las tropas gubernamentales, apoyadas por las fuerzas multinacionales de la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM) y algunas milicias aliadas, asedian los territorios dominados por la milicia radical islámica Al Shabab, que combate para instaurar un estado islámico de corte wahabí en el país.

Pero Al Shabab, que el pasado mes de febrero declaró su unión formal con la red terrorista Al Qaeda, domina aún amplias zonas del centro y el sur de Somalia.

Mientras tanto, los líderes del país trabajan a contrarreloj para completar el plan trazado para acabar con el proceso de transición en Somalia, que debería concluir el próximo 20 de agosto con el nombramiento de un nuevo presidente, aunque varias fuentes apuntan a que no se cumplirá a tiempo. EFE

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