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Pedro Mellado Rodríguez

19/01/2024 - 12:05 am

Xóchitl sólo gana en algunas redes sociales

“Les cuesta trabajo asumir que más allá de sus pequeños nichos en redes sociales, en esa virtualidad falsa y engañosa de las redes sociales, hay un mundo real”.

Con singular candor, pero inocultable frustración y rabia, se engañan cotidianamente, defendiendo con ferocidad la premisa de que su precandidata ha regresado para ganar las elecciones presidenciales del 2 de junio del 2024. Y todos los días, alguien presenta en redes sociales una nueva encuesta, aderezada con el ánimo de los extraviados, que sueñan con la victoria de la abanderada de la derecha y de la oligarquía rapaz y corrupta, la senadora panista Xóchitl Gálvez Ruiz.

En las redes sociales hay territorios salvajes, en donde los insultos, las agresiones, las descalificaciones y los agravios se imponen a la inteligencia generosa y a los razonamientos. Hay redes que se lubrican con el odio de quienes observan, desesperados y angustiados, que la realidad no coincide con sus deseos y aspiraciones, y que el mundo en el cual fueron o se sintieron amos y señores, personajes notables e influyentes, sus puntos de vista y sus mezquinas aspiraciones ya no tienen ningún sentido.

Les ocurre por igual a instituciones y a personas. El mundo del que se creían dueños se les escapó de las manos y la fatalidad podría conducirlos a quedar atrapados en la insignificancia de quienes fueron abandonados y repudiados por la mayoría del pueblo, por otros seis largos años de penitencia, en los que tendrían que aprender a expiar sus pecados, si luego de los comicios del domingo 2 de junio del 2024 gana la candidata que anuncia la profundización del proyecto de la Cuartas Transformación.

Unos y otros se buscan con desenfrenado afán en las redes sociales, para darse calor, para consolarse y edificar juntos una idea de triunfo que no está sustentada en la realidad, que sólo está enraizado en su aspiracionismo egoísta, clasista, sectario, discriminatorio y racista, que les hace ver a la mayoría de enfrente, como ignorantes, incultos y fanáticos seguidores de una religión pagana y un culto a la personalidad que consideran irracional y extremadamente absurdo.

Les cuesta trabajo asumir que más allá de sus pequeños nichos en redes sociales, en esa virtualidad falsa y engañosa de las redes sociales, hay un mundo real, en el cual millones de personas trabajan y luchan cotidianamente para sobrevivir con la precariedad de salarios miserables, de empleos con horarios ingratos, bajo el yugo de empresas y empresarios que abusan y les exprimen hasta la última gota de aliento, en jornadas de trabajo que se prolongan más allá de los ocho o las diez horas, a las que hay que sumar traslados infames de dos o tres horas, en vehículos desvencijados e inseguros, que profundizan los agravios que envilecen su cualidad humana.

Pero, además, allá afuera, en el mundo real, sustraído de la influencia de las redes sociales, hay más de 12 millones de personas de la tercera edad, que entregaron toda su vida al trabajo y al esfuerzo y que, en el ocaso de su existencia, sólo han podido atrapar alguna esquiva e ingrata visión del paraíso, en pensiones miserables, que apenas les daban para mal comer y para engañar al cuerpo y el alma, en el precario alivio de las enfermedades que con naturalidad abonan los años. Esos millones de adultos mayores, tienen ahora un pequeño respiro y alivio en las pensiones que les entrega un gobierno, que decidió multiplicar los efectos redistributivos de la riqueza que todos producimos, en beneficio de los más pobres y desvalidos.

Allá, también lejanos a la virtualidad de las redes sociales, hay millones de jóvenes a quienes se les había arrebatado cualquier esperanza de futuro, que aspiran a tener un trabajo honrado, decente y razonablemente bien remunerado, que les sustraiga del infame estereotipo de “ninis”, a los que todo mundo criticaba y despreciaba, a quienes nadie les tendía una mano, y que ahora gozan de una beca que les permite el tiempo y el respiro para prepararse, para ir en busca de sus sueños.

Lejos, muy lejos de las redes sociales y de los paraísos virtuales que anuncian, reclaman y pretenden recuperar los odiadores profesionales, está un mundo de las personas esperanzadas que reciben apoyo para familiares que experimentan alguna discapacidad; que tienen el alivio de becas para que sus pequeños y jóvenes construyan con el estudio y la superación académica, un futuro menos ingrato, que rompa el círculo vicioso y perverso que condenó a sus padres y abuelos a la miseria y a la explotación.

Hasta allá, hasta aquellos lugares alejados de las miradas de los exquisitos y los privilegiados, y de sus cómplices aplaudidores y obsequiosos, no llegan las redes sociales y su falsa virtuosidad, que anuncia el triunfo de una derecha atrapada en sus miseria y frivolidades, que hace y promueve encuestas que sólo llegan al corazón de esas cofradías de odiadores, discriminadores y clasista profesionales, que desprecian al pueblo, lo marginan y lo explotan, pero que en sus discursos hipócritas dicen defender, buscando expiar las culpas y los remordimientos de sus pecaminosas existencias, ajenas a los hábitos generosos de los buenos samaritanos que fingen representar.

Al cierre de diciembre del 2023, Oraculus, la plataforma agregadora de encuestas, registraba una ventaja de 34 puntos porcentuales para Claudia Sheinbaum Pardo, la precandidata presidencial de la coalición Sigamos Haciendo Historia, que integran Morena, Partido del Trabajo y Partido Verde, sobre Xóchitl Gálvez Ruiz, la abanderada de la coalición Fuerza y Corazón por México, en la que participan PAN, PRI y PRD. Simplemente, en sus ponderaciones de las encuestas que cerraron 2023 en diferentes medios de comunicación, Oraculus registra 62 por ciento de preferencias para Claudia y apenas 28 por ciento para Xóchitl.

Este jueves 18 de enero del 2024, la consultora De las Heras-Demotecnia dio a conocer su más reciente encuesta, realizada entre el 10 y el 14 de enero, a mil 400 personas entrevistadas en todo el país, en vivienda, cara a cara, en la cual Claudia Sheinbaum tiene 63 por ciento de preferencias, contra el 33 por ciento de Xóchitl Gálvez. Una distancia de 30 puntos porcentuales. Jorge Álvarez Máynez, de Movimiento Ciudadano, aperece con 4 por ciento de respaldo.

Hay algunas redes sociales que son particularmente ruidosas y alimentan los sueños fantasiosos de quienes anuncia la resurrección de los muertos en las próximas campañas electorales por la Presidencia de la República que se iniciarán el primero de marzo. Su optimismo no coincide con la realidad. En México la red social con más usuarios es Facebook, con 83.7 millones de personas; después está YouTube, con 81.8 millones de usuarios; Facebook Messenger, con 57.7 millones; luego TikTok, con 57.2 millones; Instagram con 36.7 millones; y muy cerca de los últimos lugares está la red social, antes Twitter, ahora conocida como X, con 17.2 millones de usuarios, según información difundida en el portal especializado DataReportal.

La red social X, antes Twitter, es el círculo rojo de la comunicación, pues ahí publican actores políticos, funcionarios de gobierno, académicos, investigadores, representantes de organizaciones sociales, periodistas y empresas de medios de comunicación. Es donde se publican las primicias y en donde se combate con ferocidad, tanto el campo de las ideas como de las infamias. A pesar de su importancia como campo de batalla virtual, Twitter no es la realidad y está muy lejos de ese mundo en el que viven la mayoría de los mexicanos. Su impacto, en la mayoría de la población, en el hombre común, no es significativo.

El 95 por ciento de las personas que viven en México tiene teléfono celular. En zonas urbanas el 82 por ciento de las personas usan internet y el 65 por ciento en zonas rurales, concluye la Encuesta Nacional de Consumo de Contenidos Audiovisuales 2023, publicada el martes 5 de diciembre del 2023 por el Instituto Federal de Telecomunicaciones.

La Encuesta Nacional de Consumo de Contenidos Audiovisuales 2023 concluye, con respecto al uso de redes sociales en Internet, que el 72 por ciento de los usuarios en zonas urbanas tiene preferencias por YouTube; 27 por ciento se inclina por Facebook y 26 por ciento por TikTok. Con respecto al tipo de contenidos más vistos a través de internet, el 52 por ciento se inclina por películas; 29 por ciento por videos musicales y 18 por ciento por programas noticiosos.

La imagen virtual del mundo que se construye en redes sociales está muy lejos del mundo verdadero en el que luchan cotidianamente por sobrevivir la mayoría de los mexicanos. Y para desgracia de la oligarquía odiadora que se ha refugiado en los universos virtuales, esa gente, pueblo mayoritario, no votará por la candidata de la coalición de derecha que integran PRI-PAN-PRD, la panista Xóchitl Gálvez Ruiz.

Pedro Mellado Rodríguez
Periodista que durante más de cuatro décadas ha sido un acucioso y crítico observador de la vida pública en el país. Ha cubierto todas las fuentes informativas y ha desempeñado todas las responsabilidades posibles en medios de comunicación. Ha trabajado en prensa, radio, televisión y medios digitales. Su columna Puntos y Contrapuntos se ha publicado desde hace casi cuatro décadas, en periódicos como El Occidental, Siglo 21 y Mural, en Guadalajara, Jalisco. Tiene estudios de derecho por la Universidad de Guadalajara y durante una década fue profesor de periodismo en el ITESO, la Universidad jesuita de Guadalajara.

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