Madrid, 19 nov (dpa) – La muerte de Asunta, una niña de 12 años de origen chino adoptada en España, sigue despertando conmoción en el país dos meses después del hallazgo de su cadáver: el levantamiento del secreto de sumario reveló que el juez estima que fue asfixiada por su madre adoptiva después de que el padre la drogara.
El magistrado que instruye el caso acusa a los padres adoptivos de Asunta de haber preparado su muerte durante tres meses y descarta la participación de más personas, informaron hoy medios españoles. Ambos se encuentran imputados y en prisión preventiva incondicional desde el 27 de septiembre.
La niña fue hallada muerta el 22 de septiembre en una pista forestal de un municipio cercano a la ciudad gallega de Santiago de Compostela, en el noroeste de España.
Según señala el juez en el sumario, Rosario Porto, abogada de 44 años, fue quien trasladó el cadáver de su hija adoptiva hasta allí, un lugar cercano a la vivienda en la que habría cometido el crimen.
El magistado indica que su ex marido y padre adoptivo de la pequeña, Alfonso Basterra, de 49 años, dio a la pequeña ansiolíticos para drogarla y facilitar que Porto la asfixiara.
Tras el hallazgo del cadáver de la pequeña, el primer móvil que se barajó fue el económico. Asunta, al parecer, fue beneficiada económicamente por sus abuelos maternos, que murieron en circunstancias extrañas en los años 2011 y 2012.
El crimen, que conmociona a España desde septiembre, será juzgado por un jurado popular. El gobierno chino pidió a España que resuelva lo antes posible el caso.
