PERFIL | LAS OSCURAS RELACIONES DE MADERO

21/05/2013 - 12:00 am
El Madero exitoso: el del Pacto por México. Foto: Rebeca Argumedo, SinEmbargo
El Madero exitoso: el del Pacto por México. Foto: Rebeca Argumedo, SinEmbargo

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Ciudad de México, 21 de mayo (SinEmbargo).– Estén a favor o en contra de su gestión, casi la mayoría de los panistas coinciden en que a Gustavo Madero le tocó gestionar lo que se conoce como “la peor crisis del Partido Acción Nacional en su historia”.

La crisis que tocó su clímax con la derrota electoral del 2 de julio. Pero ya se venía dibujando con antelación: el PAN fue cayendo, elección tras elección, después de la llegada de Felipe Calderón Hinojosa a la Presidencia. El panista metió la mano al partido y el partido simplemente no respondió.

En 2009 –para ejemplificar la crisis–, Germán Martínez renunció tras el fracaso electoral y se convirtió en el primer presidente nacional en irse. De ese tamaño.

El corporativismo se instaló en el PAN, según los propios dirigentes. Los análisis internos dicen que el partido se alejó de la ciudadanía, y ese diagnóstico recibió a Gustavo Madero en la presidencia del partido. También fueron los años en los que Felipe Calderón se acercó a Elba Esther Gordillo Moales, hoy presa. Y en el colmo de la reconversión del PAN en un “partido de Estado”, Valdemar Gutiérrez, el dirigente de los sincalizados del ISSSTE, se volvió Diputado federal por el blanquiazul.

José Luis Coindreau llegó como presidente de la Comisión de Seguimiento del Programa Estratégico del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN. Fue asignado para evaluar qué había hecho el partido para llegar a tal crisis. El estudio, en el que participaron nueve personalidades, estuvo a cargo de César Nava.

El diagnóstico alertaba: sin modificar conductas que acercaban al PAN al PRI, habría poca capacidad operativa en las elecciones de 2012.

Pasadas las elecciones, le recordaron a Madero el estudio, pero no aceptó el reclamo aunque fue él quien condujo el partiod durante ese proceso.

CADENA DE CONFLICTOS

Pocas veces en la historia del PAN hubo tantos conflictos por las candidaturas, como con Madero. Su periodo fue incluso más cuestionado que el de Martínez, quien para llegar a 2009 con candidatos del gusto del Presidente Calderón se echó encima a panistas de todos calibres.

Algunos atribuyen estos conflictos a que Madero no tuvo los hilos del partido completamente agarrados. Pero otros dicen claramente que su falta de mano para operar políticamente lo que llevó al partido a conflictos que llegaron hasta donde no debían: hasta la candidatura presidencial de Josefina Vázquez Mota.

“Un estilo al que también le falta fuerza o le sobra necedad”, dijo un consejero del partido. Con las aguas revueltas como están, prefirió no decirlo a grabadora encendida.

Dos designaciones cupulares tuvieron un efecto inmediato en 2012: las de Chiapas y el Distrito Federal. Juan José Rodríguez Prats y José Luis Luege, aspirantes a estas candidaturas, sienten que fueron menospreciados por Madero para apoyar a un personaje cuestionable, Emanuel Nivón, y a una mala selección: Isabel Miranda de Wallace. Y en Cuajimalpa, en el DF, se empeñó en hacer un proceso interno a pesar de distintas voces le recomendaran que allí sí se designara la candidatura.

Esto último lo cuenta Santiago Ardavín, uno de los precandidatos a la jefatura delegacional de Cuajimalpa, una postulación que se volvió un enredo ya que uno de los precandidatos era Camilo Campos, a quien los demás aspirantes veían con ventajas por considerar que por haber trabajado con el entonces delegado Carlos Orvañanos, tenía acceso a mayores recursos.

La elección la ganó Campos. Fue impugnada por el PAN DF ante el Tribunal local, y le dio la razón. Ahora sí, el CEN panista impuso a Kenia López.

Campos recurrió al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y fue reinstalado como candidato mientras que López se quedó sin postulación. Todo el embrollo causó que el PAN perdiera la delegación que había recuperado tres años antes.

Ardavín pedía que el candidato surgiera de una designación del Comité Ejecutivo Nacional, pero no hubo respuesta. Y lo atribuye al estilo de Madero.

“En Cuajimalpa, lo que se vio es precisamente eso: que el problema fue creciendo. En esa situación no se tomaron las definiciones a tiempo y llevó a un perder-perder para todos. Ese es el asunto, que cuando los problemas los dejas crecer, al final cualquier solución es un perder-perder. Es lo que se perdió en el DF.  Él, Madero, tuvo oportunidad de tomar otras definiciones que no se tomaron en su momento”, dice.

Cuestionado sobre si Madero no intervino porque Orvañanos está casado con su sobrina, María Cardona Madero, el ex director general de Seguimiento de la Secretaría de Desarrollo Social durante el gobierno del presidente Calderón lo descarta.

Ardavín fue designado candidato a la diputación del distrito local 21, luego de que se también anulara la elección por irregularidades. Fue una votación donde participó Cardona Madero.

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El otro Madero, oscuro. Foto: Rebeca Argumedo, SinEmbargo

LOS HOMBRES DE MADERO

Gustavo Madero es percibido hoy como anticalderonista, aunque cuando fue precandidato dejó correr el rumor de que era afín al entonces mandatario.

El candidato que le ganó al (este sí) calderonista Roberto Gil; el que después de la derrota del 2 de julio del año pasado evitó que el entonces saliente Presidente de la República metiera mano en el partido con su propuesta de refundación del PAN. Y este es Madero, también: el dirigente del PAN que a pesar de los desastrosos resultados en 2012, evitó la renuncia, como sí lo hizo Germán Martínez tres años antes.

“A mí me gustó cuando defendía la independencia del PAN frente a Calderón. Me satisfacieron sus posiciones defendiendo la autonomía de un partido en el gobierno y contra la injerencia al estilo priísta de la presidencia. Y me convenció que tuviera alguna virtud democrática. Lo hizo bien hasta ahora que fue seducido, atrapado por las mieles del Pacto por México. Y creo que no es consciente plenamente de la aberración constitucional del suprapoder de dicho acuerdo”, dice Jesús González Schmal, ex panista, quien conoce a Gustavo Madero desde antes que el actual dirigente se metiera a la política. Ambos coincidieron en la LIX Legislatura federal.

“Lo que sí es cierto es que cuando Madero decidió lanzarse para la contienda se sentía como que era el candidato de Calderón y fueron los hechos los que demostraron que no era así. Muchos de los votos eran confundidos, creyendo que era el candidato de Calderón. Pero sobre la marcha se vieron sus posturas”, dice por su parte la autora del libro Gómez Morín, la ex Diputada federal del PAN María Teresa Gómez Mont.

Madero se ha vuelto blanco de los ataques de algunos calderonistas, como el Senador Javier Lozano, quien lo criticó luego de que elogiara la aprehensión de la ex lideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y antigua aliada del PAN y de Felipe Calderón, Elba Esther Gordillo.

El ex secretario del Trabajo, quien ve en Felipe Calderón al “mejor presidente que ha tenido México”, lamentó las declaraciones de Madero y criticó su papel en el Pacto por México.

“Esos ejercicios de autoflagelación no nos llevan a ningún lado. Está encantado con la presidencia del Pacto por México; vaya que nos está saliendo cara: a cambio de nada”, dijo Lozano el 6 de marzo.

El ex priista ha calificado de “obsequiosa” la conducta de Madero hacia el Presidente Peña Nieto.

Madero no está solo. El coordinador de los diputados del PAN en San Lázaro, Luis Alberto Villarreal, lo ha defendido. Él le pidió a Lozano que las críticas se hagan al interior del partido, y ha agregado que el Senador cuestiona a Madero “porque buscará en diciembre la dirigencia del partido”, cargo para el cual podría reelegirse el chihuahuense.

Pero Villarreal es, precisamente, uno de los cuatros por los que más se critica a Madero.

En la búsqueda de apoyos para derrotar al calderonismo durante la contienda de 2010, Madero se acercó con personajes cuestionables que son vistos con desconfianza por militantes del partido. Suena paaradógico que se le vincule con corrupción cuando fue el mismo Madero el que elaboró un “Decálogo de Acción Nacional” cuando era candidato a la dirigencia nacional. En el cuarto punto enfatizaba en la necesidad de combatir la corrupción y promover la transparencia y rendición de cuentas en la actuación de todos los funcionarios y gobiernos panistas y del propio partido.

El senador Ernesto Ruffo, quien fuera el primer gobernador panista en la historia de México, lo explica así:

“Veo a la gente alrededor de él y muchos no me convencen. Los ejecutivos, muchos, no me convencen”, dice. Pero, como muchos dentro del PAN, prefiere no dar nombres.

Casi todos los “cuestionables aliados de Madero” están relacionados con la intrincada red de casineros descubierta en enero de este año, y en la que participan no sólo sus allegados, sino también personajes identificados con el calderonismo, como es el Senador Roberto Gil.

Dentro de quienes apoyan a Madero están los diputados federales Luis Alberto Villarreal, Jorge Villalobos, Rodolfo Dorador, Paul Iván Garza Téllez, Fernando Larrazabal, Guillermo Anaya y José Isabel Trejo.

El guanajuatense Luis Alberto Villarreal ha sido uno de los más férreos defensores de Madero. Previo a la Asamblea fue de los que dio la cara por él. Su hermano Ricardo, también Diputado, fue acusado de proteger a los propietarios del Casino Grand, en León, Guanajuato. Y aunque negó ser parte de dicha empresa, sí admitió ser aval suyo, con el préstamo de las escrituras de terrenos de su propiedad.

Villalobos fue el jefe de oficina de Madero hasta el año pasado, cuando se convirtió en Diputado federal. De acuerdo con la revista Proceso, Madero recibió financiamiento, “en efectivo y en especie”, de Juan José Rojas Cardona, El zar de los casinos, para su campaña por la presidencia del PAN, en 2010.

Esto se lo confesó Jorge Villalobos Séañez, siendo secretario particular de Madero, a la ex Senadora Judith Díaz, cuando tras esa elección se designó a Paul Iván Garza Téllez como director general del Registro Nacional de Miembros (RNM), un regiomontano señalado como empleado de Rojas Cardona.

Villalobos fue secretario técnico de la Comisión de Hacienda en la LIX Legislatura, donde Madero presidió el órgano. Ambos coincidieron en el Senado. Funge actualmente como asesor de Gustavo Madero.

Paúl Iván Garza Téllez es otro personaje cuestionado. Director del Registro Nacional de Miembros,  se le acusó ante el Consejo panista de afiliación masiva en Nuevo León. También se le involucró entre los funcionarios panistas ligados a los casineros en el estado.

El actual Diputado federal Rodolfo Dorador, ex secretario adjunto del CEN, fue el coordinador de campaña de Gustavo Madero en 2010, con quien coincidió en el Senado, y a quién la revista Proceso le atribuye haber conseguido financiamiento de parte de Juan José Rojas Cardona.

En Durango ha sido acusado de alterar el padrón de militantes y en 2006 de comprar votos mediante dádivas en la contienda interna del PAN para la senaduría.

Guillermo Anaya, actual Diputado federal, fue candidato al gobierno de Coahuila en 2011, y al no ganar, fue designado por el CEN coordinador de Sinergia. El año pasado fue coordinador de Estructura de la campaña de la entonces candidata presidencia panista, Josefina Vázquez Mota.

Fue vicecoordinador del Senado cuando Gustavo Madero encabezó a los senadores del PAN. Previamente había sido designado secretario general del PAN de diciembre de 2007 a junio de 2008.

En 2010 estuvo involucrado en un escándalo por sus relaciones peligrosas. Tuvo de cuñado entre 1996 y 2006 a Adolfo Villarreal Barragán, hermano de Sergio Villarreal Barragán, alias “El Grande”, jefe del Cártel de los Beltrán Leyva en La Laguna. Además, otro de los hermanos Villarreal Barragán, Juan Francisco, en un evento en 2009 al que asistió el entonces Presidente Felipe Calderón, fue el encargado del sonido durante la inauguración de una planta de la empresa Lala.

“El Grande” habría dicho, según el periodista Ricardo Ravelo, que Anaya le presentó a Calderón en septiembre de 2006, cuando aún era Presidente electo.

Anaya dijo que estas acusaciones se daban porque sus adversarios le tenían miedo.

Las ligas con personas del crimen organizado continúan. En diciembre Anaya debió salir a aclarar que un grupo de secuestradores no estaban ligados a él, aunque reconoció que algunos habían participado en una campaña electoral suya.

Otro de los allegados a Madero es el zacatecano José Isabel Trejo, quien coincidió con él en el Senado.

En 2010 contendió por la candidatura a la gubernatura de Zacatecas, que quedó en manos de Cuauhtémoc Calderón Galván. Durante la etapa final de la campaña Trejo, brilló por su ausencia, ya que se fue al Mundial de futbol en Sudáfrica.

Cuando Madero se convirtió en presidente del PAN, Trejo fue enviado a Hidalgo como delegado especial en las elecciones celebradas en 2011. El año pasado fue incorporado al CEN. Hace un par de meses fue acusado por Giselle Arellano de orquestar la campaña para impedir su llegada como candidata a Diputada migrante. Es un líder panista al que se le cuestiona su cercanía con gobiernos priístas y perredistas en el estado y por su pragmatismo.

Hace unos días declaró que Madero ha sido el mejor dirigente en toda la historia.

Otro personaje a quien Madero primero cuestionó y luego aceptó es Fernando Larrazabal, quien gobernaba Monterrey cuando ocurrió la tragedia del Casino Royale, en 2011 y cuyo hermano Jonás fue grabado en video recibiendo dinero en un casino, acto que justificó diciendo que vendía quesos. A pesar de que el 7  de septiembre de 2011 Madero, le pidió la renuncia a Larrazabal. El Alcalde se negó.

El 14 de septiembre, Madero pidió a la dirigencia estatal que castigara a Larrazabal, y éste sólo fue regañado.

Larrazabal fue incluido en febrero de 2012 en las listas plurinominales de diputados federales de Nuevo León, en el primer lugar, con lo que aseguraba su llegada a San Lázaro.

Madero defendió a inicios de marzo la inclusión de Larrazabal. Decía que no tenía ninguna acusación demostrada. “No hay ningún dato firme, que es lo que yo pudiera pedirles, para hacer algún juicio y en esto hay que ser muy prudentes”. Algunas voces dijeron que Larrazabal le dijo a Madero que sin su apoyo el voto presidencial a favor del PAN se caería en Nuevo León.

Sobre estos personajes y acusaciones de haber hecho fraude con su empresa Electronic Publishing, el presidente del PAN en Chihuahua dice que ha hablado con Madero.

“Lo he escuchado personalmente. Dice: ‘Que se me busque, investigue y pruebe si tengo temas pendientes’. Él ha sido explícito en ese tema. En cuanto a los grupos internos, en esto de repente quien toma decisiones tiene más información de lo que uno ve y yo confío en que las decisiones las ha tomado él pensando en el bien del país”, comenta.

El ex Gobernador Ernesto Ruffo piensa que a Madero le falta suspicacia.

“A lo mejor cree mucho en el respeto a las instituciones y debería a veces ser más suspicaz. Cree en la persona que tiene enfrente; como es razonable, le da su lugar y cree que está haciendo las cosas en una dinámica razonable. Lo que pasa es que el razonable es él, no necesariamente el que tiene enfrente. Yo digo que le falta un poco más de suspicacia. Porque no necesariamente quien está enfrente de esencia es razonable, a lo mejor le está haciendo al cuento, y él cree que es razonable. Para mí es una buena persona”.

Rodríguez Prats es más duro:

“Se lo he dicho varias veces, en público, en privado de su condescendencia con la deshonestidad, por su obsesión por el triunfo electoral. Entonces ahí el PAN se abrió y vinieron gentes que nos han hecho enorme daño. Entonces un partido que presumía de ser distinto y distinguible (como decía Carlos Castillo Peraza que debía ser el PAN) y de gente con principios, que no desvinculábamos la ética de la política, empezó a demostrar un oportunismo que es una obsesión; es lo más grave que ha sucedido en el PAN”.

En su Decálogo, redactado con miras a la contienda interna por la presidencia panista, Madero había propuesto lo siguiente:

“Combatir la corrupción y promover la transparencia y rendición de cuentas en la actuación de todos los funcionarios y gobiernos panistas y del propio partido”.

MADERITO, MADEROTE

Además de Gustavo, otros Madero han incursionado en política. Es el caso de Pablo Emilio Madero Belden, descendiente directo de Francisco I. Madero y tío del actual presidente del PAN.

Madero Belden fue dos veces candidato presidencial por el PAN y presidió al partido, entre 1983 y 1987. En 1992 abandonó Acción Nacional.

Otro pariente, este incómodo, es Adalberto Madero Quiroga. Fue ícono del panista rebelde. Perteneciente a la familia Madero, primo de Gustavo, se distinguía por su combatividad y a diferencia de la cultura panista de no criticar al partido, Adalberto sí lo hacía. Era tan entusiasta, que hacía notar más su tartamudez y su seseo. Pero parecía sincero.

Diputado federal entre 1997 y 2000, Senador los seis años siguientes, ganó la elección a la alcaldía de Monterrey, Nuevo León. Ahí emergió el verdadero Adalberto. La corrupción que predominó en el municipio nuevoleonés llegó al grado de que en septiembre de 2008 organismos privados publicaron un desplegado en medios impresos titulado: “Monterrey: corrupción sin límites”.

De acuerdo con uno de los cables difundidos en 2011 por Wikileaks durante su campaña a la Alcaldía, Madero Quiroga recibió 2.5 millones de dólares de parte de los hermanos Juan José y Arturo Cardona, los llamados zares de los casinos.

Madero Quiroga, conocido como “Maderito”, también estuvo involucrado en la operación del Casino Royale, en el municipio que gobernó. La casa de juegos que sufrió un atentado el 25 de agosto de 2011 donde murieron 52 personas, era supuestamente manejada por la empresa Atracciones y Emociones Vallarta, de la cual eran socios además de Madero Quiroga, Ramón Agustín y José Francisco Madero Dávila, así como Rodrigo Madero Covarrubias.

Al respecto, el presidente del PAN Gustavo Madero se deslindó de los negocios de sus familiares. “Yo no tengo ningún tipo de casino ni tengo participación en esos negocios”, afirmó.

“Desconozco. He oído que dicen eso, no sé a quiénes se refieran, no sé ni de los nombres ni de los apellidos ni de quién hablan”, dijo el 1 de septiembre de 2011.

La tarde del 9 de octubre del 2011 el ex Alcalde de Monterrey fue trasladado al Centro de Reclusión Social de Apodaca, luego de ser detenido por una investigación federal en su contra. Un día después fue liberado, al pagar una fianza de 10 mil pesos y una multa de cinco mil 363 pesos por considerarse que su delito fue menor.

EL PACTO DE MADERO

El 17 de abril de este año Gustavo Madero tuvo uno de sus mejores momentos en su carrera política.

En conferencia de prensa, acompañado de los coordinadores parlamentarios del PAN en el Senado como en la Cámara de Diputados, Ernesto Cordero y Luis Alberto Villarreal respectivamente, presentó audios y videos que exhibían una red conformada por funcionarios municipales y estatales de Veracruz, así como funcionarios federales que eran coordinados por el secretario de Finanzas del Gobierno del estado, Salvador Manzur, con el objetivo de usar programas sociales con fines electorales para beneficiar al PRI.

Fue un acto sigilosamente preparado, del cual se evitó filtrar la menor información. Incluso la gente de Comunicación Social del PAN fue sorprendida cuando minutos antes les pidieron tener listo el proyector. Ignoraban la bomba que se avecinaba.

Se trató de un golpe mediático que le costó inicialmente el puesto a siete funcionarios de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), pero que además derivó en la petición de renuncia por parte de Senadores panistas y perredistas a la titular de la titular de la Sedesol, Rosario Robles. Asimismo, el PAN se planteó la posibilidad de salirse del Pacto, y aguantó los ataques del PRI veracruzano y del ex presidente del PAN Manuel Espino, quien llamó “chantajista” a Madero, para restarle credibilidad a las acusaciones panistas.

Fue necesaria la remoción del Secretario de Finanzas de Veracruz, uno de los principales involucrados en la estructura electoral denunciada, y el compromiso del gobierno federal de vigilar los programas federales, para que Madero anunciara que no se saldría del Pacto, aunque pidió algunas condiciones para permanecer. La semana pasada el Pacto fue reactivado.

“Un hombre capaz de lograr acuerdos afuera, pero con diferentes resultados por dentro”, lamenta Rodríguez Prats.

“Ahora veo un empeño, una dedicación para sacar al Pacto por México por el que muchos panistas están sorprendidos, ¿por qué ese empeño y esfuerzo no lo puso para trabajar por el PAN?”, cuestiona.

Para José Antonio Crespo, académico del Centro de Investigación y Docencia Económicas, el Pacto es la mejor decisión de Gustavo Madero como presidente del PAN, y será recordado por él.

“Será más recordado por el Pacto porque sí es algo de él. El costo político ya es de él”, dijo.

Para el politólogo, el Pacto muestra al PAN como una oposición responsable, y el acuerdo incluye la plataforma panista.

Para la panista María Teresa Gómez Mont, a Madero le ha tocado uno de los periodos más difíciles en la historia del PAN. Por un lado haber encabezado al partido en la derrota electoral del año pasado, por el otro enfrentar la oposición de los calderonistas.

Como Crespo, no le resta méritos a la participación del PAN en el Pacto, y considera que ahí están incluidas propuestas históricas del partido, tomadas en cuenta sobre todo al iniciar este periodo en que el PAN vuelve a ser oposición.

Mario Vázquez, paisano de Madero, va más allá. Contundente afirma que con la exhibida que le dio al PRI veracruzano, doblegó al tricolor.

“Esa parte de Veracruz, la exhibición del PRI de siempre y que él prácticamente lo doblegó, hizo recapacitar a la Presidencia de la República y privilegiar la reforma política y electoral, eso le da credibilidad al Pacto por México y va a dar desarrollo en el tema económico hacendario. No tendría sentido si México no es libre, democrático. Lo positivo del asunto es que permite retomar el rumbo e impulsar acción decidida en nombre del PAN a favor de los ciudadanos”, dice.

“De hecho el PAN y Madero salieron más fortalecidos y se consolidan”, agrega.

SU ESTILO

Madero tiene una pata débil, entre las muchas: el PAN, su PAN, falla en su comunicación y se volvió un partido hermético.

“Carlos Castillo Peraza te invitaba e informaba y tenía esa conformación del sureste, de Yucatán. Felipe Calderón ya empezó con cierto hermetismo, Luis Felipe Bravo tampoco es experto en hablar y comunicarse. El PAN tiene esa falla. Manuel Espino sí (lo hacía), y Germán Martínez y César Nava volvieron a caer en lo mismo y Gustavo igual”, dice sobre los últimos presidentes del PAN el consejero panista Juan José Rodríguez Prats.

“Lo que puedo criticar del PAN es que no bueno para comunicar desde el partido como desde el gobierno. Se comunica, pero no adecuadamente para que todos los mexicanos tengan idea de qué aporta y el problema de Calderón es que no supo comunicar los logros de su gobierno. El PAN es igual, un partido modesto, no es protagónico, ni orgulloso ni vanidoso. Con que salgan bien basta, y es importante cacarear las propuestas”, dice por su parte María Teresa Gómez Mont.

Madero ha tratado de imponer su sello en el PAN y la comparación con los anteriores presidentes es inevitable. Su estilo se mezcla con su personalidad.

“Es un hombre de fácil trato, dicharachero, alegre, siempre animado y animando a la gente. Yo he tenido quizá no demasiadas reuniones con él pero en las que hemos tenido es respetuoso, sereno, mesurado, con carácter y decisión. Es un hombre que no va a los extremos, siempre busca la conciliación”, dice de él el dirigente del PAN en Chihuahua, Mario Vázquez.

“Es que Madero, para mí, es el tipo de persona con quien me gustaría trabajar. Es abierto, derecho, es ilustrado. Habla el estilo del lenguaje que yo hablo, que es el norteño. A veces hace que piense que veo a don Francisco Indalecio Madero, que viera al espiritista, un tipo, dicen las narrativas, que creía en cosas esotéricas. A él [Gustavo] lo veo de buena fe, pero en el asunto de política y en la política que vivimos y el PAN que hoy existe necesitas una dosis de desconfianza importante en tu manera de hacer las cosas y él me parece que no la tiene”, opina por su parte Ruffo.

“Tiene buen sentido del humor. A veces aligera muchas reuniones, pero tampoco se puede abusar porque entonces no se toman las definiciones adecuadas. Ojalá y en esta etapa se vea y reflexione  cuál es el papel de cada quién y él tome su papel como gente del PAN en esta disyuntiva importante para conducir los trabajos del partido”, dice Ardavín.

Por su parte, González Schmal, quien compitió en 1983 contra el tío de Gustavo, Pablo Emilio Madero por la presidencia del PAN y en 1992 lo acompañó en la desbandada, recuerda a Gustavo cuando se desempeñaba más en actividades empresariales, y era sereno, sensato, no sectario y con vocación democrática.

Añade que cuando se integró era de una ola neopanista, la integrada por empresarios que se unieron al partido después de los ochenta.

“No obstante tenía grandes posibilidades de potenciar su personalidad y trayectoria, aunque los últimos días lo he visto tropezar con los intereses del momento”, dice González Schmal en referencia a la firma de Madero del Pacto con el gobierno de Peña Nieto, del que Madero dudó de su legitimidad en los días posteriores a las elecciones del 2 de julio, por la compra de votos que realizó el PRI, y que como ha dicho el actual presidente del PAN, gana elecciones “a billetazos”.

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