Ciudad de México, 22 de mayo (SinEmbargo).- Sin duda, la tarea más importante del nuevo coordinador del grupo parlamentario de Acción Nacional en el Senado será recuperar la cohesión de la bancada y realizar una “operación cicatriz” entre los legisladores que se sintieron agraviados por el líder partidista Gustavo Madero Muñoz.

Los propios integrantes de la bancada consideraron urgente que se promueva un ánimo de unidad y respeto institucional entre los senadores panistas y su dirigencia nacional, para que los candidatos panistas no se vean afectados en las elecciones locales que se realizarán el próximo 7 de julio.

El siguiente reto que deberá afrontar el nuevo dirigente será mantener el bloque opositor con el Partido de la Revolución Democrática en la Cámara Alta, para ser contrapeso y freno parlamentario del impulso reformador del gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto y de la aplanadora priista en la Cámara de Diputados.

OPERACIÓN CICATRIZ

Senadores de Acción nacional consultados, indicaron que la prioridad de su nuevo coordinador parlamentario será realizar una “operación cicatriz” al interior de la bancada, a fin de limar las asperezas surgidas entre “calderonistas” y “maderistas”, por la precipitada decisión de remover a Ernesto Cordero como líder de la Cámara Alta.

“Hay agravios (por lo que hizo Gustavo Madero). Los principales inmiscuidos en esto somos los senadores, nosotros vamos a convivir aquí durante seis años, el presidente del partido termina su gestión en este año, entonces claro que hay agravios, porque esta decisión trasciende a su presidencia”, indicó la Senadora Mariana Gómez del Campo.

La tarea no será sencilla, principalmente porque la división no es reciente. Algunos senadores refirieron que el partido se fracturó tras los resultados adversos de la elección presidencial del 2012. Sin embargo, coincidieron en señalar que la crisis se agravó con la destitución de Ernesto Cordero.

“Debemos trabajar en seguir fortaleciendo la unidad al interior, creo que esta decisión vino a generar una sensibilidad fuerte al interior del grupo parlamentario”, afirmó la Senadora María del Pilar Ortega Martínez.

No obstante, consideraron urgente fomentar la unidad o al menos mandar un mensaje a la ciudadanía de que no hay fractura, de cara al proceso electoral en puerta. Por el contrario, señalaron la urgencia de decir a los electores que el PAN no es un partido dividido, rijoso o que ventila sus problemas internos.

REFORMAS PENDIENTES DEL PACTO POR MÉXICO

Para la mayoría de los senadores panistas, la destitución de Cordero fue una sorpresa, principalmente porque bajo su conducción se aprobaron y mejoraron las reformas educativa y en telecomunicaciones, enviadas por el Pacto por México.

La bancada panista demostró en los primeros dos periodos de la actual legislatura, ser eficiente contrapeso de las reformas planteadas desde los acuerdos cupulares de los tres principales partidos políticos. No solo aprobó reformas, también cuestionó los dictámenes y mejoró en muchos sentidos sus alcances. Situación que enorgullece a muchos de sus integrantes.

“Yo quiero que este grupo parlamentario, independientemente del nombre, sigamos trabajando con fuerza, que no nos convirtamos jamás en oficialía de partes del gobierno del PRI”, sostuvo Senadora Mariana Gómez del Campo.

El grupo parlamentario albiazul tendrá que resolver importantes reformas durante este de receso y a partir del próximo periodo de sesiones, algunas emanadas del Pacto por México y otras propuestas por el mismo Poder Legislativo.

Entre ellas, está la Reforma político-electoral acordada con la bancada del Partido de la Revolución Democrática y que presumiblemente le costó la coordinación a Ernesto Cordero. Esta reforma incluye la iniciativa que presentó la dirigencia nacional panista para crear el Instituto Nacional Electoral, en sustitución del Instituto Federal Electoral.

Además, incluye los 30 puntos impulsados con la izquierda, así como las propuestas que se vayan acumulando, pues es probable que el Partido Revolucionario Institucional presente su propia propuesta que incluiría aspectos de su agenda, como es la reducción del Congreso y el fortalecimiento del presidencialismo.

En el tintero también está la creación y reforma de las leyes secundarias que den viabilidad jurídica y concreten los postulados de las reformas, en materia educativa y en telecomunicaciones. Esta parte será fundamental ya que corren los plazos fatales para impulsar las nuevas normas.

 MANTENER BLOQUE OPOSITOR CON PRD

Durante su gestión al frente de los senadores panistas, el nuevo coordinador deberá conducir la oposición “responsable” en el debate de dos reformas estructurales de gran calado: la Hacendaria y la Energética, las cuales generarán polémica entre la población y seguramente dividirán el bloque opositor conformado con el PRD.

A decir de senadores panistas, existe la intención de mantener vivo este frente anti PRI conformado en el Senado, y que ha permitido hasta ahora limitar el impulso reformador de Peña Nieto, o por lo menos, meterle “mano” a algunas de sus reformas.

“Sí, por supuesto, (los perredistas) son nuestros aliados naturales en el Senado de la República y yo espero que los sigamos siendo. ¿Por qué?, porque conviene a México, los contrapesos siempre son positivos en la democracia”, recalcó la Senadora Mariana Gómez del Campo.

Del otro lado del mapa político, el líder del partido más representativo de izquierda en el Senado, el perredista Miguel Barbosa, anunció su intención de trabajar de la mano con Acción Nacional, en este bloque opositor que le ha dado buenos dividendos a ambos, y que ha permitido al Congreso, por lo menos en la cámara alta, acotar el poder presidencial en las reformas del Pacto por México.

“Yo no veo que vayan a cambiar las condiciones de negociación. (…) Para nosotros es muy importante mantener una comunicación con todas las integrantes y todos los integrantes del grupo parlamentario del PAN acá en el Senado de la República y no veo por qué deba cambiar esa relación con un nuevo coordinador”, adelantó el líder de los senadores perredistas.

No obstante, quizá lo más problemático para el nuevo líder de la bancada panista sea evitar las comparaciones, incluso entre sus propios compañeros. Algunos senadores, 24 para ser específicos, han expresado públicamente su reconocimiento y lealtad a Ernesto Cordero.

“De entrada va a ser muy complicado continuar en la misma línea que tenía nuestro coordinador Ernesto Cordero, creo que los resultados que se han logrado son bastante altos, inclusive tomando en cuenta que es una legislatura muy joven”, aseveró, María del Pilar Ortega Martínez.

Por lo cual, el trabajo del nuevo coordinador del PAN en el Senado deberá ser productivo, propositivo, unificador, y sobre todo incluyente, para poder ganarse el respeto de su bancada y hacer que convierta en sólo una anécdota, la telenovela panista de la destitución de Ernesto Cordero como líder del PAN en el Senado.