Cáncer y obesidad, el costo de la industrialización: arqueólogos

22/05/2015 - 12:00 am
La Revolución Industrial significó un gran cambió para la humanidad y también para la salud. Foto: Wikimedia Commons
La Revolución Industrial significó un gran cambió para la humanidad y también para la salud. Foto: Wikimedia Commons

Ciudad de México, 22 de mayo (SinEmbargo).- Las tomografías computarizadas, el modelado en 3D y las radiografías digitales directas son usadas por un grupo de investigadores quienes buscan entender los orígenes del cáncer y la obesidad. Sin embargo, el objeto de su estudio no son personas actuales, lo que buscan se encuentra más bien en esqueletos antiguos que se remontan a la época de la Revolución Industrial. un periodo historico que podría representar el punto de partido de estas y muchas más enfermedades que hoy en día son tan comunes.

Así, los historiadores del Museo de Londres están utilizando a la Revolución Industrial como una marcador de tiempo para ubicar la transición entre los primeros períodos modernos y los actuales. La razón es simple. A partir de la década de 1760, Inglaterra se volcó hacia la fabricación mecanizada. De esta manera, máquinas accionadas a base de agua, vapor, madera y carbón cambiaron para siempre a las industrias y de pronto los pequeños pueblos se vieron transformados en grandes ciudades gracias a las personas que acudían a las fábricas para encontrar trabajo. Como la riqueza aumentó casi en todos los ámbitos, el estándar económico de vida se elevó drásticamente junto con la esperanza de vida media.

Sin embargo, la Revolución Industrial tuvo un costo para la salud general. La curadora de osteología humana en el Museo de Londres, Jelena Bekvalac, puso en marcha un proyecto de tres años en asociación con Gaynor Western de Ossa Freelance (una compañía de servicios osteoarqueológicos) y el radiólogo Mark Framer para analizar y documentar digitalmente más de 2 mil 500 esqueletos de 18 sitios arqueológicos en el Reino Unido, publicó Forbes.

Las personas que Bekvalac estudia vivieron en la capital inglesa, en las pequeñas ciudades y en las ciudades catedral entre la época medieval y el período industrial. su propósito es “examinar la influencia de la Revolución Industrial sobre la naturaleza cambiante de la enfermedad a partir de los períodos medievales y postmedievales hasta el presente”. Por otra parte, las siete enfermedades clave que Bekvalac y su equipo van a buscar en los esqueletos a menudo se asocian con la industrialización, la urbanización y vidas más largas.

Los investigadores analizaron miles de esqueletos para buscar enfermedades y evaluar los cambios en la salud generados por la Revolución Industrial. Foto: J. Bekvalac
Los investigadores analizaron miles de esqueletos para buscar enfermedades y evaluar los cambios en la salud generados por la Revolución Industrial. Foto: J. Bekvalac

De esta manera, los especialistas sostienen que los efectos de la industrialización y la resultante congregación de personas en las zonas urbanas quedan escritas en el esqueleto humano. A medida que las ciudades se volvieron más pobladas y la gente vivía más de cerca una de otra, la oportunidad de que enfermedades infecciosas como la tuberculosis se difundiera aumentó dramáticamente.

Un ejemplo de esto son las lesiones de las costillas, las cuales pueden revelar si una persona sufría de problemas respiratorios. Así mismo, el nuevo proceso de fabricación que la industrialización trajo también grabó sus efectos en el hueso. Por lo tanto las tareas repetitivas realizadas en las nuevas máquinas causaron estragos en las articulaciones de los operadores. Estas nuevas tareas también aumentaron la posibilidad de lesiones corporales, cuyas consecuencias (fracturas) pueden también verse fácilmente en los huesos. Evidencias que el equipo de investigación busca en todos los esqueletos.

Como el período industrial marcó el comienzo de una población que vivía más tiempo que sus antepasados, Bekvalac analizará los esqueletos para encontrar evidencia de enfermedades relacionadas con la vejez. En este caso, las mujeres eran comúnmente afectados por dos enfermedades relacionadas con los cambios hormonales a medida que envejecen: hiperostosis frontal interna, que resulta en un engrosamiento del hueso frontal del cráneo, y la osteoporosis, que ocasiona huesos delgados que pueden fracturar fácilmente.

Los hombres por su lado, no son inmunes a los cambios esqueléticos relacionados con la edad. Así, los de mayor edad son más propensos que las mujeres a sufrir de Hiperostosis esquelética idiopática difusa (DISH, por sus siglas en inglés), una condición que causa la fusión de partes de la columna vertebral. al mismo tiempo también se cree que la DISH está relacionada con la obesidad.

El estudio sirve también como comparativo y analizar los cambios que la tecnología ahora puede provocar en nosotros. foto: Shutterstock
El estudio sirve también como comparativo y analizar los cambios que la tecnología ahora puede provocar en nosotros. foto: Shutterstock

Otra de las consecuencias de vivir más tiempo es una mayor probabilidad de padecer cáncer. Sin embargo, los bioarqueólogos no suelen ver el cáncer en los antiguos restos óseos, debido en parte a que la esperanza de vida en el pasado eran bastante corta, así como debido a una falta general de carcinógenos ambientales en la antigüedad. No obstante, con los cambios en la fabricación durante el período industrial, Bekvalac espera encontrar un incremento en la incidencia de cáncer. Para ello, el equipo de investigación utilizará la radiografía y tomografías computarizadas para saber si las frecuencias de estas nuevas condiciones cambiaron a medida que la población en el periodo industrial comenzó a vivir más tiempo.

Este proyecto “ofrece la oportunidad de ser capaz de crear una narrativa acerca de la salud, con base en las colecciones arqueológicas”, dice Bekvalac, y para “crear un conjunto de datos que al final podrá ser visitada de forma interactiva en línea a través del sitio web del Centro de Bioarqueología Humana. Las radiografías digitales, tomadas como parte de este proyecto se pondrán a disposición del público, al igual que el sitio de información arqueológica y datos osteológicos tales como la edad al momento de la muerte.

Hasta ahora, un buen número de esqueletos ya se escanearon en 3D como parte del proyecto de Enfermedades Digitalizadas, dirigido por la Universidad de Bradford. Mientras que se trata de un proyecto meramente local, el hecho de que los usuarios de la página web puedan examinar los efectos de la Revolución Industrial en los restos óseos de sus ancestros y compararlos con los de otras partes puede servir para sentar precedente e iniciar proyectos similares en el resto del mundo.

Hay que entender que sin la Revolución Industrial no tendrían smartphones como parte de la vida diaria ni contemplarían el desarrollo de coches autónomos, por ejemplo. Sin embargo, también hay que tener presente que el avance tecnológico viene con un costo para la salud. Así, mientras que la esperanza de vida en la actualidad es 30 años más larga que la generación que vivía hace un siglo, esto también representa un mayor riesgo para que desarrollemos enfermedades como el cáncer y la obesidad a un nivel visto pocas veces en la antigüedad. Este tipo de estudios sirven para plantear estos cambios antes o mientras estos ocurren.

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