México

PAN exige a EPN castigar a funcionarios involucrados en espionaje a activistas y periodistas

25/06/2017 - 1:57 pm

El pasado 19 de junio, el diario estadounidense The New York Times informó que personalidades como la periodista Carmen Aristegui y el director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, Mario Patrón, fueron espiados a través de sus teléfonos móviles mediante un programa informático denominado “Pegasus”. El líder del PAN informó que analiza la posibilidad de denunciar los hechos ante organismos internacionales.

Ciudad de México, 25 de junio (SinEmbargo).– Ricardo Anaya Cortés, dirigente nacional del partido Acción Nacional (PAN), exigió al Gobierno federal castigar a los funcionarios involucrados en el espionaje en contra de periodistas y activistas mexicanos.

“Exigimos que se cancele el espionaje que está en curso y que no haya sido autorizado por un juez federal, como lo establece la Constitución mexicana”, pidió en un comunicado.

El pasado 19 de junio, el diario estadounidense The New York Times informó que personalidades como la periodista Carmen Aristegui y el director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, Mario Patrón, fueron espiados a través de sus teléfonos móviles mediante un programa informático denominado “Pegasus”.

El líder del PAN informó que analiza la posibilidad de denunciar los hechos ante organismos internacionales.

“Lo quiero volver a decir con contundencia: no vamos a descansar hasta que se llegue hasta las últimas consecuencias en este tema tan delicado”, advirtió.

Dijo que el tema del espionaje no se olvidará con el paso de los días. “De ninguna manera se puede minimizar lo ocurrido ni mucho menos quedar en la impunidad”, sostuvo.

Anaya aseguró que mientras todos los sectores de la sociedad han manifestado un claro rechazo a la intervención de comunicaciones privadas, el Gobierno federal se ha concentrado en minimizar el problema.

El panista exigió la comparecencia ante el Congreso de los titulares de la Secretaría de Gobernación, el Cisen y la Procuraduría General de la República, para que expliquen qué agencias del Gobierno han adquirido, directa o indirectamente, licencias para usar malware de vigilancia.

El pasado 22 de junio, el Presidente Enrique Peña Nieto reconoció haberse expresado “inadecuadamente” al formular declaraciones sobre el presunto espionaje a comunicadores y activistas que fueron interpretadas como amenazas a quienes han acusado a su gobierno.

En una conversación con periodistas después de un discurso pronunciado durante la inauguración de un Parque Industrial en Lagos de Moreno, en Jalisco, el mandatario reiteró su respeto a la libertad de expresión.

En el discurso, Peña Nieto negó que su gobierno espíe a activistas, periodistas y defensores de derechos humanos, y aseguró que ha ordenado a la Procuraduría General de la República (PGR) investigar las acusaciones hechas en ese sentido.

“Somos un gobierno que condena de manera categórica cualquier intervención que se tenga en la vida privada de quienes son activistas y de cualquier persona”, dijo.

Indicó que ha girado instrucciones a la PGR “para que haga la investigación correspondiente a partir de las denuncias que se han presentado”.

Organizaciones de derechos humanos, entre ellas el Centro Agustín Pro Juárez, criticaron la alocución de Peña Nieto, en particular por haber incluido “una preocupante amenaza a las y los denunciantes”.

En una conversación posterior con periodistas, el Presidente buscó hacer precisiones sobre el contenido de su discurso. Reiteró que el Gobierno no participa en espionaje a ciudadanos y que ha ordenado una investigación para establecer quiénes pudieron haber incurrido en esa práctica, ya sea en el sector público o en el privado.

Al preguntársele si no habrá represalias para quienes han hecho denuncias contra el Gobierno, replicó: “¿Por qué habría de tener alguna acción en contra de la libertad de expresión? Todo lo contrario”.

Al insistir los reporteros en que su comentario sobre las acciones contra quienes han hecho “falsos señalamientos” sugieren alguna represalia, el mandatario finalmente cedió.

”No me confundí; en la última parte (del discurso) creo que me expliqué inadecuadamente”, puntualizó.

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