Ciudad de México, 25 de noviembre (SinEmbargo).– Los frutos secos han sido motivo de debate entre la comunidad médica desde hace tiempo. De esta manera, mientras algunos promueven su consumo, existen quienes los han recomendado poco durante años debido a su alto contenido calórico.
No obstante, ahora un grupo de científicos aseguran que consumirlos siete veces o más a la semana disminuye en un 29 por ciento el riesgo de morir de infarto y en un 11 por ciento de cáncer, en comparación de aquellas personas que no los comen en absoluto, lo que representaría un gran avance en saluda, sobre todo si se toma en cuenta que, según el Centro de Prevención y Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), cada año fallece un millón de personas en Estados Unidos por cualquiera de estas dos causas.
De esta forma, comer frutos secos de forma frecuente aumenta la esperanza de vida, así lo concluye el estudio más largo realizado en Estados Unidos sobre la relación entre mortalidad y el consumo de estos alimentos. No obstante, hay que tener en cuenta que los frutos secos a estudio fueron los pistaches, almendras y nueces, principalmente. Además de que no se tuvo en cuenta si eran salados, horneados o crudos.
Así mismo, en el estudio elaborado por la Universidad de Harvard durante 30 años, los investigadores no pueden especificar cuál es la relación causa-efecto exacta, pero “la vinculación es evidente”, publicó el diario español El País.
“La percepción de que si comes más frutos secos vas a engordar ha sido revocada en nuestro estudio”, dijo la doctora Ying Bao, líder de la investigación subvencionada por los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés), entre otros, la cual además fue publicada por el New England Journal of Medicine.
En la investigación los científicos analizaron los datos de 119 mil mujeres y hombres y encontraron que aquellos que comían frutos secos cada día tuvieron un 20 por ciento menos de probabilidades de fallecer durante la elaboración del estudio que aquellos que no los comían nunca. Por otra parte, no se encontró ninguna diferencia entre géneros.
En 2003, la Agencia de Control de Alimentos y Medicamentos de EU aseguró que incluir los frutos secos en la dieta “reducía la incidencia de padecer enfermedades cardíacas”. Además, la Asociación Americana de Médicos recomienda cuatro raciones de estos alimentos a la semana, aunque sin sal, y siempre haciendo la advertencia de que comerlos en grandes cantidades engorda.
Por su parte, el grupo de trabajo de Bao es uno de los más sólidos de la Unión Americana en lo que respecta a la investigación alimenticia. Así mismo, estudios anteriores habían concluido ya que comer frutos secos disminuía la probabilidad de padecer infartos, diabetes, cáncer de colon y otras enfermedades.
“Me siento muy confiada de que los frutos secos muestren un beneficio tan alto. Hemos hecho muchos análisis, muchas pruebas y muchas evaluaciones para poder eliminar otros factores”, agregó Bao, quien apuntó que los beneficios de estos alimentos se apreciaron incluso “entre fumadores y no fumadores, personas con diabetes y sin ella”.
Así, los participantes que los consumieron durante el estudio resultaron más propensos “a pesar menos; a hacer más ejercicio; a fumar menos, entre otras cosas”. Sin embargo, los investigadores no saben cuál es la causa de que esto ocurra.
“Puede ser por las grasas insaturadas que contienen, los minerales y otros nutrientes que favorecen la bajada de los niveles de colesterol malo, las inflamaciones y otros tipos de patologías”, indica el informe.
“No sabemos cuáles son los frutos secos que producen estos beneficios. Lo mejor es que la gente mezcle varios tipos. Pero es importante que los ciudadanos recuerden que no son substituto de llevar un estilo de vida saludable”, concluyó Bao, indicando que esto significa “que se deben comer muchas verduras, hacer ejercicio, no fumar y limitar el alcohol a uno o dos vasos al día”.
