Carlos Slim Domit, hijo del hombre más rico de México, es un apasionado de las carreras y un rostro habitual en los Grandes Premios de la Fórmula 1 desde hace años. Los Pilotos Sergio Pérez y Esteban Gutiérrez reciben apoyo del gigante de las telecomunicaciones.

Por Sergio Carillo

Ciudad de México, 28 oct (dpa/Notimex) – El regreso de la Fórmula 1 a México después de 23 años puede resumirse en un nombre: Carlos Slim Domit, el hijo mayor del magnate más poderoso del país y uno de los más ricos del mundo.

Hace 13 años, durante una charla de café, un grupo de empresarios encabezados por la familia Slim empezó a explorar la posibilidad de llevar de vuelta la máxima categoría del automovilismo mundial al país.

En la mesa comenzó a cobrar forma la Escudería Telmex fundada por Slim Domit con el fin de apoyar a niños y jóvenes pilotos en todas las categorías, entre ellos Sergio Pérez, actualmente en Force India, y Esteban Gutiérrez, volante de pruebas de Ferrari.

Con el paso de los años y el apoyo financiero del gigante de las telecomunicaciones, Pérez aterrizó en la máxima competición del motor en 2011. Primero compitió con la escudería Sauber dos años y luego fichó por McLaren, equipo en el que corrió en 2013 antes de firmar con Force India.

El piloto de 25 años contó desde el principio con el mecenazgo de la familia Slim, encabezada por su patriarca, Carlos Slim Helú, la cuarta persona más rica del planeta según la lista Forbes.

El respaldo económico recayó también en un acuerdo de patrocinio con la empresa América Móvil, cuyo presidente del consejo de administración es Carlos Slim Domit.

En los bólidos de Force India lucen los logotipos de las empresas Telmex, Telcel y Claro. Hijo mayor del clan y figura clave en los negocios familiares, Slim Domit es un apasionado de las carreras y un rostro habitual en los Grandes Premios de la Fórmula 1 desde hace años.

“Siempre pensamos que el llegar es el inicio de un proyecto, no la conclusión”, advirtió cuando su protegido aún estaba en Sauber.

Slim Domit, miembro también del influyente Senado de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA), tiene en mente el título mundial, y para eso hace falta un piloto de garantías y un México entusiasmado por la Fórmula 1.

“Sin duda es un proyecto de país”, dijo en una entrevista con el canal Fox Sports poco antes del Gran Premio de este fin de semana, que el empresario mexicano cree que tendrá un “impacto positivo” también en lo económico.

Según las cifras oficiales, la inversión en el Gran Premio es de 360 millones de dólares que pagan el gobierno de Ciudad de México y la empresa promotora CIE (Corporación Interamericana de Entretenimiento). Los ingresos esperados son de 400 millones de dólares, además de 18 mil empleos directos e indirectos.

Mientras “Checo” Pérez se alista para presentarse ante miles de aficionados en su tierra, Gutiérrez, ex piloto de Sauber, podría regresar el año próximo a la Fórmula 1 si llega a concretar un acuerdo con el nuevo equipo Hass.

“Es casi una realidad que Esteban esté de regreso. A todos nos gustaría verlo nuevamente después de una etapa en Ferrari, donde ha tenido mucho aprendizaje”, dijo recientemente Slim Domit del futuro de Gutiérrez.

Sin duda el respaldo económico de la poderosa familia en los últimos años fue determinante en el crecimiento del automovilismo en México.

Pérez y Gutiérrez figuran ya en el selecto grupo de pilotos mexicanos que han grabado su nombre en la historia de la Fórmula 1, junto con los consagrados hermanos Ricardo y Pedro Rodríguez, que dieron nombre al autódromo en Ciudad de México, de Moisés Solana y Héctor Rebaque.

“Tener la oportunidad de conducir en el Gran Premio de casa es algo que nunca pensé que iba a suceder. Será uno de los mejores momentos de mi carrera y no tengo ninguna duda de que esta prueba se convertirá en un clásico moderno de la Fórmula 1”, dijo Pérez.

El joven originario de la ciudad de Guadalajara agregó que correr en su país será “muy especial” y hacerlo en un circuito “fantástico” será un motivo de inspiración para su joven y prometedora carrera en las pistas.

“Tuve la oportunidad de conducir una vuelta al nuevo trazado de la pista recientemente y es un circuito fantástico. Hay un buen número de cambios en comparación con el antiguo trazado cuando la Fórmula Uno corrió por última vez aquí, pero no creo que el circuito haya perdido nada de su carácter”, abundó Pérez al hacer referencia al remozado circuito de 4.3 kilómetros.

El director general de Force India, Vijay Mallya, celebró el prestigio que tiene “Checo” en su país y prometió dar este fin de semana un “espectáculo fanástico”.

“Checo goza de un gran número de seguidores en su país y tenemos un gran número de socios mexicanos, por lo que estamos decididos a hacerlo bien delante de ellos”, auguró Mallya.

Inaugurado en 1959, el Autódromo Hermanos Rodríguez ha sido sede de 16 Grandes Premios en dos épocas (1962-1970 y 1986-1992), cuando brillaron el inglés Nigel Mansell, el francés Alain Prost y el siempre recordado piloto brasileño Ayrton Senna.

DERRAMA DE 26 MIL MDP

Todo está listo para que después de 20 años la Fórmula 1 regrese a México y se dispute el 1 de noviembre el Gran Premio en el Autódromo Hermanos Rodríguez, donde el valor comercial del terreno ascendería a más cinco mil 826 millones de pesos.

De acuerdo con el portal inmobiliario Lamudi, por este evento deportivo se estima una derrama económica de 26 mil millones de pesos, una inversión público-privada de 72 millones de dólares durante cinco años y 50 millones hasta el momento en la remodelación de la emblemática pista.

Precisa que el valor comercial del terreno, ubicado en la colonia Granjas México, de la delegación Iztacalco, en el Distrito Federal, tiene un precio medio por metro cuadrado 13 mil 873.74 pesos, que sumarían cinco mil 826 millones 802 mil 800 pesos por las 42 hectáreas que comprende el inmueble.

Sin embargo, la CEO para Latinoamérica del portal, Kalina Hadzhitodorova, afirmó que “con las remodelaciones elaboradas, ahora el área del Autódromo comprende el Foro Sol, lo que presupone una extensión total de 42 hectáreas”.

Lo anterior ha tenido como resultado el incremento de la capacidad de aforo del recinto, que llegará a 120 mil personas, pero también el valor comercial del terreno se ha elevado”, resaltó.

Con la misma base, Lamudi estimó el valor que tendría el terreno si estuviese en otras ciudades mexicanas y si éste se localizara en Querétaro costaría seis mil 129 millones 064 mil 200 pesos y en Monterrey cinco mil 907 millones 039 mil 600 pesos.

En tanto, añadió, en Torreón el precio sería el más bajo pues sólo costaría mil 870 millones 260 mil pesos.

La directiva aclaró que en el valor comercial del inmueble no toma en cuenta el valor de la infraestructura, aunque es punto de partida para ejemplificar la variación de precios por metro cuadrado en venta en algunos de las principales ciudades del país.