Hace falta medio planeta más para satisfacer necesidades humanas, dice informe WWF

01/10/2014 - 12:05 am
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A pesar de que hubo un avance en la conservación de algunas especies en el mundo, muchas poblaciones continúan amenazadas para un futuro si no se toman acciones. Foto: Shutterstock.

Ciudad de México, 1 de octubre (SinEmbargo).–La última edición del “Living Planet Report” del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés) no es para “desmayarse”, según declaró Marco Lambertini, Director General Internacional.

El punto importante y que permite ver el panorama en general es que más de 10 mil poblaciones animales representativas, entre mamíferos, pájaros, reptiles, anfibios y peces ha declinado un 52 por ciento desde 1970.

Puesto de otro modo, en menos de dos generaciones humanas, la población de especies vertebradas cayeron a la mitad. “Estas son las formas que constituyen la importancia de nuestros ecosistemas que sostienen al planeta. Ignoramos su descenso a nuestro propio riesgo”, advierte Lambertini previo al informe de la WWF.

Otra de las cifras alarmantes que presenta el reporte de la WWF es que Latinoamérica perdió el 83 por ciento de las poblaciones de peces, aves, mamíferos, anfibios y reptiles en los últimos 40 años. El cual sigue siendo un impacto en la vida silvestre mayor al de las pérdidas globales durante el mismo periodo.

El director del Fondo Mundial de la Naturaleza advierte que estos indicadores reflejan la gran demanda de la humanidad sobre el planeta y muestra que usamos las bondades del entorno “como si tuviéramos más de un planeta a nuestra disposición”.

“Las cosas se ven tan preocupantes que parece difícil sentirse positivos sobre el futuro, difícil ciertamente, pero no imposible”.

La situación de América Latina muestra la intensa presión que tienen las especies tropicales, pues las pérdidas poblacionales en estas zonas fueron de un 56 por ciento comparado con el 36 por ciento de las zonas templadas.

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Fuente: WWF.

La mayor amenaza para las poblaciones se ubica en siete categorías, las cuales son: Explotación con 37 por ciento, seguido de la degradación de los hábitats o sus cambios con un 31.4 por ciento, la pérdida del hábitat con 13.4 por ciento, el cambio climático que representa un 7.1 por ciento, la contaminación con un 4 por ciento y la invasión de especies o genes junto enfermedades con un 7.1 por ciento.

Desde 1970 la humanidad sobrepasó la capacidad vital del mundo. Hasta ahora, según el informe 1.5 Planetas Tierra se requerirían para satisfacer las demandas de los habitantes de la Tierra.

La población en pobreza continúa siendo la más vulnerable, los problemas interconectados de comida, agua y seguridad de energía afectan a todos.

El Informe Planeta Vivo 2014 es la décima edición de la publicación bianual de WWF. Registra más de 10,000 especies de vertebrados de 1970 a 2010 a través del Índice Planeta Vivo, una base de datos mantenida por la Sociedad Zoológica de Londres. La medida de la Huella Ecológica de la humanidad es proporcionada por la Red Global de la Huella Ecológica (Global Footprint Network).

Aunque el informe presenta un balance entre las cifras alarmantes y las no tan preocupantes, la verdadera previsión que la humanidad debería tener en cuenta es la de un futuro cercano.

Muchas especies permanecen amenazadas en la actualidad y varios países tomaron acciones al respecto: como el hábitat en riesgo de los elefantes y que Tailandia se comprometió a prohibir el comercio de marfil.

Y mientras que en el 2012 el reciclaje de papel en el mundo alcanzó un 53 por ciento, el escenario de inacción para el 2050 podría representar la pérdida de 232 mil hectáreas de bosques perdidos.

Otra cifra importante para tomar en cuenta es que la capa del hielo del mar ártico tiene la cobertura más baja registrada desde 1980 que contaba con 7.85 kilómetros cuadrados y hasta el 2012 tenía 3.61 kilómetros, lo cual puso a 5 poblaciones de osos polares en declive. Para el 2050, sin acciones suficientes, las poblaciones de esta especie podrían disminuir en un 50 por ciento, limitando el hielo marino de verano a la costa norte de Groenlandia y Canadá.

“Ahora debemos trabajar para asegurarnos que la próxima generación pueda aprovechar la oportunidad que hemos fracasado en entender. Para cerrar este capítulo destructivo en nuestra historia y construir un futuro en el que las personas puedan vivir y prosperar en armonía con la naturaleza”, finalizó Marco Lambertini.

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