Las causas de este varamiento masivo aún se desconoce, sin embargo, los científicos creen que la posible causa de su muerte fue por la llamada marea roja, que trae consigo algún tipo de toxina.
Ciudad de México, 2 de diciembre (SinEmbargo).– El varamiento de más de 330 cetáceos en la Patagonia chilena tiene asombrados a los científicos, se trata de uno de los hallazgos nunca antes registrados a nivel mundial y que es calificado como “apocalíptico”.
De acuerdo con la agencia de noticias EFE, las ballenas Sei fueron halladas el pasado 17 de noviembre por un grupo de científicos, sin embargo, medios internacionales aseguran que el descubrimiento de los cientos de cetáceos fue en junio pasado.
Desde entonces, biólogos han estado recogiendo muestras de los 337 mamíferos acuáticos, pero el misterio de su muerte aún no ha podido ser descifrado.
Los primeros registros de ballenas Sei muertas ocurrieron en abril pasado cuando 20 mamíferos fueron halladas tras varar al norte del Golfo de Penas, en la Patagonia chilena.
Un sobrevuelo realizado en junio pasado en la misma zona por un equipo de científicos integrados por Vreni Häussermann, directora del Centro Científico Huinay, constató que el número de ejemplares varados era mucho más elevado.
De acuerdo con Häussermann, hasta el momento se contabilizaron 337 ballenas muertas, “incluidos cadáveres y esqueletos”.
El hallazgo, calificado como “impactante y de gran magnitud”, sucedió en uno de los lugares del mundo de más difícil acceso según Häussermann.
“Todavía hay muchas áreas a las que no pudimos llegar, así que es probable que haya más ballenas muertas”, alertó.
Cristián Hudson, director del Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca), señaló al Diario Aysén citado por EFE, que el número de cetáceos muertos es “impactante” y que hasta el momento “nunca habíamos tenido denuncias de esta magnitud”.
MISTERIO E HIPÓTESIS
Las causas de este varamiento masivo aún se desconoce, sin embargo, los científicos creen que la posible causa de su muerte fue por la llamada marea roja, que trae consigo algún tipo de toxina.
La sustancia pudo haber contaminado la cadena alimenticia de las ballenas ocasionándoles la muerte en altamar y, luego, las corrientes los arrastraron a la orilla de la Patagonia de Chile.
Un informe de Seranpesca establece que no se encontraron heridas asociadas a elementos mecánicos, como hélices, arpones, ni tampoco lesiones en el oído interior por efecto de ondas sonoras.
Según los investigadores, la muerte de estos mamíferos acuáticos es una oportunidad para conocer más sobre la especie y así obtener datos para su conservación.
La ballena Sei se caracteriza por tener un cuerpo delgado y esbelto, pudiendo medir hasta 18 metros de largo. Se alimenta principalmente de kril, pero puede comer calamares y peces de hasta 30 centímetros, los que captura nadando en forma regular en la superficie del agua con la boca abierta.
