Por Mia Rozenbaum
Ciudad de México, 3 de agosto (SinEmbargo/HuffingtonPost).– Al igual que las personas, las mascotas también pueden mostrar síntomas alérgicos e incluso puede ser alérgico a los seres humanos. Aunque rara vez mortales, estas afecciones en las mascotas causan malestar y angustia.
Como las personas, los perros y los gatos pueden mostrar síntomas alérgicos cuando sus sistemas inmunes comienzan a reconocer ciertas sustancias cotidianas – o alérgenos – como peligrosos.
A pesar de que estos alérgenos son comunes en la mayoría de los entornos e inofensivos para la mayoría de los animales, los que sufren alergias tendrán una reacción extrema a ellos.
Los alérgenos pueden ser problemáticos cuando se inhala, se ingiere o por contacto con la piel de la mascota. A medida que el cuerpo trata de deshacerse de estas sustancias, pueden una variedad de síntomas pueden aparecer en la piel, y los sistemas digestivo y respiratorio.
Hay tres tipos principales de las alergias que afectan a sus gatos y perros: las alimentarias, a las picaduras de pulgas y las ambientales.
Las reacciones adversas a los alimentos afectan a menos del 10 por ciento por ciento de todos los gatos y perros y pueden aparecer a cualquier edad. Cuando son alérgicos a los alimentos, los gatos son en su mayoría sensibles a la carne, lácteos, pollo o pescado (un total de 80 por ciento de todos los casos) y los perros son alérgicos a la carne, el trigo lácteos, cordero, pollo, huevos de gallina o de soya (93 por ciento de los casos).
La dermatitis alérgica por pulgas (hipersensibilidad a sus picaduras) es una reacción cutánea alérgica a la saliva del parásito que rara vez ocurre antes de la edad de seis meses en las mascotas. La saliva provoca irritaciones de manera desproporcionada en relación con el número real de pulgas en la mascota.
Las alergias ambientales pueden ser provocadas por alérgenos al aire libre como la hierba o el polen o los interiores como el moho, los ácaros del polvo o las telas. Éste tipo de alergias pueden ser heredadas genéticamente. Algunas mascotas, incluso llegan a desarrollar asma, también conocida como bronquitis alérgica.
Las mascotas durante mucho tiempo han sido culpadas por causar problemas respiratorios en los seres humanos, pero el problema se presenta en ambos de la misma manera, ya que los seres humanos –más específicamente, la caspa humana– también puede desencadenar ataques de asma en los gatos y perros.
El asma, una inflamación de las vías respiratorias causada por una reacción alérgica, tiende a ser más común en gatos que los perros. Es el resultado de una obstrucción de las vías respiratorias cuando los bronquios se llenan de mucosidad y sufren espasmos. La mayor parte del tiempo es una enfermedad leve pero puede en algunos casos causar colapso en pulmones y fractura de costilla debido a la dificultad en la respiración.
Mantener las alergias bajo control
Los recientes avances en el tratamiento del asma humana están ayudando a animales enfermos. “Ahora hacemos exactamente lo que hacemos para los bebés y los niños”, explica el Dr. Padrid, veterinario para el Hospital de Animales para mascotas de la familia en Chicago. Medicamentos antiinflamatorios inhalados similares a los inhaladores humanos pueden ser dados a las mascotas a través de una cámara de aerosol con una mascarilla.
Algunas investigaciones en el campo del asma humano también ha sido transferible a los felinos. El trabajo sugiere en los seres humanos una relación entre las infecciones bacterianas y el empeoramiento de los síntomas asmáticos. Las mismas bacterias fueron luego más tarde encontradas en un quinto de todas las muestras de fluidos de pulmón tomadas de gatos asmáticos.
Al igual que las alergias en los seres humanos, los animales domésticos afectados tienden a ser más sensibles con el tiempo. Hoy en día el pronóstico para el control de la enfermedad es excelente, con la mayoría de las mascotas viviendo felices y con normalidad. Aunque no existe una cura para los padecimientos, por ahora, la medicación como inyecciones, antihistamínicos o incluso cortisona, pueden utilizarse para calmar los síntomas.
Pero en general, la mejor manera de mantener al animal lejos de desarrollar los síntomas es la identificación de los alérgenos y haciendo que se mantengan lo más lejos posible de ellos, ya sean las pulgas o las alas de pollo.
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