Santiago de Compostela (España), 5 oct (EFE).- Los médicos que atienden a una niña española de 12 años aquejada de una enfermedad degenerativa irreversible le retirarán la medicación, por lo que tendrá una “muerte digna”, como desean sus padres, informó hoy el abogado de la familia.
El letrado Sergio Campos informó a la prensa de esa medida que han acordado hoy los padres de Andrea y el equipo médico que la atiende en el Hospital Universitario de Santiago de Compostela (noroeste de España).
Estela Ordóñez y Antonio Lago, padres de la menor, habían acudido en la mañana de hoy a un juzgado para reclamar que la Justicia se pronunciara sobre el caso y conseguir lo que consideran una muerte digna.
Desde septiembre de 2014 el estado de la niña había empeorado gravemente y era alimentada de manera externa, por lo que sus padres reclamaron al hospital medidas para aliviar el sufrimiento de Andrea y “dejarla apagarse”, en palabras de la madre.
El caso ocupa desde hace días a los medios informativos en España, en especial porque se ha producido una discrepancia entre los médicos, partidarios de mantener el tratamiento a la niña, y un Comité de Ética de la región de Galicia, que abogaba por “la muerte digna”, mientras asociaciones de distinto signo intervenían en el debate público.
El abogado Sergio Campos presentó hoy ante un juez una solicitud de suspensión del tratamiento médico debido a la “extrema gravedad” de la situación clínica de la menor y a la “absoluta irreversibilidad” de su dolencia.
Horas más tarde, ya en el hospital, médicos y padres han alcanzado un acuerdo por el que aquellos rectifican su posición inicial y retirarán la sonda de alimentación externa a la menor.
El letrado no aclaró a la prensa si ese cambio se debe a una eventual mediación del juzgado.
“No sabemos exactamente qué es lo que ha pasado por la mente del equipo médico para variar sustancialmente” su postura, dijo Campos, quien agregó que ignora si el desenlace en relación con Andrea será cuestión de días o de semanas.
Aseguró que lo que “sí está claro es que Andrea va a tener un final dulce, un poco más fácil que la vida que ha tenido hasta ahora”.
Los progenitores no comparecieron ante la prensa y su representante pidió respeto e intimidad para la familia, dado que “empieza el momento de la cuenta atrás y están preparándose para despedirse de Andrea como corresponde”.
Andrea “nunca habló, nunca caminó, nunca se pudo relacionar”, afirmó el abogado, para quien este caso puede enseñar a los demás “el camino a seguir”.
