Según informó hoy a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) -el regulador bursátil español-, los resultados de la compañía se vieron afectados por el efecto comparativo de las plusvalías anotadas el pasado ejercicio por la venta de su negocio de gas natural licuado (GNL).

Mientras tanto, el beneficio neto ajustado -calculado basándose en la valoración de inventarios a coste de reposición (CCS) y sin tener en cuenta los elementos extraordinarios- se disparó un 74.4 %, hasta los 928 millones.

Los negocios de exploración y producción (upstream) registraron unas pérdidas de 190 millones, afectados por la caída de los precios, la ausencia de producción en Libia por motivos de seguridad, efectos monetarios en Brasil y ajustes en Venezuela.

Según la compañía, estos impactos “se han compensado parcialmente” gracias a la entrada en servicio de varios proyectos considerados estratégicos, ubicados en Brasil, Perú y Estados Unidos.

Así, la producción media subió un 3.7 %, tras la incorporación de los proyectos Kinteroni, en Perú, campo de Sapinhoá, en Brasil, y Margarita-Huacaya, en Bolivia.

Además, en el primer trimestre del año Repsol realizó un nuevo descubrimiento en Rusia y, en abril, perforó su tercer sondeo en la zona Sud Est Illizi (Argelia).

Las inversiones netas en el área de exploración y producción alcanzaron los 753 millones de euros entre enero y marzo, un 59 % más.

El área de refino y márketing (downstream) disparó un 84 % su beneficio ajustado, hasta 534 millones, impulsada por los mayores márgenes de refino y los mejores resultados de química y comercialización.

El resultado ajustado de Gas Natural Fenosa (participada por la petrolera) fue de 122 millones de euros (138 millones de dólares) en los tres primeros meses del año, mientras el área de corporación y ajustes se anotó un beneficio de 462 millones de euros (524 millones de dólares).