Tasas de deforestación anuales en Chiapas afectan a la biodiversidad

07/10/2014 - 12:02 am
Vista aérea del Cañón del Sumidero. Foto: Cuartoscuro.
Vista aérea del Cañón del Sumidero. Foto: Cuartoscuro.

Ciudad de México, 7 de octubre (SinEmbargo).–Las tasas de deforestación anuales  en Chiapas se encuentran entre 30 mil a 45 mil hectáreas, según Marco Antonio Lara Ramírez, Director Comercial de Ambio, una organización local de la sociedad civil.

Chiapas registró una pérdida de 7.16 por ciento de la proporción de superficie cubierta por bosques y selvas, según cifras del Inegi, pues en el 2000 contaba con 56.28 por ciento de estas zonas y hasta el 2012 tenía un porcentaje de 49.12 por ciento.

“Lo que se critica mucho es que existen programas de gobierno que son opuestos, por una parte se incentiva al campesino a realizar actividades agropecuarias pues hay programas para eso. Pero por otra parte hay programas que favorecen la protección de los bosques, entonces ahí no hay compatibilidad”, explicó Lara Ramírez.

De acuerdo con cifras del Inegi en 1990, México contaba con el 52 por ciento de superficie cubierta con bosques y selvas, sin embargo hasta el 2011 únicamente el 34 por ciento del territorio nacional cuenta con esta condición.

Por otro lado México está considerado como uno de los países que presenta mayor deforestación, pues alrededor del 4% de esta actividad mundial ocurre en el territorio nacional. Esta cifra significa que en un año una superficie aproximada de 600 mil hectáreas queda desprovista de vegetación.

De acuerdo con un diagnóstico del estado actual del programa Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación de Bosques (REDD) en Chiapas, la deforestación está asociada a diversos impactos ambientales, como la disminución de la disponibilidad de hábitats y la pérdida de la biodiversidad.

Es por ello, que las cifras sobre las especies en riesgo en México que presenta la Inegi parecen alarmantes: de acuerdo a la Norma Mexicana de Especies en Riesgo (Norma Oficial Mexicana 059) en México hay 49 especies extintas, 475 está en peligro de extinción, 896 se encuentran amenazadas y mil 185 sujetas a protección especial.

Entre las 20 especies que se encuentran en mayor peligro de desaparición de la entidad está el manatí, el quetzal, el pavón, la tortuga laúd, el zopilote rey, el mono araña, la guacamaya roja, el pecarí de labios blancos y el jaguar, según el directivo de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) regional, Joaquín Zebadúa Alva.

Sobre esto, Lara Ramírez opinó que es muy alarmante la situación de la entidad ya que hasta hace poco Chiapas ni siquiera formaba parte de la estrategia de la Comisión Nacional Forestal para incrementar la productividad del sector en bosques.

Además, la deforestación también influye a la perturbación de los servicios ambientales como cambios microclimáticos, erosión, alteración de los regímenes hidrológicos y el incremento de emisiones a la atmósfera de gases de efecto invernadero.

Los procesos de deforestación y degradación de los bosques por efecto de las actividades humanas constituyen una de las principales fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero en México.

A lo anterior se suma la deforestación histórica acumulada que infiere que son más de 44 millones de hectáreas arboladas las que se han perdido. Sin embargo, también se redujo la Proporción de Áreas Naturales Protegidas (ANP) del 2010 con un 19.06 por ciento al 2012 con un 17.18 por ciento, de acuerdo a Información Estadística y Geográfica de Chiapas.

México ocupa actualmente el doceavo lugar en superficie forestal más grande a nivel mundial y el trigésimo lugar en términos de producción forestal, de acuerdo a la Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural de Chiapas.

Es por ello que el miembro de Ambio sugirió no prohibir el manejo forestal, sino fomentarlo, pues es una de las actividades que más promete en cuanto a la conservación forestal de bosques y selvas del estado.

“La población en Chiapas está más dedicada a actividades agropecuarias por lo que la cultura del manejo forestal en el estado está en desarrollo. Existe una cultura de subsistencia y de agricultura comercial hasta de amplia escala, por lo que la presión ganadera es muy fuerte”, explicó.

Una de las alternativas que existe es la agroforestería pues mezcla la plantación de especies de bosques para garantizar los corredores biológicos, al mismo tiempo que ofrece el mantenimiento de la biodiversidad y de los ecosistemas, además que garantiza la seguridad alimentaria.

Chiapas requeriría de un recurso económico que oscila entre lo nueve millones de pesos, según el director de la Frontera Sur, Istmo y Pacífico Sur de la Conanp para que también se pueda involucrar a la sociedad.

La creación de corredores biológicos y conservación de reservas en la Sierra Madre de Chiapas servirían para crear una restauración de áreas que protegieran al pavón, al quetzal y al mono araña.

Por otro lado, Zebadúa Alva denunció las constantes invasiones a predios en el Parque Nacional Cañón del Sumidero por parte de especies exóticas quienes establecen cientos de comunidades.

Ambio desarrolló un programa de Servicios Ecosistémicos llamado “Scolel’te” que significa en tzetzal “el árbol que crece” y captura carbono a través de la reforestación y el manejo de los bosques y selvas. Scolel’te busca mitigar los efectos del cambio climático, además de fortalecer las capacidades locales.

 

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