La ilegalidad y falta de Estado de Derecho atentan contra la Energética, dice estudio de Rice

12/02/2015 - 12:02 am
El éxito de la Reforma Energética está difícilmente asegurado debido a los problemas políticos, institucionales, legales que padece México. Foto: Cuartoscuro
El éxito de la Reforma Energética está difícilmente asegurado debido a los problemas políticos, institucionales, legales que padece México. Foto: Cuartoscuro

Ciudad de México, 12 de febrero (SinEmbargo).– El éxito de la Reforma Energética no está asegurado e incluso se complicará debido a los problemas políticos, institucionales y legales que padecen tanto México como las leyes secundarias del cambio constitucional, incluyendo la falta de Estado de Derecho. Por lo que, de acuerdo con académicos de la Universidad de Rice, estas limitaciones bien podrían acabar con los pocos logros surgidos desde su implementación e incluso hacerlos pasar como exitosos aunque no lo sean.

Con la Reforma Energética, aprobada el año pasado, el Presidente Enrique Peña Nieto prometió al país motores económicos a través de la producción petrolera e instituciones reguladoras apegadas a las prácticas globales y del libre mercado. En este sentido, se esperara que los cambios tanto nacionales como de la industria petrolera mexicana surgidos a partir de su implementación sean de 180 grados.

No obstante, las limitaciones políticas, institucionales y legales del propio país y del sector podrían derrotar “abiertamente” los objetivos de la Reforma Energética o, en silencio, hacerla pasar como exitosa, de acuerdo con un reporte publicado por el Baker Institute de la Universidad de Rice, en Houston, Texas.

De acuerdo con el informe “La Reforma Energética de México: buscando el alcance de su éxito (Mexico’s Oil Reform: Looking for Metrics of Success)”, la reforma debe ser coherente con la industria petrolera mundial, así como contar con inversionistas que estén seguros de los recursos que México les pueda proveer, para que su éxito comience a darse.

Además tener instituciones públicas reguladoras confiables para la recuperación E implementación de un Estado de Derecho dentro de la industria energética que frecuentemente se ve afectada por el robo de hidrocarburos.

En este sentido, el éxito de las leyes secundarias reside en el alcance que la reforma pueda tener para transformar tanto a la industria energética nacional como a la empresa productiva del Estado, Petróleos Mexicanos (Pemex), para que sean competitivas a nivel internacional. Ya que si sólo se hizo para asegurar las finanzas públicas y la producción petrolera al interior del país, todo el esfuerzo realizado por la administración actual no habrá valido la pena.

SEÑALES PREOCUPANTES

La principal preocupación que académicos y expertos extranjeros tienen respecto a la Reforma Energética, es que el Gobierno mexicano está tratando de implementar de manera casi inmediata demasiados aspectos de las leyes secundarias.

“Lo que encabeza la lista de preocupaciones es la falta de gente con experiencia e instituciones públicas regulatorias. Recientes comentarios públicos de legisladores mexicanos y otros funcionarios afirmaron que el Estado tiene la intención ir liberando el control que tiene sobre el sector energético, pero no soltarlo por completo”, informa el reporte y agrega que “es preocupante que en todo el discurso de la ‘reforma’, el gobierno no dice nada al respecto de los incentivos de mercado o precios”.

Este informe, realizado por el académico de la Universidad de Rice, George Baker, reveló que un paso fundamental para crear una disciplina de mercado es la creación de una sociedad anónima que tenga una participación mayoritaria y vinculante con el Estado, compuesta por socios minoritarios que posean acciones disponibles para invertirse en bolsas de mercados internacionales, destacando que dicha empresa ya existe en el sector petrolero de México.

“La Compañía Mexicana de Exploraciones (COMESA) fue fundada como una empresa conjunta entre Pemex y Schlumberger, la empresa de servicios petroleros de primera clase en México. COMESA actualmente está desarrollando una estrategia para entrar a los mercados internacionales. Esta es una estructura corporativa con estrategia de crecimiento que el Estado debe elegir a favor de la industria petrolera mexicana, la cual debe de ser objeto público comercial. Sin embargo, ninguna autoridad mexicana apoya abiertamente eso”, recalca el informe.

Advierte que en el futuro se pagarán costos muy altos si se desaprovecha esta oportunidad. En caso de que Pemex sigua siendo nada más que una empresa gubernamental reestructurada, que sólo es eficiente dentro del país, sin obtener los permisos para operar en tierras y aguas de otros países, empezando por Estados Unidos, “Pemex se mantendrá rezagada en comparación con otras empresas productoras del Estado como Statoil, Petrobras y Ecopetrol, que tienen bloques en la sección norteamericana del Golfo de México”.

Asimismo, otra preocupación que informa el reporte es que actualmente el Estado mexicano opera “en la oscuridad” para tomar sus decisiones de inversión y para colocar personal que forme parte de la estructura administrativa, ya que no cuenta con información suficiente respecto al mercado global.

La publicación plantea un escenario hipotético en donde dice que “si las acciones de Pemex se hubieran estado negociando el 7 de febrero de 2014 en 100 dólares, la renuncia de su director general de exploración y producción [Carlos Morales Gil] podría haber causado que sus acciones subieran o bajaran —siendo esto una señal de mercado tanto para Pemex como para el gobierno”.

La seguridad y protección de los campos petrolíferos es también un tema relevante, ya que Pemex ha sido una empresa que se protege a sí misma. “Al parecer no hay inspectores federales que sean geólogos o ingenieros, cuyas profesiones estén al servicio del gobierno. A pesar de que sólo protege y vigila las operaciones que se llevan a cabo en aguas profundas, Pemex se encuentra solo”.

El consorcio Marine Well Containment creado por compañías petroleras después del accidente de el pozo de Macondo en 2010 -cuando se registró la explosión y hundimiento de una plataforma de British Petroleum frenta a las costas de Luisiana- y que proporciona equipos de contención y tecnología de punta para aguas profundas en el Golfo de México, excluye a México de sus estatutos. No obstante, el Centro de Capacitación y Adiestramiento Especializado de Infantería de Marina está desarrollando un programa de capacitación de inspectores.

En este sentido, el análisis dice que “si este programa funcionara como resultado de la reforma, podrían darse nuevas oportunidades de preparación para los inspectores mexicanos, y así crear un conjunto de normas de seguridad para todo el Golfo de México”.

Por lo que, la propuesta “innovadora” de la Reforma Energética, a juicio del análisis realizado por Rice, en realidad es una propuesta “sofocada” con un marco tanto legal como intelectual insuficiente que no contempla la competencia dentro del sector.

“Además de estos obstáculos, los profesionales de Pemex tienen que ser liberados de la ‘prisión mental’ generada por la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado. Los empleados de Pemex son objeto de un juicio civil y criminal, si se considera que sus acciones u omisiones tienen pérdidas causadas o daños económicos al Estado”, informa.

En este sentido, las autoridades imponen grandes multas para pagar tales pérdidas o daños. “Por lo que el efecto de la innovación es la parálisis. La innovación viene como resultado de un proceso de ensayo y error. Es comprensible que nadie en Pemex o en el IMP [Instituto Mexicano del Petróleo] quiera arriesgarse a perder los ahorros de su familia por consecuencia de las ambiciones profesionales de un auditor federal”.

Por lo tanto, la consecuencia de limitar o eliminar la oportunidad de experimentar, es conservar sistema de contratación de personal anacrónico que impulsa los precios, la calidad del servicio y la innovación a la baja.

Por último, el informe destaca que el Gobierno federal no ha invertido capital político para generar un verdadero cambio dentro de la narrativa respecto a la industria petrolera nacional: “Dicen que la Reforma Energética creará nuevas instituciones y dará capital e inversionistas extranjeros, no obstante deja su discurso populista y globalofóbico intacto”.

Si la Reforma Energética no contempló crear una industria petrolera mexicana internacional, no sirve de nada la Reforma Energética. Foto: Cuartoscuro
Emilio Lozoya Austin, director general de Petróleos Mexicanos (Pemex), durante su última comparecencia ante legisladores mexicanos. Foto: Cuartoscuro

¿POSIBLE ÉXITO?

El análisis destaca que, a pesar de haber tenido una fuerte resistencia por parte de distintos funcionarios tanto nacionales como extranjeros para aprobar las leyes secundarias de la reforma, los legisladores incluyeron figuras legales tanto para dividir las ganancias como para participar de manera conjunta en la exploración y producción mediante la concesión de licencias.

Tomando como ejemplo la Reforma Energética de Brasil, en la famosa Ronda Cero, Pemex tienen derecho a conservar los campos donde ya ha realizado exploración y producción, mientras que la responsabilidad de las licitaciones y concesiones de permisos recaen sobre la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), mientras que la protección tanto de la industria como del medio ambiente están a cargo de Sistema de Seguridad, Salud y Protección Ambiental (SSPA).

En este sentido, para el académico de la Universidad de Rice, si se implementa como se tiene pensado, la Reforma Energética le dará la posibilidad al Estado para crear leyes oportunas y eficiente en materia de energía. No obstante, a pesar del esfuerzo realizado, los niveles del éxito no radican en poner la teoría sobre la práctica, sino en solucionar estas principales barreras.

“El éxito de la Reforma Energética se define en términos puramente mexicanos, dejando un amplio margen para preocuparse. Por el lado del petróleo, la reforma puede ser considerada como exitosa si una importante compañía petrolera estadounidense opta por participar en una licitación pública para un bloque”, afirma el reporte.

Asimismo, existe una abierta disposición en participar conforme a los mercados internacionales y con los inversionistas, ya que México ha cumplido en el tema de transparencia, inviolabilidad de los contratos, instituciones regulatorias, cuidado del medio ambiente y condiciones fiscales que son competitivos tanto con Estados Unidos como con otros países.

Se reconoce que la participación de la CNH como institución reguladora durante las licitaciones públicas, traerán beneficios inmediatos, como el fortalecimiento del tipo de cambio y la reducción de la contratación de deuda por parte del gobierno como del sector privado. No obstante “México sólo acumulará estos beneficios, mucho antes de que se produzca el primer barril de petróleo”.

Aunque, el panorama de estos beneficios será muy diferente si el Estado continúa controlando la exploración y producción como resultado de las excesivas regulaciones por parte de la CNH en favor de Pemex en la Ronda Cero o con la aprobación de contratos en conjunto con otras compañías de la Ronda Uno.

“En caso de que llegue el día en que Pemex opere fuera de México, la empresa necesitará competencia. No habrá competencia en un mundo de exploración y producción petrolera donde cada uno de los jugadores es socio de Pemex”, dice el informe y agrega que “el éxito de la Reforma Energética respecto a qué tan lejos llega para transformar a la compañía petrolera [Pemex] en una empresa que sea competitiva fuera de México”.

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