Turba mata a golpes y cuelga al presunto violador y asesino de una niña de 4 años en Bolivia

12/11/2016 - 7:38 pm

Elvis César Alcázar de 37 años, raptó, violó y asesinó a una niña de 4 años en La Paz, Bolivia. Cientos de personas ingresaron a la cárcel donde el sujeto estaba detenido, lograron sacarlo y lo mataron a golpes. Su cuerpo fue colgado de un árbol. Los linchamientos ocurren con cierta frecuencia en barriadas y pueblos de Bolivia debido a la lentitud de la justicia y a un insuficiente control policial.

Foto: EFE/Archivo.
Foto: EFE/Archivo.

Por Carlos Valdez

La Paz, Bolivia, 12 de noviembre (AP) — Una turba enardecida linchó este sábado a un supuesto violador y asesino de una niña de cuatro años y colgó el cuerpo del presunto agresor en un árbol de la plaza en un pueblo del oriente boliviano, informó una autoridad.

Unas 300 personas enfurecidas rebasaron a los pocos policías, sacaron a rastras al sospechoso de su celda, lo golpearon y arrastraron hasta matarlo y después colgaron el cuerpo de un árbol en Reyes a 255 kilómetro al noreste de La Paz, dijo a la Associated Press por teléfono José Roca, alcalde de esa localidad.

El sospechoso, de nombre Elvis César Alcázar de 37 años, raptó, violó y asesinó a la niña cuyos padres participaban de un acto religioso en un domicilio de las afueras del pueblo el sábado en la mañana. El sujeto fue detenido poco después de consumar su delito.

Enterada del hecho la gente del poblado reaccionó y tomó justicia por mano propia. Los seis policías que tiene el pueblo no pudieron detener a la multitud. “Nunca antes ocurrió el asesinato brutal de una niña, este pueblo es pacífico pero la gente quedó impactada. No se justifica lo que hicieron”, dijo Roca.

“El cura del pueblo persuadió a la gente e intento impedir el linchamiento de Alcázar, pero nadie escuchaba”, acotó.

Tres de los seis policías del pueblo hacían diligencias en el sitio del asesinato de la niña cuando la turba violentó la celda del sospechoso y lo ejecutó en la plaza del poblado.

La noche del sábado la calma regreso a Reyes. Los policías descolgaron el cadáver y lo condujeron a la morgue local. “Nada justifica lo que pasó y la fiscalía tendrá que hacer su trabajo”, dijo Roca.

Los linchamientos ocurren con cierta frecuencia en barriadas y pueblos de Bolivia debido a la lentitud de la justicia y a un insuficiente control policial, pero este año habían bajado tras una campaña de las autoridades.

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