Ciudad de México, 13 de feb (SinEmbargo).-  El pasado 19 de enero, antes de las 11 de la mañana, César Nava llegó a la sede nacional del Partido Acción Nacional  (PAN) en la colonia del Valle. Su presencia apenas despertó el interés de algunos reporteros, que aquel día tenían más expectación por su sucesor, Gustavo Madero, o la secretaria del partido, Cecilia Romero.

Quien fuera secretario particular del ex Presidente Felipe Calderón, y luego dirigente nacional del partido entre 2009 y 2010, ahora apenas tiene influencia en su partido.

Así como Nava, otros que alcanzaron cargos en la dirigencia nacional, o que incluso aspiraron a ser candidatos a la presidencia por el PAN, ahora juegan un papel discreto como panistas o funcionarios públicos. Algunos por los reacomodos que ha tenido el PAN en los 12 años que estuvo al frente de la administración federal, y otros después de perder la presidencia.

Lo cierto es que, en los últimos años, los políticos panistas han sufrido un extraordinario desgaste, mientras que otros personajes clave simplemente han desaparecido del radar público.

Apenas a principios de enero, el PAN daba a conocer que ocho de cada 10 militantes abandonaron las filas del partido. Aunque Gustavo Madero Muñoz, líder nacional del PAN, ha negado que exista “una desbandada”, las cifras son frías dijeron lo contrario.

Madero Muñoz reconoció que el total de los militantes activos y adherentes es de 367 mil 828 ciudadanos, luego de que finalizó el proceso de actualización, una cifra muy distante al millón 800 mil que aparecían como simpatizantes de la ahora tercera fuerza política nacional.

A esto se le suma que políticos que fueron el rostro del partido, simplemente empezaron a desaparecer con la derrota electoral de 2012, y aún desde mucho antes: durante el sexenio de Felipe Calderón.

CRECEN Y DESCRECEN

Durante el sexenio de Vicente Fox, Josefina Vázquez Mota fue uno de los más importantes activos del entonces mandatario. Titular de la secretaria de Desarrollo Social, la economista egresada de la Universidad Iberoamericana, autora del libro “Dios mío, hazme viuda” fue una de las funcionarias con más proyección, y continuamente se hablaba de ella como de alguien que por su carácter conciliador incluso podía ocupar la Secretaría de Gobernación o de que podría ser candidata a la presidencia.

No lo fue para ese proceso electoral, pero formó parte del equipo del candidato Felipe Calderón, quien en una etapa inicial le encargó la coordinación de la campaña, aunque en marzo de 2006 fue removida y su lugar lo ocupó Juan Camilo Mouriño.

Vázquez Mota se mantuvo en el equipo de campaña y al triunfo de Calderón se sumó al gabinete presidencial, donde ocupó la Secretaría de Educación Pública (SEP). Sus encontronazos con la lideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo, hicieron que se postulara como candidata a Diputada federal, cargo al que llegó gracias a que estaba en los primeros lugares de las listas de representación proporcional.

Se convirtió en la jefa de la bancada panista en San Lázaro, donde reforzó sus aspiraciones a la candidatura presidencial panista, aunque su desempeño legislativo despertó muchas dudas.

En la contienda interna derrotó a su principal rival, Ernesto Cordero. Pero su campaña nunca levantó y quedó relegada al tercer lugar. El día de la elección aceptó su derrota, incluso antes de que fueran dadas a conocer las tendencias oficiales.

Después solo reapareció hasta la toma de protesta del ahora presidente Enrique Peña Nieto, el 1 de diciembre. Y fue hasta el 19 de enero cuando reapareció en un acto de su partido, en el Consejo Nacional, del cual forma parte. Fue la sorpresa del día, ya que un día antes la secretaría general del partido, Cecilia Romero había avisado que no acudiría.

Vázquez Mota aún no define cuál será su futuro en el partido.

Un caso similar es el de Santiago Creel Miranda. Ex consejero ciudadano del Instituto Federal Electoral (IFE) de 1994 a 1996, y Diputado federal en aquella histórica LVII Legislatura, fue candidato a la jefatura de Gobierno en el DF en la elección de 2000, en la que compitió contra Andrés Manuel López Obrador, comicios en los que que muchos panistas les gustaba decir que podían haber ganado de haber tenido dos semanas más de campaña.

Formó parte del gabinete del primer presidente de México emanado del PAN, Vicente Fox, quien lo nombró secretario de Gobernación. En 2005 aspiró a la candidatura presidencial panista, pero ambos fueron derrotados por Felipe Calderón. Y su estrella comenzó a apagarse luego de que se diera a conocer que durante su gestión en Bucareli otorgó permisos de casas de juego de manera irregular.

Integrado a las listas de representación proporcional para el Senado, se convirtió en jefe de la bancada panista en 2006, aunque fue removido de este cargo en 2010 por el presidente del partido.

En 2012 volvió a contender por la candidatura presidencial de su partido, pero perdió.

Actualmente es representante del PAN en el Pacto por México.

Heriberto Félix Guerra es otro ex Secretario que acabado el sexenio de Felipe Calderón, simplemente desapareció. Aún de su natal Sinaloa, en donde se le veía con futuro no sólo estatal o regional, sino nacional.

Fue presidente del Consejo para el Desarrollo Económico de Sinaloa en la década de los noventa, pero su salto a la administración pública fue cuando el Gobernador priista Juan S. Millán lo llamó en 1999 para ocuparse de la Secretaria de Desarrollo Económico en Sinaloa, cargo que abandonó cuando el Partido Acción Nacional lo invitó a postularse como candidato a la gubernatura en el estado en 2004. Aunque perdió, los vínculos con el PAN siguieron y en 2006 el partido lo postuló como candidato a Senador, puesto en el que sólo estuvo tres meses, ya que en diciembre de 2006 el entonces nuevo presidente Felipe Calderón lo invitó a hacerse cargo de la subsecretaría para la pequeña y Mediana Empresa de la Secretaría de Economía.

En 2009 sustituyó a Ernesto Cordero en la Secretaría de Desarrollo Social, mientras que este se hacía cargo de Hacienda y Crédito Público.

En ese puesto estuvo hasta 2012, de donde se marchó “satisfecho” dijo al diario El Debate en entrevista publicada el 11 de noviembre de 2012.

Actualmente su nombre suena para contender por la Alcadía de Culiacán, Sinaloa. Las elecciones son el domingo 7 de julio, y localmente existen serias dudas de que pueda recuperar su propio ritmo y apuntalar al Partido Acción Nacional, en un proceso de división interna por el desempeño del Gobernador Mario López Valdez, Malova.

EX GOBERNADORES SIN APARADOR

Otros que se han ido diluyendo en los recuerdos panistas son el ex gobernador de Guanajuato Carlos Medina Plascencia, quien ocupó el cargo de manera interina de 1991 a 1995 luego de que el proceso electoral para la gubernatura, en el que Vicente Fox se postuló, estuviera plagado de irregularidades, y el PRI y el PAN llegaron a un acuerdo para que Medina Plascencia quedara. A ese pacto se le llamó concertacesión.

En 1997 fue postulado para la Cámara de Diptados, y se convirtió en el jefe de la bancada del PAN en aquella LVII Legislatura, la primera donde el PRI ya no tuvo la mayoría.

De la Cámara de diputados saltó al Senado en 2000, dónde estuvo seis años. En ese lapso buscó la presidencia del PAN en 2002 y 2005 contra Luis Felipe Bravo Mena y Manuel Espino, respectivamente, pero en ambos casos fue derrotado.

También aspirante a la candidatura presidencial panista, en 2005, entonces era de los “superstars” del partido. Ahora está en el ostracismo.

Francisco Barrio es otro ex gobernador cuya influencia en el PAN ha ido a la baja. Héroe panista en los ochenta, al ganar la presidencia municipal de la capital de Chihuahua en 1983, contendió a la gubernatura tres años después, y ante los resultados adversos y las sospechas de fraude, organizó una resistencia civil; empero, el triunfo priista ya estaba declarado.

Regresó a la política en 1992 año en que alcanzó la gubernatura. , y a pesar de los cuestionamientos por su proceder ante los feminicidios, el presidente Vicente Fox lo llamó para que encabezara la Secretaría de la Contraloría y Administración Pública (ahora de la Función Pública).

Ante las expectativas que entonces generó el nuevo gobierno, hasta fue llamado “el zar anticorrupción” y prometió que caerían “peces gordos” como parte de su ejercicio en el cargo. En esos días estaba fresco el escándalo de extracción de recursos de Pemex para la campaña del priista Francisco Labastida, conocido como el caso “Pemexgate”

Pero sólo quedó en palabras e incluso no terminó el sexenio.

Aspiró en 2005 a la candidatura presidencial en 2005, pero fue derrotado en la precampaña por el ex secretario de Energía, Felipe Calderón.

Actualmente es embajador de México en Canadá.

Ni siquiera refrendó su militancia panista.

Alberto Cárdenas es otro ex mandatario estatal cuya aureola triunfadora se ha ido diluyendo. En 2005 aspiraba a ser el candidato a la presidencia de la república por el PAN. La trayectoria política del ingeniero Cárdenas inició cuando fue electo Alcalde municipal de Zapotlán, y tomó un impulso desde cuando en 1994 se convirtió en el primer Gobernador panista en Jalisco y con ello arrebatarle la hegemonía política en ese estado al PRI.

Con la llegada de Vicente Fox a la presidencia fue designado director de la Comisión Nacional Forestal y en 2003 saltó a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), donde renunció en 2005 para contender por la candidatura panista a la presidencia, donde fue derrotado por Felipe Calderón, quien al llegar a la presidencia lo puso al cargo de la Secretaría de Ganadería, Recursos Naturales y Pesca y Alimentación (SAGARPA), dependencia que dejó en 2009 para irse al Senado.

El año pasado compitió para la presidencia municipal de Guadalajara, perdió y actualmente encabeza a los ediles panistas en la capital de Jalisco.

Otro que también tuvo una voz relevante en el PAN fue el ex gobernador de Jalisco, Francisco Ramírez Acuña. Fue de los primeros en tener confianza en las aspiraciones presidenciales de Felipe Calderón, y es recordado por haberlo destapado, y también por encabezar el gobierno que reprimió a los globalifóbicos en la Cumbre de Jefes de Estados y Gobierno América Latina-Unión Europea, en mayo de 2004.

Fue designado Secretario de Gobernación al inicio del sexenio calderonista, y sonaba como aspirante a contender por la candidatura presidencial panista para el 2012, pero renunció en enero de 2008 para ceder su lugar en Gobernación a Juan Camilo Mouriño, quien falleció el 4 de noviembre de 2008.

Ramírez Acuña fue designado embajador en España aunque podría ser relevado en cuanto el nuevo gobierno haga nuevas designaciones en las embajadas de México en el Mundo. Actualmente carece de peso en el partido.

DIRIGENTES OLVIDADOS

Un ex dirigente que ahora apenas levanta revuelo es el ex presidente del partido, Germán Martínez. Amigo personal de Felipe Calderón, fue nombrado secretario de la Función Pública en diciembre de 2006, y dejó el cargo para presidir el PAN en diciembre de 2007. Él se haría cargo de preparar al partido rumbo a las elecciones intermedias de 2009, las cuáles se convirtieron en un desastre para el PAN. Por ello a unos días de pasados los comicios, Germán Martínez presentó su renuncia.

Actualmente es el director de la Facultad de Derecho de su Alma Mater, la Universidad La Salle.

César Nava le sustituyó en la presidencia del PAN en agosto de 2009. Incluido en los primeros logares de las listas de representación proporcional por su partido, se convirtió en Diputado federal en septiembre de ese año, por lo que era legislador y dirigente panista.

En febrero de 2010 pidió licencia como Diputado. Su intención era dedicarle tiempo completo a las elecciones estatales que ese año el PAN tenía enfrente. Pero al grito de “quiere llorar, quiere llorar”, los diputados opositores le negaron la licencia.

Fue hasta diciembre de ese año que dejó el cargo cuando fue electo Gustavo Madero, actual presidente del PAN.

Y, CLARO, EL EX JEFE DIEGO

Uno de ellos es Diego Fernández de Cevallos, el ex candidato a la presidencia en la polémica elección de 1988, y poderosísimo coordinador de los diputados en el sexenio de Carlos Salinas y de los senadores panistas, época de donde le viene el mote del “Jefe Diego”. Aún conservó poder durante el mandato de Vicente Fox, al liderar la bancada de los senadores panistas. Pero su influencia comenzó a diluirse en el sexenio de Felipe Calderón, con quien mantenía sonadas diferencias.

Actualmente no ocupa cargo alguno, y tampoco se le ve en las reuniones partidarias, en las que en otros tiempos partía plaza entre los reporteros. Incluso, fue de los panistas que no refrendó su militancia.