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El Secretario de Estado de Trump hizo negocios con Rusia… y con la Reforma Energética de México

13/12/2016 - 6:31 pm

Tillerson dirige ExxonMobil desde 2006 aunque ha estado trabajando para la compañía desde 1975. El pasado 5 de diciembre, la petrolera norteamericana y la francesa Total ganaron parte de las licitaciones de la cuarta licitación de la ronda 1 de la Reforma Energética para explorar el campo 2 del Golfo de México. El ejecutivo conoce a Putin desde los tiempos del presidente Boris Yeltsin (1991-1999) e inclusive ha sido condecorado por el Gobierno ruso. Desde que el nombre de Tillerson surgió como candidato para el cargo, incluso varios republicanos de peso han expresado reservas.

Ciudad de México, 13 de diciembre (SinEmbargo/AP/EFE).– El Presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, hizo hoy oficial la elección de Rex Tillerson como su Secretario de Estado, el jefe ejecutivo de la petrolera ExxonMobil, quien podría tener problemas para su confirmación en el Senado dados sus probados vínculos con Rusia. Además la empresa participó y ganó contratos en las licitaciones de campos petroleros por la Reforma Energética de México.

El pasado 5 de diciembre, Exxon Mobil y la francesa Total ganaron parte de las licitaciones de la cuarta licitación de la ronda 1 de la Reforma Energética. La alianza de empresas petroleras explorará el campo 2 del Golfo de México.

De acuerdo con la investigadora, Rosío Vargas, del Centro de Investigaciones Avanzados sobre América del Norte (CISAN) de la Universidad Nacional Autónoma de México, el empresario tiene interesas en México desde el año 2012. en su texto “La Reforma Energética: a 20 años del TLCAN”, escribió:

“La pasada contienda presidencial en aquel país (2012) también exhibió las presiones para el acceso a los recursos mexicanos. El candidato republicano, Mit Romney, era el vocero de los intereses de Rex Tillerson, presidente de Exxon-Mobil, quien buscaba facilitar la entrada de Exxon a México junto con otras petroleras estadounidenses”.

Tillerson dirige ExxonMobil desde 2006 aunque ha estado trabajando para la compañía desde 1975.

Entre sus acciones destaca el acuerdo que firmó en 2011 para que se permitiera a ExxonMobil el acceso a recursos petrolíferos en el Ártico y que además implicó el permiso de la compañía rusa Rosneft para invertir en concesiones de la petrolera de Estados Unidos.

Se trata de una vinculación muy sensible especialmente ahora, cuando se intensifican las acusaciones de que Rusia estuvo detrás de una serie de ciberataques que supuestamente favorecieron las posibilidades de Trump en los últimos comicios.

Tillerson  conoce a Putin desde los tiempos del presidente Boris Yeltsin (1991-1999) e inclusive ha sido condecorado por el Gobierno ruso.

Tillerson ha dicho tener un “relación muy cercana” con el presidente ruso Vladimir Putin y probablemente tenga un conocimiento profundo de la estructura de poder del país, ya que dirigió a ExxonMobil cuando la empresa logró un pacto fuera de lo común con la empresa energética estatal rusa para la exploración de crudo.

Sus vínculos, sin embargo, plantean dudas sobre las decisiones importantes que podría tomar en el cargo que tengan relación con Rusia, desde si extenderá las sanciones al manejo de los informes de espionaje que indican que Rusia interfirió con la elección presidencial de Estados Unidos para ayudar a Trump.

Como ejecutivo petrolero, Tillerson se ha pronunciado en contra de las sanciones que Estados Unidos y sus aliados europeos impusieron a Rusia luego que Moscú se anexó la península ucraniana de Crimea en 2014.

Las sanciones están dirigidas en contra de sectores claves de la economía rusa, incluso servicios financieros, energía, minería, y defensa, pero también de personas dentro del círculo cercano de Putin. Los expertos dicen que si las sanciones permanecen durante mucho tiempo, podrían afectar el proyecto conjunto de Exxon con la petrolera estatal rusa.

Nacido en Wichita Falls, Texas, Tillerson es empleado de carrera de Exxon. Ingresó en la compañía tras graduarse de la Universidad de Texas en 1975 con un título de ingeniería. Luego de que la empresa lo preparara para un puesto ejecutivo, pasó años en el frenético y tosco mundo de la producción petrolera: trabajó en las operaciones de Exxon en el centro de Estados Unidos, Yemen y Rusia.

Para la década de 1990, el ejecutivo de 64 años supervisaba ya varias de las operaciones extranjeras de Exxon. Tuvo un papel clave en el involucramiento de Exxon en los grandes proyectos de gas natural y petróleo de Sakhalin, en la costa oriental de Rusia. Eso fue en anticipación de un trato de 3.200 millones de dólares a través del cual Exxon y Rosneft —una firma controlada por el Estado ruso— anunciaron que trabajarían juntos para buscar crudo en la región ártica de Rusia.

En 2011, Tillerson se reunió con Putin, ya presidente, en Sochi para el anuncio. Ambos se dieron un apretón de manos y sonrieron ampliamente el uno al otro.

“Este proyecto promete ser altamente interesante y ambicioso”, dijo Putin entonces.

REPUBLICANOS TAMBIÉN CRITICAN NOMBRAMIENTO

Desde que el nombre de Tillerson surgió como candidato para el cargo, varios republicanos de peso han expresado reservas, aunque algunos de los legisladores han suavizado sus palabras una vez el anuncio se hizo oficial.

Uno de los más claros al exponer sus dudas sobre Tillerson ha sido el Senador cubano-estadounidense Marco Rubio, quien además es miembro del Comité de Asuntos Exteriores, donde se celebran las primeras audiencias de escrutinio sobre el empresario petrolero y en las que solo un voto en contra de un legislador puede bloquear el procedimiento.

Rubio expresó “serias preocupaciones” y se comprometió a asegurar una “exhaustiva” investigación del candidato en el comité.

“El próximo secretario de Estado debe ser alguien que vea el mundo con claridad moral, libre de posibles conflictos de intereses, y que tenga un claro sentido de los intereses de Estados Unidos y fuerte defensor de sus objetivos de política exterior (…). Espero con interés saber más sobre su historial y sus puntos de vista”, dijo Rubio en un comunicado.

Asimismo, el Senador republicano por Carolina del Sur Lindsey Graham, quien quiere una investigación bipartidista sobre la influencia rusa en las elecciones estadounidenses, dijo que espera “que las relaciones entre Estados Unidos y Rusia sean el centro” del proceso de confirmación de Tillerson.

Graham calificó como “desconcertante” el hecho de que Putin otorgara a Tillerson la Orden de la Amistad del Kremlin en 2013, mientras que el Senador por Arizona John McCain aseguró, en alusión al empresario, que no entendía “cómo alguien podría ser amigo de un antiguo agente de la KGB”, refiriéndose al mandatario ruso.

Otro de los que podrían manifestar sus reservas es el también Senador por Arizona Jeff Flake, pero después de que la ex secretaria de Estado Condoleeza Rice y el ex secretario de Defensa Robert Gates vieran con beneplácito el nombramiento, Flake le dio el beneficio de la duda.

“El hecho de que Condi Rice, James Baker y Bob Gates están recomendando a Tillerson tiene un peso considerable. Espero con interés las audiencias”, manifestó Flake en un breve comentario, quien fue durante la campaña uno de los republicanos más críticos hacia Trump.

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