Plan de bebederos en escuelas carece de recursos: ONGs; tardará 12 años implementarlo

14/10/2014 - 12:03 am
La instalación de los bebederos de agua potable en las escuelas públicas tardará al menos 12 años gracias al recorte presupuestal estimado. Foto: El Poder del Consumidor
La instalación de los bebederos de agua potable en las escuelas públicas tardará al menos 12 años gracias al recorte presupuestal denunciaron organizaciones civiles. Foto: El Poder del Consumidor

Ciudad de México, 14 de octubre (SinEmbargo).– La ejecución del programa de bebederos en escuelas instrumentado por el gobierno federal como una medida para combatir la obesidad infantil tardará al menos 12 años, ante el poco presupuesto que el gobierno federal está destinando para este objetivo, reclamaron organizaciones civiles.

Representantes de El Poder del Consumidor, Fundación Mídete y Red Acción por el Agua en México insistieron en que el programa para la instalación de bebederos y acceso al agua potable tanto en escuelas públicas como en zonas rurales debe de ser acatado como se previó inicialmente y no sólo quedar en el papel o con fines electoreros, ya que los recursos asignados para este programa en el Paquete Económico 2015 son insuficientes, lo que no sólo provocará que la salud infantil se vea afectada, sino que la implementación de bebederos en escuelas públicas tardará más de lo estipulado.

El 7 de mayo de este año se publicaron en el Diario Oficial de la Federación las modificaciones a los artículos 7, 11 y 19 de la Ley General de Infraestructura Educativa, en donde se destaca que las escuelas del país deberán de dar la oferta suficiente y con suministro continuo de agua potable en cada inmueble de uso escolar.

En la planeación de los programas y proyectos para la construcción, añade, “se garantizará la existencia de bebederos suficientes y con suministro continuo de agua potable en cada inmueble de uso escolar conforme a los lineamientos que emita la Secretaría de Salud en coordinación con la Secretaría de Educación Pública (SEP)”.

El año pasado, tras la aprobación del impuesto de un peso al litro de refresco, en la Ley de Ingresos 2014 venía especificado que la totalidad del dinero recaudado por este concepto sería destinado a programas de prevención y agua potable. Sin embargo, en el Programa de Egresos para este año no se menciona ninguna partida presupuestal a estos proyectos.

Alejandro Calvillo Unna, director general de El Poder del Consumidor, dijo que “se tardarán entre 12, 15 años o más para implementar bebederos en las escuelas. Se requiere seriedad por parte del Estado”.

SEQUÍA PRESUPUESTAL

Luis Manuel Encarnación, director de Fundación Mídete dijo que “gracias a la presión que se empezó a poner, el Poder Legislativo, en especial el Diputado Beltrones [Manlio Fabio] presentó una iniciativa. Entonces lo que hicieron fue un estudio de impacto presupuestal en el cual señalaban que para instalar bebederos en todas las escuelas se necesitarían un programa a 3 años en donde cada año estarían asignados 3 mil 500 millones de pesos”.

La recaudación esperada para el gobierno por el impuesto a las bebidas azucaradas y alimentos calóricos durante 2014 ascendió a 12 mil 400 millones de pesos y para el 2015, se calcula que llegará a 18 mil 271 millones de pesos. Por lo que se estima que con esta cantidad recaudada, no debería existir ningún problema en dotar a todas las escuelas de dispensadores o bebederos de agua, acción que incide directamente en el combate a la obesidad, ya que el agua sustituye a las bebidas azucaradas y refrescos.

A pesar de ello, en el Proyecto de Egresos el Ejecutivo sólo asignó mil 350 millones de pesos para el primer año volviendo inviable el objetivo de establecer el acceso al agua potable en todas las escuelas. “Sí ha existido la recaudación pero no se ha visto ningún proceso en la implementación de los recursos,” agregó.

Nathalie Seguin, coordinadora de la Red de Acción por el Agua en México señaló que “es hora que los discursos tomen congruencia y se asigne un presupuesto adecuado a la instalación de bebederos en escuelas y a los sistemas necesarios para llevar el líquido a los planteles que no cuentan con el suministro”.

Haciendo hincapié en que “la inversión a tres años, considerando 3 mil 546 millones de pesos para el primero, sólo comprendía la instalación de los bebederos no los sistemas para llevar o captar agua para los planteles que no cuentan con el líquido, ni los esfuerzos que deben realizarse para la conservación del agua misma”.

En el Paquete Económico existe una partida para bebederos dentro del rubro de la Reforma Educativa, donde se señala que el 15 por ciento de lo que se destine a esta reforma será para la instalación de bebederos.

“Este monto es cercano a mil 300 millones de pesos. Si se compara es un gran paso y reconocimiento directo pero se están quedando cortos con lo que se tiene que dar, según su estudio. Esto no sólo triplica el tiempo en el que se tenía destinado llevar a cabo la obra sino que también retrasa que los niños en México tengan calidad de hidratación y una mejor salud,” dijo el director de Fundación Mídete.

De acuerdo con el estudio de la Cámara de Diputados, con los recursos que se pretende destinar al programa, se tardarían al menos 9 años. “Tenemos que tomar en cuenta la realidad de México en donde muchas escuelas ni siquiera están conectadas al sistema de distribución de agua o que tienen bebederos pero no tienen mantenimiento. Así que el recurso debe de estar destinado a tres cosas: acceso al agua, instalación de bebederos y su mantenimiento,” recalcó Luis Manuel Encarnación.

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Distintas organizaciones dejaron de manifiesto la falta de acceso al agua en distintas escuelas. Foto: Cuartoscuro

SED EN ESCUELAS

De acuerdo con información obtenida por El Poder del Consumidor, a través del sistema INFOMEX, la Administración Federal de Servicios Educativos del Distrito Federal ha informado que de los planteles de educación preescolar que existen en la ciudad, sólo el 8.6 por ciento, es decir, 77 de 889 escuelas cuentan con bebederos; de los planteles de educación primaria, sólo el 14.4 por ciento (385 de 2 mil 665 escuelas); y de educación secundaria, sólo el 6 por ciento cuenta con bebederos (61 de 1001). De un total de 4 mil 555 escuelas de los tres niveles, solamente 523 escuelas cuentan con bebederos, es decir, solamente 11.48 por ciento.

La principal problemática a la que se enfrenta el programa, a decir de los inconformes, son los escasos recursos que se le están destinando ante la poca voluntad política que existe por parte de los poderes Ejecutivo y Legislativo.

Alejandro Calvillo expresó que durante la presentación del Proyecto de Egresos dado a conocer por el Presidente, Enrique Peña Nieto dijo que deberían potenciarse los impuestos para que parte sustancial estuviera destinado a la prevención de obesidad y diabetes, así como acceso a agua potable.

El director de Fundación Mídete dijo que, en el caso de las zonas rurales, “la falta del acceso al agua es un problema, ya no hablemos de agua potable, sino para incluso el uso de los baños. Así que pedimos que lo destinado en el Paquete Económico se aumente para que se resuelva el problema con la urgencia que se necesita”.

La implementación del programa y la instalación de bebederos de agua en escuelas públicas es un tema secretarial y multinivel. “Obviamente es involucrar a nivel federal a las secretarías como la de Salud, de Hacienda y Crédito Público, de Economía y de Educación Pública. Pero también con participación de los gobiernos estatales y municipales. Al final de cuentas son ellos los que se encargan de la obra pública y de la distribución del agua,” dijo Luis Manuel Encarnación.

Nathalie Seguin dijo que de “el costo de una población infantil enferma es muchísimo mayor si no se toma acción. Se generará una población sin capacidades. Los legisladores deben de preocuparse por que la Ley General de Aguas sea verdaderamente sustentable y que garantice la llegada a las escuelas. Hay una crisis de hidratación que incentiva a aumentar la obesidad”.

“Yo creo que es una falta de insensibilidad por parte del gobierno y de conocimiento del problema. Todos saben un poco del problema de la obesidad y alimentación que hay en México, pero en el caso del acceso al agua no lo toman como un derecho constitucional, un derecho básico. Se requiere voluntad política,” concluyó el director de la fundación.

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