Casi lo logra en el último round; pero no: Julio César Chávez Jr. cae ante Sergio “Maravilla” Martínez

15/09/2012 - 11:23 pm

Ciudad de México, 15 de sep – Ha sido una noche negra para el boxeo mexicano. Una noche en la que normalmente se celebra: la noche de la Independencia, se ha vuelto trágica. Julio César Chávez Junior, el hijo de la leyenda, ha caído por los puños de un bocón que estaba en lo cierto. El chamaco le aguantó todos los rounds a Sergio “Maravilla” Martínez pero eso no es suficiente.

“Maravilla” jugó con él, se paseó, recibió algunos golpes pero se vengó con creces y al final le aplicó un terrible castigo al mexicano de 26 años, cuando él tiene 37. De paso, también le quitó lo invicto al mexicano.

Al fin llegó el momento. La pelea de box que todos estuvieron esperando durante el último mes tuvo lugar hace unos minutos. La batalla entre Julio César Chávez Jr y Sergio Martínez concluyó.

No obstante, la presentación de Chávez Jr y Martínez tuvo que esperar antes la ceremonia de los himnos nacionales. Los espectadores seguían en su juego. Enmarcado con abucheos la facción argentina entonó su canto patrio y después la cantante Belinda cantaría el Himno Nacional Mexicano, terminando con un festivo “¡Viva México!. La noche y el mundo entero estaban listos para la pelea estelar de esta noche en el Thomas and Mack Center de Las Vegas, Nevada.

En las salidas de los vestidores Chávez Jr aguardaba su salida custodiado por su padre, “La leyenda”. Los acordes de “México lindo y querido” sonaron en el transcurso hacia el ring. Los versos hicieron eco incluso con más fuerza que el propio himno que había sido cantado minutos antes.

“El mundo sabe que estamos listos”. “Let’s ready rumble”, gritó el presentador Michael Buffer ante la complacencia del público que, a estas alturas, no podía agregar un minuto más a la ansiedad provocada por la espera. Habían transcurrido dos horas y 32 minutos desde que iniciara la gala boxística.

LOS 12 CAPÍTULOS FINALES
La afición estaba polarizada desde el primer segundo. “¡Chavez, Chavez! por un lado, “¡Argentina, Argentina!” por el otro. “El Junior” y “Maravilla” se mostraban cautelosos, quizás nerviosos, en los tres minutos iniciales.

En el segundo asalto Martinez comenzó a lanzar cruzados de derecha, los cuales era bloqueados por Chávez. El mexicano le correspondió luego la agresión con los brazos abiertos, para provocar a su par argentino, como diciéndole “aquí no pasa nada”. Poco después “El hijo de la leyenda lanzó su respectivo cruzado con el puño izquierdo. Este encontró su destino en la mandíbula de Martínez.

La provocación pasó a manos del argentino para el tercer episodio. “Maravilla” se veía mucho más suelto en esta ocasión y Chávez Carrasco encorvado y reservado. El bonaerense aprovechaba lo anterior para lanzar jaba al abdomen del mexicano aunque sin mucho daño. La guerra psicológica estaba mucho más avanzada que la lucha física.

El cuarto round los tenía cara a cara, agachados, buscándose los rostros con ganchos. El porcentaje de golpes asestados por Martínez comenzaban a superar a los del mexicano, quien se llevó un fuerte recto de izquierda en la cara cuando se encontraba acorralado en una de las esquinas.

El umbral de la quinta parte anunciaba la proximidad con la mitad de los asaltos estipulados. Ambos púgiles volvían a tomar distancia entre sí. Sin embargo Chávez solo eludía o bloqueaba los golpes de su rival. El vértigo de la primera parte comenzaba a consumirse y aún no se habían golpeado lo suficiente con tal de obtener el knockout que los dos prometieron obtener.

Para el sexto round “El Junior” empezó a recuperase con las ventajas que su juventud le permite, aunque aún lucía estático ante el despliegue de piernas que “Maravilla” mostraba. En el lenguaje corporal del argentino se notaba un afán de cacería, como si midiera al mexicano para buscar un punto en donde pudiera colocar el golpe definitivo.

En el séptimo las cosas parecían llevar la misma tónica, pero la estrategia de Sergio Martínez rindió frutos y logró llevar al mexicano contra las cuerdas en donde con de un jab de izquierda provocó que la sangre manara de la nariz de Julio César.

Después de nueve rounds la nariz de “Maravilla también mostrabas señas de daño. Por otra parte, a Chávez Junior se le notaba abrumado sin la confianza mostrada inicialmente. La preocupación se clavaba en su cara, pero un resbalón del argentino a mitad del décimo capítulo le devolvió un poco la confianza. Quedaban entonces seis minutos para buscar el knockout.

El cansancio ya se había apoderado de los contendientes durante el onceavo round. Los espectadores esperaban que los contrincantes se vaciaran en el último suspiro del encuentro. Pasaban los segundos y no había avisos de contundencia. De pronto, en un arranque de inspiración Chávez Jr castigó con golpes cruzados faz de “Maravilla” Martínez.

El argentino tocó la lona en dos ocasiones en los últimos tres minutos. Sin embargo, cuando Julio César Chávez buscaba el knockout técnico, el cansancio se impuso.  La fuerza abandonó los brazos del mexicano quien en vano buscaba rematar a su oponente. Llegó la campanada final y con ello la decisión de los jueces. Esta fue unánime y no había mucho que hacer, un round no fue suficiente para contrarrestar la estrategia de 11 rounds.

Las tarjetas de los jueces sumaron las siguientes calificaciones: Stanley Christodoulou 117-110, Adalaide Byrd 118-109 y Dave Moretti 118-109, todas favorables al flamante monarca que se convirtió en el mejor del mundo en las 160 libras. Sergio “Maravilla” Martínez era ya el nuevo campeón del mundo.

EL BROCHE DE ORO
Sergio Martínez se proclamó campeón mundial de peso medio del CMB y mejoró su récord a 50 triunfos, con 28 nocauts y dos derrotas, mientras Julio César Chávez Carrasco sumó su primer revés a cambio de 46 victorias, con 32 antes del límite.

Al finalizar, Sergio Martínez reconoció la valía de “El Junior” y su aguante. Se mostró dispuesto para otorgar la revancha al mexicano y aprovechó para recordar que esta noche se festeja el Grito de Independencia en México. Convocó a todos los mexicanos a gritar ¡Viva México! y entre cánticos de sus compatriotas finalizó con un sonoro ¡Viva Argentina!

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