Obras mal planeadas dañarán ecología y economía en el Valle de México: ONGs y expertos

16/01/2015 - 12:00 am
Integrantes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra realizaron en septiembre pasado un recorrido por las inmediaciones donde se realizaran las obras para la construcción del nuevo aeropuerto. Foto: Cuartoscuro
Integrantes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra realizaron en septiembre pasado un recorrido por las inmediaciones donde se realizaran las obras para la construcción del nuevo aeropuerto. Foto: Cuartoscuro

Ciudad de México, 16 de diciembre (SinEmbargo).- El Área Metropolitana del Valle de México está en riesgo de una crisis ambiental, social y económica provocada por una cadena de mega proyectos mal concebidos que han sido diseñados en torno a grandes intereses con huellas de corrupción, cuya realización destruirá los bienes comunes y pondrá en riesgo su futura viabilidad, concluyó un panel de especialistas de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y 58 organizaciones civiles.

Según las conclusiones del “Informe y Resolutivos de la Convención del Agua Energía”, que se realizó en diciembre pasado y que fueron presentadas recientemente, existe la necesidad de que se detengan las obras que ponen en peligro la sustentabilidad del Valle de México, entre ellas el Túnel Emisor Oriente (TEO), el Proyecto Aeropuerto Texcoco, Pozos ultra-profundos, Cuarta Etapa del Sistema Cutzamala y la Planta Tratadora Atotonilco.

Sugirieron suspender megaobras hidráulicas hasta realizar una auditoría independiente de sus costos y beneficios frente a otras alternativas y la moratoria a megaproyectos de expansión urbana en el Valle de México –Aeropuerto Texcoco, Ciudades Bicentenario, Súper Vías y Arco del Sur, entre otros– hasta resolver los problemas de falta de acceso y mala calidad del agua, hundimientos, grietas, socavones, inundaciones y urbanización de suelos de conservación y recarga.

El primero es un proyecto hidráulico que inició el 13 de agosto de 2008 y consiste en la construcción de un sistema de drenaje profundo de la Ciudad de México que sería inaugurado en 2016. Se espera que la obra abarque 62 kilómetros de longitud, desde el valle de México hasta una planta de aguas residuales en el municipio de Atotonilco de Tula, Hidalgo; que posea 25 lumbreras. Tiene 55 y 150 metros de profundidad, 7.5 metros de diámetro y el objetivo es que evite las inundaciones en el Valle de México, así como facilitar el mantenimiento de su sistema de drenaje

En el informe, los expertos señalaron que no obstante que el agua de lluvia actualmente exportada sería suficiente para proveer 110 litros/día a los 20 millones de habitantes del Valle de México, se han gastado 20 mil millones de pesos hasta la fecha para el TEO para expulsarla, habiendo logrado entregar sólo 10 km de los 60 proyectados.

La obra fue asignada sin licitación al Grupo Carso “bajo secrecía fiduciaria vía el Fideicomiso 1928 -creado en 2005 para apoyar el Proyecto de Saneamiento del Valle de México, a través de la Comisión Nacional del Agua. Los más de 40 mil millones adicionales que se requerirán para los 50 km restantes serían suficientes para las obras que permitirían retener y aprovechar las aguas pluviales al interior de las cuencas”.

El segundo proyecto es el de la construcción del nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México en la zona federal del Lago de Texcoco, que afectará los vasos lacustres de la población “que tienen un papel fundamental en el manejo de lluvias extraordinarias de toda la cuenca y su urbanización pondría en severo riesgo la futura viabilidad del Área Metropolitana.

El nuevo aeropuerto ha sido catalogado como una de las obras públicas más importantes del mundo en los últimos años y se estima que tenga un costo de 120 mil millones de pesos.

Previamente, otro estudio, realizado por la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad (UCCS), denunció una serie de deficiencias de la nueva terminal aérea, entre ellas el hundimiento del terreno de entre 21 a 30 centímetros en promedio al año y el abastecimiento de agua.

La UCCS advirtió también riesgos para 120 mil aves que habitan el lago y también para 264 mil plantas de cinco especies.

LAS OTRAS DOS OBRAS

El “Informe y Resolutivos de la Convención del Agua Energía” considera necesario frenar la perforación de pozos ultra-profundos, que generan un elevado consumo energético, aumentan los hundimientos y grietas en la ciudad con una tecnología sumamente vulnerable a movimientos sísmicos.

La cuarta etapa del Sistema Cutzamala acrecentará la devastación de las comunidades mazahuas y aumentará la dependencia en energéticos privados.

Respecto a la Planta Tratadora Atotonilco dijeron que el Grupo Carso –su constructor– cuenta con la concesión para tratar 23 mil litros por segundo de aguas residuales del Distrito Federal a costa del acceso a este vital recurso por parte de los ejidatarios y comunidades de Xochimilco, Milpa Alta y Tláhuac, como de los distritos de riego en el Valle de Tula.

Los participantes a la Convención del Agua y la Energía acordaron buscar desprivatizar y democratizar la gestión del agua y de la energía para así lograr la transición hacia un modelo centrado en el bienestar de la población en armonía con la naturaleza y no en el lucro y la corrupción.

Acordaron trabajar en torno a la Aprobación de la Iniciativa Ciudadana de Ley General del Agua para lograr el acceso equitativo y sustentable de este recurso bajo la vigilancia de una Contraloría Social del Agua con la capacidad de revocar el mandato del funcionario que ponga los intereses particulares por encima del estado de derecho y el bien común.

Acordaron trabajar en el reconocimiento al derecho a la auto-determinación comunitaria; respeto y financiamiento prioritarios para los sistemas comunitarios de agua; acceso a aguas residuales tratadas prioritariamente para la soberanía alimentaria; reconocimiento al derecho humano a la energía y prohibir la fracturación hidráulica (Fracking).

Entre los participantes del informe están Pedro Moctezuma Barragán, coordinador del Programa de Investigación Sierra Nevada de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM); Iván Azuara Monter, de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), y Elena Burns, de Agua para tod@s Agua para la vida, señalaron lo anterior al presentar el Informe y Resolutivos de la Convención del Agua y Energía.

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