NOROESTE

Dos niños y su abuela mueren al quedar atrapados en un incendio en Mazatlán; la casa era una “fortaleza”

16/11/2017 - 12:00 pm

La tragedia ocurrió antes de las 02:00 horas en la Privada Estrella, en una pequeña casa de dos recámaras y un patio reducido. Ahí también dormían el abuelo, de 72 años; y la mamá de los pequeños, quienes sobrevivieron, pero él seguía inconsciente y ella se encontraba grave.

Foto: Noroeste

Sheila Arias

Mazatlán/Ciudad de México, 16 de noviembre (Noroeste/SinEmbargo).- Atrapados en su casa de la Colonia Juárez, que también funcionaba como taller de herrería, dos niños y su abuela invidente murieron en un incendio la madrugada de ayer. La casa tenía una puerta con doble protección y tres cerrojos por dentro, no pudieron escapar.

La tragedia ocurrió antes de las 02:00 horas en la Privada Estrella, en una pequeña casa de dos recámaras y un patio reducido.

Ahí también dormían el abuelo, de 72 años; y la mamá de los pequeños, quienes sobrevivieron, pero al cierre de esta edición él seguía inconsciente y ella se encontraba grave.

Los vecinos y rescatistas no pudieron hacer mucho, cuando vieron las llamas quisieron entrar, pero encontraron la casa prácticamente sellada, tenía tres cerrojos por dentro y doble protección, fue necesario usar marros y hachas para derribarla; al mismo tiempo, otro grupo de vecinos brincó la barda y abrió la puerta trasera para entrar.

Foto: Noroeste

En la casa rescataron primero al pequeño Mario, de 5 años, y a su abuela, María Inocencia, doña Queca, de 54 años, invidente desde niña; a ellos los trasladaron de inmediato al Hospital General y al Municipal; después sacaron a don Darío y a Jazmín, de 33 años.

Ninguno estaba consciente.Sin embargo, faltaba uno: el bebé Jesús Adrián, de dos meses de nacido, a él lo encontraron sin vida en su cama, donde dormía con su mamá.

El rescate fue complicado y tardado, minutos después llegaron malas noticias: doña “Queca” y su nieto perdieron la vida al ingresar a urgencias, en cuestión de horas la familia se desmoronó.

La tragedia sorprendió a todos en la Privada Estrella, donde los abuelos tenían más de 40 años viviendo, su casa también era un taller de herrería, Darío lo atendía.

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