Primer ministro japonés envía ofrenda a polémico santuario

20/04/2014 - 8:56 pm

Tokio, 21 Abr (Notimex).- El primer ministro Shinzo Abe envió este lunes una ofrenda al santuario Yasukuni, considerado como un símbolo del pasado militarista de Japón, una medida que podría tensar aún más relaciones con China y Corea del Sur.

Abe envió a Yasukuni un árbol sagrado conocido como “Masakaki” que se emplea en rituales sintoístas, como lo hizo durante los festivales de primavera y otoño del año pasado, a sólo dos días de la visita del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, a este país.

Abe visitó el santuario sintoísta en diciembre pasado, lo que desató protestas no sólo de las víctimas del militarismo de Japón en el pasado, particularmente China y Corea del Sur, sino también el principal aliado de Tokio, Estados Unidos.

El santuario e Yasukuni rinde homenaje a los 2.5 millones de japoneses caídos en las guerras en las que participó el Ejército Imperial ente 1853 y 1945, y se incluye a 14 criminales de guerra ejecutados por sus delitos al final de la Segunda Guerra Mundial.

La visita de Estado de Obama, a partir del miércoles, se produce en momentos en que Washington ha expresado su preocupación por las tensiones en las relaciones de Tokio con Pekín y Seúl por disputas territoriales y percepciones diferentes de la historia.

Aunque no se espera que Abe visite el santuario sintoísta, el gesto de enviar la ofrenda será motivo de críticas de sus vecinos asiáticos, reportó la agencia japonesa de noticias Kyodo.

Tanto Corea del Sur como China estuvieron bajo el dominio del llamado Imperio japonés, un periodo que inicia a finales del siglo XIX y se extendió hasta 1945, al final de la Segunda Guerra Mundial, cuando Japón fue derrotado.

Para China, Corea del Sur y otros países víctimas de la agresión militar japonesa, el santuario ha entrado a formar parte de la polémica como símbolo del militarismo japonés de la Segunda Guerra Mundial y como epicentro simbólico del nacionalismo japonés.

Desde su llegada al poder, Abe aún no ha logrado mantener encuentros bilaterales con sus homólogos en China y Corea del Sur, dos de los socios comerciales más importantes de Japón.

Las relaciones entre Tokio y Pekín atraviesan por un bajo perfil desde que el año pasado el gobierno japonés nacionalizara varios de los islotes Senkaku (Diaoyu, en chino), cuya soberanía se disputan ambos países.

Del mismo modo, las fricciones entre Japón y Corea del Sur se centran en la disputa de otro grupo de islas, las Takeshima (Dokdo, en coreano), y en temas conflictivos como la explotación sexual a la que el gobierno Imperial sometió a cientos de miles de mujeres coreanas.

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