Ciudad de México, 20 de noviembre (SinEmbargo).- Este año le tocó pasar una tragedia de esas innombrables y que dejan huella de dolor eterna: la muerte de su hija Peaches por una sobredosis de heroína.
Bob Geldof, músico y activista británico de 63 años, que de él se trata, es lamentablemente experto en infortunios desde que su esposa Paula Yates muriera también a causa de las drogas, luego de que su amante, Michael Hutchence, apareciera ahorcado en un hotel de Sydney.
Poco ha hablado como es lógico de su drama humano y mucho menos del fallecimiento el 7 de abril pasado de Peaches, quien con apenas 25 años sucumbió a la adicción que también se llevó tempranamente la vida de su madre.
Precisamente, a la muerte de Yates atribuyó Bob Geldof las causas de los problemas de su hija. “Nunca se recuperó”, dijo el líder de The Boomtown Rats, la banda fundada en 1975 y que ha logrado pergeñar un solo clásico a lo largo de su carrera (¡pero qué clásico!): “I Don’t Like Mondays”.
El 15 de octubre pasado en Dublín, Bob Geldof dijo sentirse responsable por la muerte de Peaches y que “repasa una y otra vez” en su cabeza qué podría haber hecho para ayudarla.
“Te culpas a tí mismo. Tú eres el padre que cargas con la responsabilidad y has fallado claramente”, confesó Geldof, quien dijo que sabía de la adicción de su hija.
“Hicimos más que sólo hablar sobre ello”, afirmó el recordado protagonista de The Wall.
EL “SANTO” GELDOF
Más allá de sus tragedias personales y su carrera artística, Bob Geldof es como se sabe el creador de la organización Band Aid, fundada hace tres décadas junto al músico escocés Midge Ure, de Ultravox, para luchar contra la hambruna en Etiopía.
De aquella experiencia ha extraído el hit de los ’80 “Do They Know It’s Christmas?”, que en 1984 grabaron artistas tan diversos como Duran Duran, Sting y U2, entre otros, para hacer una nueva versión y reunir fondos para la lucha contra el ébola.
La iniciativa ha tenido gran éxito, pues la nueva entrega del tema recaudó en minutos un millón de libras (1,25 millones de euros ó 1,55 millones de dólares), según informó el propio Geldof a la BBC.
“Es de locos. Es la era digital”, apuntó el artista irlandés, quien convocó a Bono, Chris Martin y One Direction a Londres, para grabar la canción.
El Estado británico renunció a gravar impositivamente los ingresos y el portal de descargas iTunes a los derechos. Un CD con el single saldrá a la venta próximamente en las tiendas de discos del Reino Unido por cuatro libras o cinco euros.
En tanto, en Berlín músicos alemanes como los Toten Hosen, Udo Lindenberg, Jan Delay y Peter Maffay grabaron una versión germana, mientras que Geldof dijo que pidió a Carla Bruni que se encargue de poder hacer una versión francesa.
Con información de agencias