México

Vecinos de Coyoacán acusan al PRD de quitarles el agua para sacarles votos o hacer negocios

21/04/2017 - 8:00 pm

“Tenemos calles donde hay agua un día y tres no. En otras zonas les cae sólo un chorrito de grosería, y en otros hemos pasado hasta tres meses sin una gota”, acusó un miembro de la Asamblea General de Pueblos, Barrios y Pedregales de Coyoacán, en la Ciudad de México. Desde febrero del año, estos pueblos han enfrentado escasez del vital líquido por la construcción de departamentos de la empresa Quiero Casa, situados al sur de la Ciudad de México. Entre la delegación y el Sistema de Aguas local “se pasan la bolita”. Elena Burns, de la organización Agua para Todos, aseguró que el agua fluye hacia el dinero y los intereses políticos –en este caso del PRD– y empresariales por encima del derecho humano.

Ciudad de México, 21 de abril (SinEmbargo).– La Delegación de Coyoacán y el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACMX), adscrito a la Secretaría del Medio Ambiente, violan diversos artículos de la Ley de Aguas. Además, ante la escasez del recurso desde hace más de un año, la Asamblea General de Pueblos, Barrios y Pedregales de Coyoacán ha acusado el manejo político de la distribución de pipas a cambio de afiliarse al Partido de la Revolución Democrática (PRD), partido del actual Delegado, Valentín Maldonado.

Hace dos semanas, por ejemplo, las pipas se entregaron bajo la condición de ir al mitin convocado por la dirigente del Sol Azteca, Alejandra Barrales, en el Zócalo capitalino. El artículo 54 de la ley referida expone que en los casos de acceso insuficiente de agua para su uso personal y doméstico, “[el servicio] estará garantizado mediante carros tanque, garrafones de agua potable o hidrantes provisionales públicos distribuidos en las demarcaciones”.

Desde febrero de 2016, vecinos de Coyoacán, al sur de la ciudad, han enfrentado fallas en el suministro de agua potable a raíz de la construcción de la empresa desarrolladora “Quiero Casa” en el manantial Aztecas 215 a pesar de 27 irregularidades expuestas en el “Manifiesto de impacto ambiental” publicado por la la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT) de la capital.

Ante ello, los colonos usan platos y vasos desechables, se bañan y lavan ropa en casas de amigos o conocidos que les dan permiso, o acarrean agua. En la colonia Santo Domingo hay una llave pública. Sin embargo, para llegar a su turno esperan formados entre 3 y 4 horas para llenar unos cinco botes de agua.

El conjunto habitacional de 277 departamentos cuenta con una inversión por 210 millones 514 mil pesos por parte de los empresarios José y Salomón Shabot.

Elena Burns, integrante dela organización Agua para todos, afirmó en entrevista que “el agua todavía está en manos políticas y empresariales; está fluyendo hacia el dinero y sus intereses. El lucro está determinando quién tendrá agua, mientras enormes y crecientes áreas están sin ella”.

La organización y participación ciudadana directa, como en Coyoacán, es “la única manera” para llegar al acceso equitativo porque la dinámica de control de los distintos partidos políticos no lo resuelve; “no hay voluntad política”.

Se necesita, dijo Burns, un control ciudadano de la toma de decisiones; es decir, democratizar el uso y gestión transparente del agua mediante contralorías de cada una de las fuentes de agua por colonia y delegación.

“Los ciudadanos vamos por la despolitización del manejo del agua”, expuso la autora de “Repensar la Cuenca: La gestión de ciclos del agua en el Valle de México”.

Martha Delgado Peralta, ambientalista y ex Secretaria de Medio Ambiente de la capital del país, ha documentado que la sobreexplotación de los mantos acuíferos del Valle de México donde se estima que 70 por ciento de los cuerpos de agua se encuentran “altamente contaminados”.

La Cuenca del río Moctezuma, que incluye los ríos Churubusco, de los Remedios, Buenaventura, de la Compañía, Teotihuacan, presa Endhó y el río de las Avenidas, se encuentra entre las más contaminadas del país.

“HEMOS PASADO HASTA 3 MESES SIN UNA GOTA”

Los vecinos de Coyoacán han denunciado el desabasto de agua desde febrero de 2016 ante la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial (PAOT), ante el Instituto de Verificación Administrativa, ante la delegación y ante el Sistema de Aguas de la Ciudad de México.

Sin embargo, “se pasan la bolita” entre la delegación y el SACMX, acusó Juan Pérez, un miembro de la asamblea vecinal.

De acuerdo con el artículo 16 de la Ley de Aguas de la Ciudad de México, el Sistema de Aguas tiene la obligación de prestar los servicios hidráulicos, y los procesos de tratamiento y reuso de aguas residuales “coordinándose en su caso con las delegaciones”. Además, debe verificar que la tecnología que emplean las empresas constructoras de viviendas, conjuntos habitacionales, espacios agropecuarios, industriales, comerciales y de servicios “sea la adecuada para el ahorro de agua”.

El artículo 18 afirma que la delegación le corresponde atender “oportuna y eficazmente” las quejas que presente la ciudadanía con motivo de la prestación de servicios hidráulicos. Pero ha pegado comunicados en las calles de la demarcación asegurando que es responsabilidad de la SACMX y de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

Ni el Sistema de Aguas local ni la delegación han resuelto sus días sin agua.

“Habla el dinero. Eso permite la construcción a pesar de ser un ecocidio y se desperdicien 5 millones de agua al día”, acusó Pérez vía telefónica.

El año pasado la Asamblea General de Pueblos, Barrios y Pedregales de Coyoacán realizó un plantón por siete meses, con lo cual “logramos parar la obra”. Pero fue desalojado con violencia en diciembre y continuó el proyecto “Quiero Casa”. Va avanzando “a pasos agigantados”.

“Hubo un desalojo violento en diciembre. Estábamos para impedir la obra de Quiero Casa. Se robaron carpas, sillas, proyector, equipo de audio y se denunció. Incluso secuestraron vehículos de compañeros que estábamos. En su deslinde, la delegación involucra o quiere ensuciar a los vecinos diciendo que somos parte de Morena cuando somos una organización vecinal apartidista”, aseguró.

Los habitantes de las colonias Santo Domingo, Ruiz Cortínez, Ajusco y Santa Úrsula son los principales afectados.

“Tenemos calles donde hay agua un día y tres no. En otras zonas les cae solo un chorrito de grosería, y en otros hemos pasado hasta tres meses sin una gota”, denunció.

Como las pipas gratuitas que la delegación reparte tardan en llegar o se dan bajo condiciones políticas, los afectados compran pipas de agua de entre mil 500 y mil 800 pesos, las cuales duran dependiendo la cantidad de miembros de la familia. A veces una sirve para cuatro o 10 días a pesar de que se usa solo para lo necesario.

El seis de abril, la asamblea de vecinos se manifestó frente a la delegación Coyoacán con un tinaco de agua. La delegación ofreció una respuesta de 10 a 15 días hábiles, pero ante la movilización se consiguió una mesa de trabajo con carácter resolutivo para el pasado miércoles 12.

En la sede de SACMEX los afectados llegaron a la mesa de trabajo, pero la delegación no acudió por lo que se reprogramó para este martes. El jueves irán a la casa del Delegado perredista Valentín Maldonado y llevarán tinacos, carreolas y cobijas que ha regalado.

“No es su obligación estar regalando, sino llevarnos agua a nuestras casas. A oídos sordos, haremos una visita de cortesía a su domicilio. Hasta eso nos han hecho llegar por la actitud de las autoridades. No trabaja en beneficio de la población, sino de sus intereses”, finalizó Pérez.

En dos pueblos originarios de la delegación Tlalpan, Santo Tomás y San Miguel Ajusco, también carecen de agua desde hace más de un mes.

Al ser tierras comunales, los comuneros son quienes toman las decisiones y cuidan el tanque, pero la delegada de Morena, Claudia Sheinbaum, mandó instalar tubos que corren directo a la ciudad.

Los habitantes de la demarcación, también al sur de la ciudad, se han reunido en juntas informativas al temer que les quiten su agua.

Elena Burns, miembro de Agua para Todos, destacó que el artículo 2 constitucional exige que los pueblos originarios tienen el derecho al uso y control de las aguas en los territorios que habitan conforme a sus usos y costumbres.

“Su gestión y defensa de las cuencas es la mejor porque por asambleas asignan tareas y tarifas flexibles; son las semillas del futuro buen gobierno del agua”, concluyó.

Dulce Olvera
Reportera de temas de crisis climática, derechos humanos y economía. Egresada de la FCPyS de la UNAM.
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