Ciudad de México, 21 de octubre (SinEmbargo).– El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) informó que se sumará a las movilizaciones del próximo 22 de octubre en demanda de la presentación con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa secuestrados el 26 de septiembre.
Por medio de un posicionamiento, el movimiento guerrillero también se pronunció por la detención de los dirigentes de la tribu yaqui, Mario Luna Romero y Fernando Jiménez Gutierrez, de quienes exigió su inmediata libertad.
“A la orilla de carreteras, caminos de terracería, caminos de extravío y brechas, los pueblos zapatistas uniremos nuestra indignación a la de nuestros hermanos de Ayotzinapa y al heróico pueblo yaqui”, dijo el EZLN.
El pasado ocho de octubre, miles de indígenas zapatistas marcharon en silencio por las calles de San Cristóbal de las Casas, en el estado de Chiapas, para exigir justicia tras los ataques a estudiantes en el sur del país el 26 de septiembre pasado.
“No están solos”, “su dolor es nuestro dolor” y “nuestra es también su digna rabia”, dijo el subcomandante Moisés a familiares, maestros y estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa en un pronunciamiento de la Comandancia General del Comité Clandestino Revolucionario Indígena (CG-CCRI).
La noche del 26 al 27 de septiembre pasado seis personas murieron y unas 25 resultaron heridas en Iguala, en el sureño estado de Guerrero, a manos de policías municipales que abrieron fuego contra un grupo de estudiantes que se habían apoderado de unos autobuses privados.
Además, 43 alumnos de la Normal Rural, dedicada a la formación de maestros, permanecen desaparecidos desde entonces, a pesar de que, según testigos, fueron detenidos y trasladados en patrullas.
La movilización fue encabezada por los zapatistas procedentes de las regiones montañosas del estado de Chiapas, seguidos por campesinos, maestros y estudiantes. Los manifestantes recorrieron unos 15 kilómetros desde la Escuela Secundaria Regional Zapatista hasta el centro de San Cristóbal de las Casas.
Las bases zapatistas, en su mayoría indígenas tzotziles y tzeltales, exigieron al Gobierno “justicia verdadera” para la comunidad estudiantil de la Normal Rural de Ayotzinapa.
“Ni perdón, ni olvido”, “Compartimos el dolor”, “Se tiene que exigir justicia, justicia y más justicia”, “Porque cada uno de ustedes nos falta”, se leía en los carteles que portaban los manifestantes.
