Ciudad de México, 23 de septiembre (SinEmbargo).- Al igual que muchos otros aspectos de la vida actual, los deportes experimentan una apertura a las nuevas tecnologías, sin embargo contrario a otras áreas en donde se suele mirar con recelo esta llegada paulatina de innovaciones, en el deporte la presencia cada vez más generalizada de aparatos, materiales y dispositivos es recibida en la mayoría de los casos con bastante naturalidad.
No obstante, muchas veces la aparición de todas estas novedades pocos lo notan. De modo que, ¿en dónde se encuentra toda esa tecnología nueva, y en qué beneficia a todo aquel que practique algún deporte?
La nanotecnología de carbono no es nada nueva para aquellos entusiastas del deporte de alto rendimiento, y mediante esta técnica los científicos pueden manipular a una escala microscópica (100 mil veces más fino que un cabello humano) pequeños tubos huecos de carbono que permiten hacer objetos ultra livianos y a la vez extremadamente resistentes. Los principales beneficiarios de esto son tenistas, golfistas y beisbolistas y otros atletas que suelen valerse de objetos para sus disciplinas, cuyas raquetas, palos, bates, bicicletas son hechas a partir de esta tecnología. Por otra parte, incluso las prótesis que algunos atletas paralímpicos se basan en el mismo principio, publicó el sitio Neoteo.
Otro aspecto estrechamente cercano a la práctica deportiva en el que rara vez se repara es la vestimenta misma de los atletas. Así, dejando atrás el monstruo de marketing que se yergue detrás de los uniformes de las disciplinas más populares del mundo, pocas veces se toma en cuenta que la ropa también forma parte del equipo de cada deportista. Viéndolo de esta manera, no es de extrañar que los costos de la vestimenta oficial y profesional de los deportistas sean sumamente altos ya que están contemplados para desarrollarse y distribuirse de manera comercial, con una producción en serie.
Sin embargo, con la llegada de los escáneres 3D de cuerpo completo, las aplicaciones para el deporte brindan la capacidad de analizar la geometría y la cinemática de cada cuerpo. Así, la composición digital llamada “tool-less” puede crear vestimenta a la medida de cada deportista a partir de la información recopilada de cada uno de los pliegues y del movimiento de un deportista, tomando en cuenta hasta 300 mil puntos de acción en un movimiento. Esto hace de la sastrería tecnológica una interesante opción para quienes desean que su vestimenta este absolutamente personalizada y no limitarse a tallas preestablecidas.
Queda claro que la tela es importante, y aunque hay disciplinas que bien podrían ejecutarse desnudas, las reglas y el mismo pudor hacen que cubrirse sea necesario de una manera u otra. Sin embargo, hay deportes en donde la vestimenta y la tecnología aplicada a ella hacen la diferencia al momento de romper un récord o, bien, para accionar con mayor comodidad y brinda mayor protección. Es así que por medio de la biomímesis o biomimética (la rama de la ciencia que se inspira en la naturaleza para resolver problemas humanos) los científicos buscan imitar tejidos de animales o plantas para aplicarlos en la vestimenta de los deportistas.
Este tipo de innovación lleva varios años desarrollándose en disciplinas como la natación, siendo el caso de Ian Thorpe el más característico y en donde su traje se inspiró en los dentículos dérmicos de la piel del tiburón. Así mismo, en otras áreas, también se han estudiado las interacciones moleculares en las setas de los dedos de los Geckos o del mejillón azul para desarrollar guantes y calzado más adhesivo para los escaladores.
Para aficionados también
Por otra parte, para el consumidor promedio la tecnología también tiene cabida. Sin embargo, esta lo hace por medio de sus dispositivos móviles, lo que la pone más al alcance de cualquier persona, facilitando además el acercamiento a la práctica de cualquier deporte. De esta manera, dada su accesibilidad, correr sigue siendo la actividad preferida por estos atletas ocasionales y las principales compañías especializadas en equipamiento deportivo han decidido aprovechar esta tendencia tan al alza en los últimos años.
Así, algunos de los accesorios que los atletas amateur utilizan son ideales para realizar actividades cardiovasculares. Este es el caso de los pulsímetros, dispositivos que controlan las pulsaciones del corazón y permiten mantener el ritmo cardíaco dentro de los valores recomendados para cada persona. Esta tecnología minimiza los riesgos y garantiza que el usuario exprima todo su potencial saludable.
En un inicio, los sensores de estos gadgets solían colocarse con una banda elástica alrededor del pecho, con el fin de enviar por radio las pulsaciones a un reloj complementario e incluso guardar registros de entrenamiento y poder conectarse a una computadora para controlar los progresos. Sin embargo, ahora, gracias a los dispositivos móviles y a las aplicaciones de estos, la interacción con una computadora resulta hasta obsoleto.
RunKeeper es una de las aplicaciones para deportistas más populares en todas las plataformas para medir actividades deportivas. Esta app permite comparar a cada usuarios con sus amigos, medir actividades casi de cualquier tipo, ver las tendencias, las rutas que se han seguido y otras funciones más. Además, se trata de una de las mejores alternativas dada la gran comunidad (tanto de usuarios como de aplicaciones integradas) a su alrededor, lo que la vuelve redonda.
Existen también otras aplicaciones mucho más gentiles, sobre todo para aquellos que no son dados a hacer ejercicio de alto impacto. Para ellos está Moves, la cual proporciona datos variados relacionados con la actividad física diaria como el número de pasos que se dan o las distancias que se recorren, sin importar si estas se ralizan corriendo o caminando. Moves es ideal para usuarios de smartphones, especialmente para aquellos con iPhone 5s, donde hace uso del chip M7 para medir la actividad física. Si bien es cierto los datos que proporciona no son tan precisos y además obliga a llevar siempre el smartphone cerca, pero puede resultar útil para medir la actividad en determinados momentos, como los desplazamientos del hogar al trabajo o al supermercado.
